Lejos de la mediocridad, la esperanza deja paso a la inexperiencia

Soy una persona que siempre aprecia lo bueno de las cosas, también lo malo, pero las virtudes son lo que más cuenta para mi. Independientemente si se trata de una persona, plato, comportamiento, etc… Cuando se trata de videojuegos, ocurre exactamente lo mismo. Intento decir las cosas claras, sin que moleste a nadie; pero sin cortarme cuando se trata de decir lo negativo. Pienso que siempre y cuando se tenga un poco de educación se puede decirlo todo, otra cosa es cómo se lo tomen los demás. Pero bueno, tampoco voy a daros clases de moralidad. Pero lo que si voy a hacer será hablar sobre una producción RPG independiente española titulada Zenith.

Zenith

Zenith es un videojuego de rol creado por el estudio español INFINIGON y distribuido por BadLand Publishing. Inicialmente el título se lanzó el día 20 de septiembre lo cual significa que el juego tiene apenas 13 días y hasta el próximo siete de octubre estará de rebajas al 75%… Con esto ya se pueden deducir algunas cosas del proyecto. Pero sin más demoras os contaré mi experiencia en el juego la cual se podría definir como decente, sí, decente.

Un argumento más entre tantos, pero capaz de arrancar carcajadas

La historia del juego no es de lo más sofisticado, a decir la verdad. Cumple su función narrativa, pero sinceramente le falta pulir algunos detalles que quizá no sean tan “detalles”. Ya os comento de antemano, que el argumento del juego nos cuenta diferentes hechos y podemos enterarnos más o menos de lo que está ocurriendo en la historia principal. Sin embargo, todo está hilado de una forma tan “amateur” por así definirlo, que a veces te pierdes entre tanta conversación de paja y tienes que esforzarte para volver a recordar por qué estás en el juego.

Zenith nos cuenta la historia de Argus Windell, un personaje, literalmente hablando, ya que ese protagonista tan peculiar a lo largo del juego es un héroe, un pocionero, un líder – y otros oficios que debemos interpretar nosotros mismos. Pero volviendo a la trama principal, en las tierras en las que se desarrolla la acción, hay una guerra entre elfos y humanos. Nosotros, estando en el bando humano, debemos llegar a un misterioso objeto antes que todos los demás para prevenir una gran catástrofe. Sin embargo, aunque finalmente consigamos el objeto misterioso que básicamente es un cetro y una vez más salvemos el universo; la historia del juego avanza siete años. Así es, prácticamente sin ton ni son, de repente todo cuenta con siete años más y Argus es un pocionero el cual vive en su tienda, ganándose la vida con pociones varias como una que hace volar por los aires a un gato que tiene problemas con los gases. Si, aunque esto haya escalado tan rápidamente, así es la historia de Zenith.


Zenith
Zenith

El título cuenta con un humor bastante acertado para relatar sus acontecimientos. Hay partes en las que incluso he soltado alguna que otra carcajada de volumen por encima de moderado, por así decirlo. Lo cierto es que algunos diálogos están bastante currados y entretenidos, pero la duración de estos sumada a la abundancia que presentan, hace que varias veces durante las sesiones de juego, te saltes algunos diálogos ya que te desesperas. Cada tres o cuatro minutos de “acción” la producción nos hace comernos uno o dos diálogos de entre uno y dos minutos cada uno. Es significa que cada tres minutos de matar bichos y romper cajas, tenemos dos minutos mínimo de conversaciones de las cuales varias, resultan sobrantes y para darle más duración al juego.

Zenith

Como se puede apreciar, el juego tiene muchos guiños a otras sagas y títulos. En este caso se puede ver un claro ejemplo de una referencia a una de las franquicias más exitosas del mundo – Final Fantasy.

Aunque antes de seguir, me gustaría remarcar una vez más que todo lo que estoy escribiendo y me falta por escribir en este artículo es opinión puramente subjetiva y personal. Lo cual quiere decir que puede haber personas que no compartan mi opinión o la perciban como exageraciones o infravaloraciones. Volviendo al tema y resumiendo, Zenith ofrece algunas risas y más lectura de la que debería. No digo que eso sea algo malo, pero creo que cuando el estudio desarrollador nos dijo que “querían hacer un RPG como los oldschool” básicamente quería decirnos que es “una aventura narrativa con elementos RPG”. Independientemente de su enfoque, he de admitir que he pasado un rato más que decente jugando a esta producción, aunque no se parezca en la forma de narrar a los títulos de rol antiguos que yo he jugado – los cuales, modestia fuera, no son pocos.

Mecánicas y animaciones correctas, pero con ancho margen de mejora

Quizá pensaréis que estoy rajando del juego por rajar, pero no es así. Realmente me lo pasé de forma decente, pero no es que me haya entretenido mucho. Las mecánicas de lucha del juego son bastante molestas. No necesitas concentrarte demasiado en oprimir botones y esquivar. Es como si todo el tiempo rushearamos el título por alguna razón. El combate en el juego se resume en pegar con el ataque básico e ir lanzando hechizos como chakrams de hielo, bolas de fuego o golpes para provocar un mini-terremoto. Nada de otro mundo. También disponemos de ranuras para pociones que son bastante engañosas y eso lo explicaremos más adelante. Tampoco podemos pasar por alto el escudo que está ahí por estar ya que yo lo he percibido como algo que se utiliza más bien poco, ya que nos servimos más con los esquives que con el escudo mágico. Pero para gustos, los colores.

Respecto a las animaciones, debo decir que me he quedado con la boca abierta en algunos momentos, pero no precisamente en el buen sentido. Hay cierta escena en el juego, donde nos encontramos en un puente lleno de machacas orcos que nos rodean. De repente, el gato que tomó la poción proporcionada por nuestro protagonista y el cual salió disparado como una bola de fuego, se lleva por delante al jefe que se encuentra junto a los machacas. Claro, es obvio que cuando algo así ocurre, los demás personajes van a seguir mirando todo el acontecimiento, pero lo lógico es que lo miren de forma natural y no girando todo el cuerpo rígido en dirección del gato llevándose al jefe. Parecían los típicos modelos que todavía les falta algo por añadir y solo se puede visualizarlos en 360 grados con el cuerpo rígido.

Esto y otros modelos animados con bastante pereza hacen que a veces te sientas incluso incómodo. Aunque si que se debe destacar que la mayoría de modelajes y otras animaciones cumplen su función, pero aún así el estudio no debería cometer esos errores aunque se trate de una producción independiente. No estoy diciendo que todo se anime y modele con el calibre de las más presupuestadas producciones de Unreal Engine 4, pero que al menos se haga todo con una pasión y un amor equitativo, y no algo al 100% y otras cosas visibles para el jugador en un 30%. El juego no supone un desafío real. No sentimos esa presión que nos ejerce el adentrarse en lo más profundo de este. Hay algún que otro rompecabezas y algunos jefes, donde tendremos que estar un poco más atentos, sí, pero por lo demás; puro rush durante la mayor parte del juego.

En Zenith también nos encontraremos con un inventario y diferentes partes de Argus que podremos equipar con cinturones, armaduras, brazaletes, etc… Todo ello dándonos algunas ventajas sobre algunos elementos de la naturaleza, dependiendo del set que construyamos. Hasta ahí todo correcto. Pero de lo que sí que puedo quejarme es de la escasa apariencia del equipamiento. En nuestro personaje directamente no se ve nada puesto y en las miniaturas de los objetos solo va variando el color. Bastante limitado, pero no anula el interés por el juego. Por lo tanto no diría que es algo puramente negativo, pero algo que se procesa bastante toscamente por el jugador.

Molestias que persiguen al jugador

A continuación me gustaría enumerar algunos “fallos” que tiene Zenith. Mucho ojo, no estoy echando nada en cara a los desarrolladores ni mucho menos. Simplemente me gustaría, desde el punto de vista de un consumidor, ayudar al equipo que trabajó en el título a corregir estas cosas en sus futuros productos ya que creo que pueden tener un buen futuro, tal como lo tiene Zenith si se corrigen algunas negatividades. Lo primero y lo que más me tildó, fue la inexistencia de una pantalla de confirmación cuando queremos salir al menú principal una vez estamos dentro de la partida. Es decir, si alguien se equivoca eligiendo entre el inventario, el árbol de habilidades y el menú, básicamente tendrá que aguantarse ya que directamente pasaría a volver a empezar desde el último punto de guardado. Para mí al menos, es algo esencial en un videojuego donde el progreso es “lento” y la aventura es larga.

Otro fallo es la ilegibilidad de algunos textos que aparecen en la pantalla. Por ejemplo, cuando hay algunas conversaciones de entorno o elementos parecidos, el juego no despliega un cuadro de conversación, sino que el texto se muestra por pantalla, cerca del personaje que habla en ese momento. Eso es algo que mola muchísimo, siempre y cuando se aplique bien. Resulta que un texto de ese tipo que se muestra por pantalla, está escrito con una fuente tipográfica con serifas y de cuerpo fino. Eso quiere decir que si se proyecta sobre fondos con muchos colores y además, la propia fuente ya está en color; el resultado son parrafadas ilegibles y frustrantes. Quedaría mucho mejor un bocadillo en un color sólido detrás de dicho texto.


Zenith

En este caso, aunque en esta captura se vea bastante mejor, el color rojo tan intenso con una tipografía con serifas queda fatal sobre un fondo azul eléctrico. Un texto con una fuente sans-serif (sin serifas) y un color amarillo mostaza, habría quedado mucho mejor.

Zenith

En esta imagen, aunque sea poco apreciable, se puede ver vagamente encima de los tres personajes de la parte izquierda, un texto blanco con cuerpo demasiado pequeño.


También cabe remarcar que depende del dispositivo en el que estés visualizando el juego. En la propia Nintendo Switch, en algunas ocasiones se ve el texto de forma decente y otras tantas, de forma totalmente ilegible. Sin embargo en la televisión, conectando la consola por cable HDMI; se veía todo pobremente aun ajustando el contraste y el brillo.

Diamante en bruto

Zenith no es un mal videojuego. Está muy lejos de serlo, de hecho. Pero sí que hay que tratarlo como lo que es: una producción independiente a la cual le faltan varios parches, pero que, si se mima correctamente a lo largo del tiempo, no me cabe la menor duda de que conseguirá llegar de forma más positiva a muchos jugadores. La idea del juego con toques de humor es buenísima, además un humor que podría definir parcialmente como “mío”. Con bastantes horas más de trabajo, podría ser una buena alternativa con la fuerte ventaja de durar entre unas quince y veinte horas aproximadamente.


Este análisis ha sido realizado con un código de descarga para Nintendo Switch cedido por Badland Publishing