Un frenesí de jazz y sangre

Jazz veloz y enérgico, un estilo colorido y brutalmente sencillo y un simio fuera de control. Ape Out, el último proyecto de Gabe Cuzzillo, distribuido por Devolver Digital, salió a la venta el 28 de febrero de este año. Se trata de un videojuego de acción con vista cenital en el que encarnas a un gorila que se da a la fuga tras estar enjaulado, debiendo de encontrar la salida aplastando a cada guardia que se le cruce en el camino.

Las mecánicas de la aventura son bastante sencillas y se pueden dividir en tres: el movimiento, el agarre y el empuje. La primera implementación consiste meramente en desplazarse en sentido omnidireccional; nada que ver aquí. El agarre, por su parte, sirve para abrir algunas compuertas cerradas, pero su función principal se resume en tomar como rehén a un guardia e, incluso, obligarlo a usar su arma para defenderse de otros guardias que estén cerca. Esto solo lo hará una vez, como si fuese el disparo que se le escapa al momento de ser atrapado por el gorila; tras esto, el rehén nos servirá para poco más que un escudo humano, pero no frente a todas las diferentes armas que tendrán nuestros enemigos. Hay que tener en cuenta, eso sí, que, al tener un rehén, la velocidad de desplazamiento de nuestro bestial protagonista se verá bruscamente limitada, al punto que valdrá más la pena soltarlo apenas escapes de un aprieto. Este hecho se encuentra directamente relacionado con la tercera mecánica: el empuje, que nos permitirá acabar con todo lo que se nos cruce, sirviendo tanto para aplastar a nuestros enemigos contra las paredes como para lanzarlos al vacío e, incluso, abrir puertas o destrozar ventanas.

Ape Out

Si hay un punto que le juega en contra al juego, sería su duración. Si bien soy de aquellos que prefieren una obra corta, que deje con ganas de más en vez de cansar; en el caso de Ape Out, su duración es, quizás, demasiado corta. Los jugadores podrán rejugarlo con incentivos como el modo arcade, que da para mucho, pero para la mayoría, esto no será suficiente para amainar este problema.

Menos palabras, más acción

Ape OutDejando de lado las bases del juego, permítanme hablarles sobre por qué deben jugar a Ape Out. Primero, el juego es una obra de arte. No es una pintura de hiperrealismo o impresionismo, sino que es uno de esos cuadros llenos de manchas de pinturas que, desde lejos no logras entender, pero cuando lo logras, ves como todos esos colores caóticos tienen un sentido. Ape Out comienza con el título apareciendo como el título de Birdman, con música de jazz de fondo rebosante de energía y entropía. Tras esto, una pantalla de inicio y una brevísima introducción ya podremos manejar al simio protagonista, sólo para descubrir cómo escapar de nuestra prisión por nuestra cuenta, aplastando al guardia de turno. Con esto, comienza un frenesí imparable de música y sangre.

Ape Out es como esos cuadros llenos de manchas de pintura que, aunque caóticos, tienen un sentido.

El juego es exigente, teniendo unas mecánicas similares a Hotline Miami, y una dificultad parecida, con enemigos menos agresivos pero superiores en cantidad y en niveles que se van volviendo más y más amplios, lo cual no es algo que logre funcionar del todo, puesto que habrán numerosas oportunidades en las que te verás rodeado de enemigos con armas que matan de un sólo impacto y, en otras, lograrás avanzar una porción considerable del nivel sin ver a nadie. Esto empeora con el hecho de que los obstaculos y elementos del escenario se posicionan de forma procedural, al igual que la distribución de enemigos. Si bien esto ayuda a darle un aire fresco a cada intento de superar un nivel (y habrán muchos, puesto que morir es facilísimo en este juego), también provoca los problemas mencionados anteriormente.

El progreso en cada nivel se mostrará cada vez que el gorila caiga muerto, mostrando, con la ayuda de una línea blanca, la ruta seguida por el jugador y, con esto, el progreso que logró realizar y cuánto le faltó para llegar a la meta, produciendo esas comezón tan conocida por el jugador llamada “sólo un intento más”, que terminan siendo muchos más. Y la reincorporación tan rápida a la acción disminuye la frustración al mínimo.

Ape Out

Como he mencionado anteriormente, el apartado visual de este juego es tanto simple como efectivo en todos los niveles. Desde la pantalla de Game Over, mostrando un gran DEAD en el fondo, con el plano del nivel en medio mostrando el progreso del jugador, hasta la forma en que se ve la salud de nuestro protagonista. Pasando de barras de vida o de corazones y demás, se limitaron a dejar que el jugador intuyera el estado del gorila a través de su sangrado. No os spoilearé en detalle cuántos disparos requiere el gorila para ser vencido, ya que es un proceso integrado orgánicamente que es un real goce descubrir por uno mismo.

Jazz veloz y enérgico, un estilo colorido y brutalmente sencillo, y un simio fuera de control

 

Galardón-Plata-HyperHypeEn resumidas cuentas, Ape Out es un juego adrenalínico a tope que no solo entra por la vista, sino también por los oídos, con un sistema de música reactiva procedural que ayuda a convertirlo en una experiencia aún más inmersiva de lo que ya sería. No es perfecto, quizá le faltó algo de pulido, pero nada logra opacar lo brillante que es. Es una experiencia corta, pero que no tiene pérdida. Ahora, si no os importa, os dejo, que hay un gorila a la fuga y está furioso.


Esta review se ha realizado con una copia adquirida por la propia redacción.