¿Quién dispone de 96 horas para completar un juego?

Son las 6:30 de la mañana y suena el despertador. Me levanto y me dirijo a la cocina. Un poco de avena, leche y un cazo de proteína de chocolate. Tengo que desayunar rápido porque a las 7 debo salir de casa pitando para llegar a las 7:10 al tren que me llevará al lugar que me acogerá durante 8 horas (en el mejor de los casos) para ganarme el pan.

Pasan las horas delante de la pantalla donde estoy picando código. «Son las 17:00 y tengo que irme corriendo o no llegaré pronto para ir al gimnasio hasta las 19:15», pienso.

Tras un día de rutina me siento en el sofá con una cena que no es lo que me gustaría comer, pero es lo que me aporta más nutrientes y me ayuda a mantener una vida un tanto más sana. Me faltan 2 horas para entrar en la cama y repetir este ciclo interminable en el que irremediablemente estoy atascado. Es lunes, estoy cansado y solo quiero que llegue el fin de semana.

Desde hace un tiempo mi vida se ha vuelto un tanto rutinaria. Recuerdo con añoranza mis años más mozos cuando simplemente iba al instituto, volvía a casa y disfrutaba durante horas de los videojuegos. Podía pasarme días con un título que acababa de salir y terminarlo en una semana sin problemas. Ahora eso queda muy lejos de mi alcance, las responsabilidades de la vida adulta te golpean en la cara sin previo aviso y creedme cuando os digo que es difícil seguir con el ritmo de vida de cuando eres adolescente.

La industria del videojuego cada vez es más grande. Hace 10 años nadie se hubiese imaginado juegos como God of War o Horizon Zero Dawn. Juegos punteros en lo técnico, escenarios increíblemente grandes y detallados que esconden miles de secretos. Historias que invitan a la reflexión y dejan un poso en tu alma. Juegos que piden al jugador un tiempo mínimo que invertir en ellos para «sacar provecho», para dejar que se desarrollen y puedan contarte su historia. En algunos casos con 10 horas habrá habido suficiente. En otros, por desgracia, no.

Hace 2 años adquirí Persona 5 y todavía estoy esperando terminarlo. Un juego al que le he dedicado unas 8-12 horas y que me ha gustado muchísimo, pero con un ritmo pausado y que ofrece muchas lecturas, no solo por todo lo que hay que leer, sino también porque transmite muchas ideas sobre la identidad de uno mismo, la aceptación y cómo las personas nos escondemos, como los protagonistas nos muestran, tras una máscara. Sin embargo, cuando voy a How Long To Beat para saber cuánto me puede llevar completar el juego me encuentro con una cifra que resulta inalcanzable. 96 horas. 96 horas en el mejor de los casos para completar la historia principal.

Por contrapartida, hace poco pude terminar The Witcher 3 tras varios años teniéndolo en la recámara. Estuve 2 semanas a sesiones de 4-5 horas diarias porque su mundo no te da menos tiempo. Una misión secundaria te puede llevar 10 minutos o 1 hora, dependiendo cuál sea. “¿Cómo voy a jugar en plazos inferiores a 4-5 horas si quiero finalizarlo antes de que terminen mis vacaciones?” Cuando vi que esta situación se repetía bastante, decidí apostar por otros tipos de juegos. Los juegos como servicio pueden ser del agrado de poca gente, pero para mí tienen un punto clave que hace que acabe siempre tirando hacia ellos.

Yo mando en el tiempo que quiero invertir en cada uno.

La historia de Destiny 2: Shadowkeep dura alrededor de 8 horas, pero el contenido que me presenta por delante me puede dar 20, 30, o 40 horas separadas en plazos de 1 o 2 horas cada pocos días. Muchos critican por ejemplo que World of Warcraft ya no sea lo que era antes (por dios, si hasta han sacado una versión Classic para aquellos que añoraban el WoW de antaño) y que hayan facilitado tanto las cosas. Yo muchas de las decisiones de diseño que han tomado las comparto y agradezco. Las mazmorras ahora no son tan difíciles ni largas, por lo que puedo hacer un par de mazmorras tranquilamente en 20-30 minutos y seguir progresando en mi avatar virtual. En lo personal, sus historias no me llenan – apenas me aportan algo – pero, como jugador, siento que por lo menos me quita esa sensación de «necesitar» jugar a algo cada día.

No penséis con esto que me he dejado títulos sin jugar por el camino por apostar por los juegos como servicio, pero ahora mismo son a lo único que puedo aspirar junto a  los indies, que suelen cumplir con los requisitos que mejor se adaptan a mí: sin un exceso de horas para completarlos, algunos bastante rejugables y con la capacidad para contar algo. Sin ir más lejos, Hellblade: Senua’s Sacrifice me pareció una obra maestra que todo el mundo debería jugar y apenas tardé 8 horas en completarlo. Mi preocupación llega cuando los juegos que más espero siguen con el patrón de necesitar muchas horas para finalizarlos.

Hace poco que han salido las primeras reviews de Death Stranding y todo el mundo apunta a lo mismo. El juego es largo, alrededor de 40-50 horas para la historia y un total de 80 si quieres ser completista. A eso le añadimos que, según mucha gente ha comentado, el juego tarda en arrancar unas 15 horas. Y eso sin entrar en el tema de que parece ser que el apartado jugable del título se hace tedioso y repetitivo. ¿Debo invertir 15 horas de tedio para tener unas 30 más de contenido interesante?

¿Cuántos juegos puedo acabar en el plazo en que Death Stranding empieza a decirme algo?

Seguramente muchos diréis que el problema es mío. Que deje de invertir tiempo entonces en juegos como servicio, y no os falta razón. Soy consciente de que mis 26 horas de Destiny podrían haber sido invertidas en Persona, pero también sé que en Persona 5 en 1 hora apenas avanzaré, mientras que en el título de Bungie seguramente podría cumplir con diversos objetivos. No os voy a mentir: tengo miedo de que esto cada vez vaya a peor. No por la industria, obviamente, si no por aquellas personas que, como yo, la vida adulta les ha dado en la cara y cada vez tienen que alejarse un poquito más de aquellos juegos que mas les gustan porque tienen que atender a su vida.

Supongo que Persona 5 deberá esperar hasta las próximas vacaciones, y Death Stranding se tendrá que jugar en fines de semana en sesiones intensas mientra no surja nada o se va haciendo la lavadora. Al final, imagino que cada uno tiene que hacer sacrificios y que, cuando a mí me llegue el momento, me daré cuenta que ya no vale la pena invertir tiempo en los videojuegos y me conformaré con una partida casual de vez en cuando, y ya está. Hasta entonces, seguiré esperando a que Yoko Taro saque algo nuevo, CD Projekt RED vuelva a pegar un pelotazo como con The Witcher o Nomura decida terminar con Kingdom Hearts.