Is it okay if I never forget you?

Sobrevivir es exageradamente complejo. No son los primeros párrafos que comienzo hablando de lo sumamente absurda que es, a veces, nuestra forma de vivir en sociedad, pero tampoco serán los últimos. A Space for the Unbound ha sido la excusa perfecta para retomar este tema, esta vez bajo una perspectiva algo distinta, pero con la que no es difícil empatizar.

Vivimos en un mundo despiadado. Cuando se habla de trabajo duro, por desgracia, no se tiene en cuenta la enorme presión por destacar en un entorno que no parece sino empeorar, cada vez con más circunstancias negativas. ¿Nuevas amenazas nucleares o desastres medioambientales? Apúntense a la cola. Donde muchos reducen el éxito al esfuerzo, no deberíamos hablar simplemente de esforzarnos para conseguir algo, sino de un fracaso generalizado en el que solo unos pocos consiguen lo que quieren. ¿Es ese enorme porcentaje de la población que fracasa una “panda de vagos inadaptados”? Espero que si estás leyendo estas palabras no pienses esto, porque entonces la empatía no es lo tuyo y A Space for the Unbound no es para ti.

Mojiken ha creado un juego que, si bien trata temas ampliamente conocidos, lo hace de una forma íntima y especialmente cuidada. Aquí venimos a hablar de depresión, de ansiedad y de dificultades para superar las innumerables piedras que se ponen en nuestro camino a lo largo de la vida. Atma es un joven indonesio que asiste al instituto y anda un poco perdido en la vida. Al menos, de cara a los cánones, porque él tiene bastante claras las cosas que le gustan, solo que no son factibles para la supervivencia. Los adultos se empeñan en recordarle que sí, que ahora puede vaguear, pero que pronto será un hombre hecho y derecho y, como tal, parece que tendrá que negar cualquier impulso emocional y dedicarse a ganar dinero el resto de su vida. Como si esto fuera algo razonable en una sociedad que, en teoría, debería poder garantizar el sustento. Esto es bastante más complejo, pero dejémoslo en que hemos comprado un sistema meritocrático y de excelencia que castiga cualquier desvío del canon con exclusión y desprestigio. Quizás sea el motivo por el que los jóvenes sueñen con que les sobre el tiempo para desaparecer de la faz de la tierra, al menos en busca de una pausa que les permita respirar un poco y alejarse de un aire viciado que persigue proporcionarles otro tipo de pausa, esta vez definitiva.

A Space for the Unbound se sitúa en la Indonesia de los noventa, una propuesta interesante y atractiva para dar algo de frescura a narrativas que suelen afianzarse en el eje EE. UU. – Europa – Japón. Estamos demasiado acostumbrados a unos patrones muy comunes y está bien que surjan proyectos independientes del esquema que ha conformado el grueso de la industria durante décadas. La aventura propuesta es bastante tradicional en su forma, eso sí: nos encontramos con un juego en 2D donde nos centraremos en conversar mucho y en recoger objetos aquí y allá, llevándolos de un lado a otro. Sin embargo, tendremos numerosos puzles y minijuegos que amenizan la acción para que no sea demasiado tedioso andar sin más, algunos de ellos bastante entretenidos. Así, aprenderemos a pelear gracias a un videojuego, disfrutaremos de realizar juicios al estilo Phoenix Wright y recorreremos una zona residencial repleta de detalles sobre la cultura indonesa y con la que fácilmente podremos conectar.

Por cuestiones de la trama que, como imagináis, no puedo desvelar, Atma posee el “spacedive”, una suerte de inmersión cognitiva que realiza gracias a un libro (en el que, por cierto, apuntaremos nuestros progresos y coleccionables). Con esta habilidad puede introducirse en la mente de las personas y, aunque él mismo no sabe muy bien cómo funciona, consigue alterar ciertos pensamientos para que los individuos crean cosas distintas, recuerden o simplemente salgan del paso cuando están atascados. Esto se presenta como una herramienta de apoyo. La gente está sometida a constantes diatribas existenciales, algunas más mundanas que otras pero que, en general, suponen una lucha contra la vida constante que puede apaciguarse con algo de ayuda. Así, desde echarle una mano a un chef para saber qué clase de cocinero quiere ser en la vida como para descubrir una dura relación padre-hijo que solo puede ser categorizada como destructiva, Atma intentará ser un apoyo a la vez que progresa en su objetivo.

Este último lo reservaré para que sea el propio título el que lo narre. Basta decir que Raya, su pareja, se enfrenta a una compleja situación en la que entran elementos de puro realismo mágico que, a menudo, nos causarán extrema confusión, no llegando a distinguir muy bien qué demonios está pasando. Poco a poco iremos viendo que comienzan a suceder cosas cada vez más extrañas. Al propio Atma no le queda muy claro nada de lo que sucede, solo sabe que tiene que intentar ayudar acompañado por otros personajes relevantes en la vida de ambos. Atma es un chico apasionado por las historias de los demás y acaba siendo recadero de la mayoría de integrantes de este pintoresco lugar, que recurren a él para cualquier necesidad. Por suerte, casi todo lo que hacemos tiene mucho que ver con la trama, aunque no pueda parecerlo en un primer momento.

Esta es una de las virtudes de A Space for the Unbound. Es muy capaz de ilustrar situaciones costumbristas y simplonas que poseen capas de profundidad mucho más amplias de lo que uno podría pensar. La inocencia de la infancia, la crisis creativa, “trabajar de verdad” y no poder dedicar la vida al arte, expectativas parentales que derruyen la mente del individuo, etcétera. Hasta el perdón y la memoria pasan por el espectro de situaciones complejas que tratar, pues al final son parte de nuestro día a día en un sistema que espera mucho de nosotros, pero que no siempre se alinea con lo que realmente nos interesa. Los personajes secundarios tienen mucho que ver con la trama, por lo que es importante prestar atención a los numerosos diálogos que conforman un guion muy bien elaborado, con sus giros sumamente interesantes y que nos mantendrá pegados a la pantalla ansiosos por descubrir el final.

La narración toca todos estos temas sin tapujos, presentando una realidad psicológica que afecta a varios sectores de la población, desde los jóvenes que están a las puertas de comenzar su vida de adultos hasta estos últimos, supervivientes de una situación desesperada y que muchas veces son incapaces de gestionar su psique. El toque de realismo mágico que comentamos amenizará la narración con situaciones extravagantes donde se mezcla la temporalidad y la realidad, confundiendo al jugador tanto como al propio Atma. Pero, aunque esto puede parecer un error, es parte de la esencia y mi consejo frente a ello es que hay que dejarse llevar en ocasiones, pues todo acaba aclarándose (y tocándonos en lo más hondo, por cierto).

Could you even distinguish reality from fantasy?

Galardón-Plata-HyperHypeQue nuestra forma de llevar la vida de adulto es altamente destructiva lo sabemos aquí y lo saben en Indonesia. Por ello, aunque la representación de la cultura indonesa pueda ser ajena, es fácil normalizarla tras escasos minutos, aprendiendo sobre algunas costumbres y situaciones, como el Festival Lintang que está por venir. Son situaciones costumbristas con las que conectamos con sencillez, observando temas complejos en el día a día de los habitantes de la zona, con no pocos problemas que merman su salud mental durante estos últimos años previos al cambio de milenio. A Space for the Unbound tiene un ritmo cambiante y tendremos momentos de tensión acompañando situaciones más tranquilas donde investigar un poco en busca de chapas de botella para nuestra colección, o quizás en busca del animal más suavito del mundo al que sin duda nos gustaría acariciar, dejando un poco de lado las obligaciones impuestas

Con ello, pese a que Mojiken Studio no lo tuvo fácil con un título que ha pasado por muchos años de desarrollo y problemas en la producción, tenemos hoy un juego redondo que ama la profundidad de la psique humana. Su ausencia de traducción al español y alguna dificultad para orientarnos en algún momento puede entorpecer la experiencia de algunos jugadores. Sin embargo, lo considero sumamente relevante para cualquiera que se considere empático y quizás amplíe la perspectiva de aquellos que no lo hacen. Una obra llevada con cariño y cuidado, que sabe perfectamente lo jodido que está el mundo y la falta que hace que nos entendamos entre nosotros.


Esta crítica se ha realizado con una copia para Steam adquirida por la propia redacción.