La burbuja a punto de estallar

Yakuza 0: Director’s Cut es la “versión definitiva” de la exitosa precuela de la saga (ahora llamada Like a Dragon) y posiblemente lo que la lanzó al estrellato aquí en occidente. Esta edición fue hecha —al momento que escribo esto, al menos— de manera exclusiva para la Switch 2. Cuenta con gráficos marginalmente mejorados y alrededor de veinte minutos de cinemáticas extra, donde reside mi problema con esta entrega.

Suficiente actualidad, ahora toca dar mi opinión puramente subjetiva y altamente sesgada por el amor que le tengo a la versión original de Yakuza 0.

Soy de la opinión de que cuando un remake está demasiado apegado a su versión original es totalmente justo criticarlo en directa comparación con esta y no sólo en un vacío (si ya leyeron mi monográfico sobre el remake de Silent HIll 2 entenderán cuán firme es mi creencia al respecto). Lo mismo ocurre con los remasters o, en esta ocasión, “versión del director”. Y lo pongo en comillas porque Yakuza 0: Director’s Cut NO es lo que el director originalmente quiso que este fuera, sino más bien es un puñado de cambios añadidos a la fuerza que el estudio Ryu Ga Gotoku Studio consideró suficientes para poder justificar cobrar 50 dólares por él.

Yakuza 0: DIrector's CutPara más inri, esta es la forma que tiene RGG Studio de celebrar los veinte años que cumple la saga desde sus humildes comienzos en PlayStation 2 y resulta particularmente gracioso y delata el mal estado en el que se encuentra la saga que la versión original de Yakuza 0 haya sido la forma de celebrar los primeros diez años de la franquicia; convirtiendo a esta entrega en un peculiar fenómeno de doble homenaje.

Por esto es que no creo que Yakuza 0: Director’s Cut esté recibiendo, al menos en Backloggd, un supuesto review bombing, al punto en el que el juego cuenta con un 0.9 de 5 estrellas actualmente. Y digo supuesto porque no creo que sea el caso. Los review bombing suelen ser organizados y hechos de manera maliciosa para perjudicar una obra por razones extrínsecas a esta, como los anti-progres cuando llenan de críticas negativas la película, serie o videojuego de turno por atreverse a tener una mujer, una persona no blanca o del colectivo LGBT ya ni siquiera de protagonista, sino simplemente existiendo en estas. En cambio Y0:DC está siendo criticado por el cómo daña retroactivamente a la versión original y por lo derechamente peor que es con respecto a esta.

Nada de esto me molestaría realmente si no fuera por las ya mencionadas escenas extra que han añadido en esta versión. Al menos la mitad de estos veinte minutos que, supuestamente, el estudio se dejó en el tintero diez años atrás, no hacen sino quitarle peso a algunas de las escenas más impactantes y el resto son añadidos que no suman ni restan, que están ahí para sumar contenido a esta nueva versión para, de nuevo, justificar el re-lanzamiento a precio completo.

Lo peor de todo, sin duda alguna, es que la saga viene en declive desde —al menos, y siendo bastante generoso— Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name, juego que disfruté un montón en su momento pero que, en retrospectiva, reconozco que es un DLC glorificado de Like a Dragon: Infinite Wealth con mucho contenido secundario metido a la fuerza para justificar el hecho de que sea una entrega autónoma. Siendo menos generoso, diría que el primer indicio claro de que algo estaba mal en RGG Studio fue Yakuza Kiwami, el remake de la primera entrega de la saga, la cual no sólo apiló un montón de fan service a la obra original y dedicó la mitad de su contenido extra a darnos con el codo diciendo “a que no fue genial Yakuza 0, ¿eh?”, sino que además añadió escenas extra para explicar el brusco cambio que sufrió uno de los personajes más queridos por los fans de su precuela que, realmente, no necesitaba estar ahí.

Ya hablé largo y tendido del porqué dejaré esta saga que tanto quiero y que tanto me ayudó durante la pandemia atrás, así que poco más me queda que añadir. Seguramente estaré ahí para Project Century —o, mejor dicho, Stranger Than Heaven— sólo porque, por lo menos por lo que se sabe hasta ahora, no tiene nada que ver con Like a Dragon y aún creo que el estudio tiene potencial de hacer cosas interesantes fuera de la franquicia que los lanzó al estrellato y con la cual, sinceramente, no saben qué dirección tomar.

kofi

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