Lo bueno se hace esperar

Existen muchos tipos de jugadores. Los hay usuales, los hay promedios y los hay que no conciben la vida sin sus títulos favoritos, o sin una consola con la que descubrir nuevas formas de expresión. Aun diferenciados por su nivel de “pasión”, a todos estos les une un factor común: la atracción por los productos de la industria. Unos se hacen con todos los títulos que les permite su economía, otros con solo los más esperados, y los restantes… bueno, los restantes se limitan a adquirir FIFA y Call of Duty año tras año (aunque quizás este cliché se haya quedado algo desfasado; cambiémoslo por un ‘se hacen con todos los Pases de Batalla de Fortnite que van quedando a su disposición’). Incluso esta última forma de disfrutar del medio está muy lejos de poder ser calificada como algo malo o tóxico; al fin y al cabo, para gustos los colores. Sin embargo, seas el tipo de jugador que seas, seguramente vas a compartir la opinión de que el hecho de querer adquirir siempre juegos en “buen estado” resulta algo normal y lógico, teniendo todos los que amamos la industria la obligación de guiarla con nuestra cartera. Y por buen estado, aclaro, me refiero a títulos que estén desarrollados de tal forma que no presenten inconvenientes al usuario a la hora de jugarlos, como obras lúdicas que son.

Por eso mismo es importante dar tiempo a las desarrolladoras, ya que sinceramente creo que es mejor esperar cinco o siete meses más a estar con dolores de cabeza en el momento de un lanzamiento prematuro. Por eso mismo, la decisión del estudio Hardsuits Labs sobre el cambio de la fecha de lanzamiento de Vampire The Maquerade: Bloodlines 2 no es nada con lo que debamos enfadarnos, pues desde la desarrolladora, a buen seguro, buscan todo lo contrario – quieren darnos un RPG vampiresco como Dios manda.

Por ahora todavía no se conoce la fecha de cuándo este saldrá al mercado, ya que lo único que sabemos – o mejor dicho, sabíamos – es que Bloodlines 2 iba a salir al mercado a principios del 2020, pasando ahora a coronar las listas de los más esperados de la recta final del año. Entre muchos otros títulos como DOOM Eternal, Watch Dogs Legion, Final Fantasy VII Remake, Cyberpunk 2077 o inclusive The Last of Us 2 ya tenemos suficiente tralla como para preocuparnos por lo que vamos a poder jugar o no, por lo que veo con buenos ojos que los chicos de Hardsuits Labs, muy conscientes de su comunidad, se hayan tomado este tiempo. Porque, en otras circunstancias, esto podría llegar a funcionar como un arma de doble filo aunque para los seguidores; sin embargo, este aplazamiento no creo que suponga ningún problema, siendo su público un nicho muy dedicado que independientemente de su fecha de lanzamiento se hará con el título cuando tenga la posibilidad de hacerlo.

Parece que el estudio desarrollador no quiere volver a cometer los errores de la entrega pasada, por eso mismo necesita dedicar más tiempo a este prometedor y americanizado RPG. Cabe destacar que la empresa incluso subcontrató a más trabajadores para intentar acabar el proyecto para la fecha indicada previamente – intento que parece haber acabado en un fracaso, pero que, por otra parte, implica la correcta sujeción de la compañía por la cuerda floja de un “crunch” del que parece renegar, y que a buen seguro le facilitará mantener su base de seguidores, pues no es la primera vez que una desarrolladora pierde clientes y/o seguidores por practicarlo -.

Con todo esto se nos ha dado a entender que por ahora tendremos que armarnos hasta los dientes de paciencia y esperar, incluso, todo el año 2020, aunque sea poco probable. Personalmente creo que Bloodlines 2 puede suponer un puntazo para la industria de videojuegos de rol. Siempre me han parecido muy interesantes los títulos que incorporan correctamente en su historia, que mantienen al jugador en su argumento profundamente con personajes carismáticos, misiones interesantes y visuales; donde se ve un gran trabajo detrás. En ese sentido, pocas quejas se le pueden poner, al menos de momento, al que promete ser uno de los grande exponentes del género en 2020.