El fin de un hero shooter

Hace poco más de un año que se estrenaba el ambicioso juego Lawbreakers del creador de Gear of Wars, Cliff Bleszinski. Un FPS multijugador que apostaba por una jugabilidad rápida, una movilidad frenética y ciertas habilidades propias de un hero shooter, con distintas armas y clases. Lo que aparentemente debía ser un éxito por contener todos los elementos en tendencia de un shooter actual, fue un fracaso estrepitoso.

El juego tenía ciertos aspectos que lo hacían distinto a otros juegos de acción multijugador como la gravedad cero y la verticalidad de sus mapas. Tenía un gran diseño (zonas laberínticas bien construidas) y una atmósfera de caos que recordaba a los clásicos como Quake III. Además contaba con varios modos de juego: Overcharge (un captura la bandera), Turf War (un rey de la colina por zonas), duelos 5vs5 y el competitivo con Blitzball. Si bien, a pesar de tener clases que se sentían muy diferentes, el diseño de los personajes era bastante genérico. Eso sumado a una corriente crítica con su creador generaron una fama pésima que lastró por completo a un juego que por su género requería una gran cantidad de jugadores.

Lawbreakers no fue un mal juego

Las valoraciones de la prensa no fueron para nada malas, con notable e incluso notable alto en muchos medios. Dejando a un lado los haters, las opiniones de los jugadores no fue tan excesivamente mala para los resultados en ventas y jugadores que tuvo al final. Cliff Bleszinski sabía por dónde podía ir encaminado el éxito de un hero shooter, pero a pesar de su buena implementación y la calidad del título, no supo construir un marco diferenciador para su juego, así como tampoco desligarse de la nefasta reputación que había engendrado a raíz de sus comentarios desafortunados. Este marco diferenciador y una publicidad insistente que creyera firmemente en su propio juego fueron las claves del fracaso de Lawbreakers. El ego de Cliff Bleszinski era reconocido por muchos jugadores como poco propio de alguien humilde, repulsivo, y que no merecía triunfar con su nuevo juego. Si bien los comentarios posteriores sirvieron para atraer a la atención necesaria a su juego, las acusaciones a otras empresas y juegos como Overwatch hicieron un flaco favor a la ya maltrecha imagen del creador. Así fue como el declive de jugadores en Lawbreakers se hizo inminente.

Radical Heights, la última carta

Cliff Bleszinski con su estudio Boss Key Productions apostó a una última jugada con la idea de subirse al carro de un éxito reciente, el de los battle royale. Lanzaron así una versión primeriza del juego Radical Heights. Un battle royale ambientado en los años 80. Y aunque no deje de ser algo que con una buena inversión en publicidad hubiese asentado una pequeña base de jugadores, lo cierto es que llegó tarde, mal y lastrado por el renombre de Cliff Bleszinski. A una larga lista de bugs había que añadir acusaciones a Epic Games por querer llevarse a parte de sus empleados al Fortnite y una serie de declaraciones que no sentaron nada bien a la comunidad de jugadores.

Finalmente, el 5 de mayo de 2018, se anunció el cierre de Boss Key Productions. Cliff Bleszinski decidió dedicarse a su familia y retirarse de los videojuegos hasta que surgiera algún nuevo proyecto. Algunos medios afirman que si hubiese reducido sus posibilidades, hubiese tenido constancia y hubiese seguido adelante con Radical Heights tal vez podría haber dado sus frutos. Aunque a lo largo de todo este año 2018 han salido un montón de battle royales que habrían supuesto mucha competencia en un mismo subgénero. De todas formas, Cliff Bleszinski se encontraba en una situación difícil (en la que a nadie le gustaría estar) y a día de hoy se confirma el cierre definitivo de los servidores de Lawbreakers. Y como en todo juego multijugador online, llevando al fin de este.

Escribiendo para pasar página

Cliff Bleszinski asegura haber vivido un último año terrible y, como no podría dejar de hablar, ha querido contar su experiencia en la industria de los videojuegos en un libro. Según el mensaje en su cuenta oficial de twitter, también hablará en el libro sobre otras experiencias difíciles pero no sabe cuándo saldrá a la venta, ni tampoco quiere hacer entrevistas hasta que no esté terminado. Confiamos en que tal vez este libro le sirva para reflexionar y vuelva a la industria de los videojuegos para sorprendernos. Al fin y al cabo, el creador de Gears of War es una de las grandes mentes pensantes de los videojuegos en los últimos años, y como ya dijimos nos queda esperar porque estamos seguros de que C. Bleszinski aún tiene mucho ingenio, pericia y creatividad que mostrar.