Un mando altamente personalizable

El pasado día de agosto, Tyler McVicker, periodista especializado en Valve, se hacía eco de una nueva patente presentada por Valve en el mes de marzo. Se trata de un nuevo mando, similar a su Steam Controller con elementos intercambiables. Esta novedad podría suplir la desconfianza que generaban las superficies de control trackpad. Lo interesante es que el mando podrá detectar todo tipo de controles cuando están conectados pudiendo procesar la entrada de manera diferente según el accesorio que le incorporemos. La descripción y esquemas de la patente también sugieren que los triggers traseros y los joysticks también serían intercambiables. Esto abre la posibilidad a tener un mando ergonómico totalmente personalizable, y también a adaptar mejor el mando a personas que posean una movilidad limitada.

Hay que considerar que los esquemas presentes en las solicitudes de una patente no siempre se ajustan al producto final por lo que no es factible sacar conclusiones precipitadas en cuanto a su forma similar a su antecesor ni a la disposición de los elementos. No cabe duda de que se trata de un diseño flexible y estudiado fruto de la iteración todos estos años con el Steam Controller. A día de hoy, cabe reconocer, el esfuerzo de Valve por sacar adelante su hardware cuando no lo ha tenido nada fácil con su Steam Controller y su trackpad en una comunidad de PC poco acostumbrada a los cambios.

Un diseño meditado tras muchos años

Valve ha hecho una labor perseverante todos estos años con su Steam Controller. Prácticamente ha estado de oferta en casi todas las promociones desde su comienzo y puede que poco a poco haya ganado su lugar frente a su competidor más directo en PC: el mando de Xbox, reconocido por muchos como uno de los más cómodos de utilizar. Por el contrario, en este terreno el mando de PS4 sólo ha estado presente en PC por conveniencia que por impulso propio algo que tal vez pueda cambiar con el nuevo DualSense de PlayStation 5. ¿La solicitud de patente del nuevo Steam Controller es una reacción precavida a los mandos de las futuras generaciones? Tal vez, lo que podría situar el nuevo periférico de Valve en las fechas de las próximas navidades. Es temprano para realizar este tipo de especulaciones pero no cabe duda de que el mando, como tradicionalmente lo conocemos, vuelve a cobrar protagonismo en la nueva generación tanto en videoconsolas como en PC.

Esto podría ponerse en entredicho hace unos años con la llegada de la realidad virtual pero ha quedado patente todos estos años que aún queda un largo camino por recorrer en ese ámbito. Un campo que ya ha sido tocado por Valve con sus gafas de VR Index y su reciente videojuego: Half-Life: Alyx, un éxito en la crítica. Hay quienes auguran que este tipo de tecnología podrían llegar a destronar a los mandos en un futuro cercano pero, en mi opinión, el uso de los móviles podría estar haciéndolo ahora mismo. Sólo hay que observar el cambio que hubo de interfaces gráficas pensados para mandos en muchos juegos tradicionales de PC que ahora se repite en juegos tildados despectivamente de parecerse a un “juego de móvil”. Y es que la adaptabilidad de los controles a móvil era una tarea muy complicada que gracias al avance en UX se ha podido solventar, un ejemplo de ello es el sorprendente control de Stardew Valley, un juego concebido para jugarse con teclado y ratón desde el principio.

A pesar de las ventajas que ofrece este nuevo Steam Controller, su problema podría radicar en su falta de identidad. Y es que a veces nos gusta algo tal como viene, incluyendo sus defectos que de cierta forma molestan a todos por igual. El hecho de que Valve intente abarcar tantos campos de la tecnología me hace difícil reconocer un producto suyo como algo propio de Valve; cuando otros periféricos como el mando de Stadia son más fácilmente reconocibles. Valve ha tenido el infortunio de presentar sus productos en un mal momento pero después de tantos años de perseverancia merecen esta oportunidad, sobre todo cuando se trata de un mando tan personalizable como este. Un mando con el que temo que se nos acabaron las excusas por ser unos mancos y culpar a este de nuestros torpes dedos.