El juicio del carnicero

La búsqueda eterna de la perfección, una idea intocable que permanece en lo más alto de los estándares, de donde no se puede bajar, y a la que parece que todos quieren aspirar. Marcarte como objetivo la perfección absoluta posiblemente acabe derivando en resultados bastante más alejados de lo que se esperaba, pues aspirar a no cometer ni el más mínimo fallo es nada más ni nada menos que una utopía. En el trabajo, en la vida, en las amistades, en todos estos ámbitos no podemos, ni debemos, esperar que todo salga al dedillo, tal y como lo imaginamos en los escenarios irreales creados en nuestra cabeza, primero porque nos puede afectar ver que no se cumple lo que queríamos, y segundo, pero no menos importante, no es justo para las partes implicadas. No es justo que desde un prisma individual juzguemos si algo está bien o mal solamente porque no es perfecto, sin abrazar el proceso y los errores que se han cometido, pero que siguen formando parte del conjunto, no es justo que a raíz de ello critiquemos y marquemos estándares inalcanzables para situaciones venideras que jamás se podrán cumplir. No es justo esperar la perfección, no debemos de buscarla.

En una industria tan multidisciplinar como es la del videojuego, la crítica de los mismos, donde me incluyo, tiende a desgranarla y juzgar individualmente cada una de las partes para justo después luego valorar el conjunto de las mismas, mas si no se alcanza la perfección en cada una de estas, solemos condenar y criticar a dicha obra, todo en base a nuestros estándares y lo que entendemos que debe de ser. Tal vez este no sea el proceso correcto, pues a juegos como Valkyrie Elysium les afecta de manera totalmente injusta.

Soy el primero que ha pecado de caer en este tipo de críticas, y es algo que me gustaría replantearme e intentar enfocarlas de otra manera, un proceso de construcción que espero completar en poco tiempo con artículos como el de Ricardo Guerrero en esta casa y el de Nix en TodasGamers. Y desde el prisma de haber jugado Valkyrie Elysium y posteriormente leer los análisis al respecto, he visto que se continúa realizando la misma crítica de siempre, una en la que no se valora la obra, se valoran partes de la misma, despiezada sin sentido alguno, solo para volver a juntarlas como buenamente se puede e intentar sacar una imagen global que sirva como análisis de conjunto, y en todo este proceso se pierden grandes puntos a tener en cuenta no solo del juego, sino del propio análisis, pues, irónicamente, se acaba encontrando en el mismo lugar que el título objetivo, encontrándolos divididos en partes, intentando salvar la imagen final en los últimos tramos del análisis.

Es por ello que cuando producciones similares a Valkyrie Elysium salen al mercado, una donde no hay el presupuesto de las grandes producciones ni tan poco como la de los estudios independientes, se les termina juzgando como las primeras, y nos olvidamos del contexto en el que se desarrolló la obra, y esto no puede ser así.

Valkyrie Elysium

El combate es uno de los puntos fuertes del título, haciendo gala de un sistema de fortalezas y debilidades elementales muy clásico pero funcional.

Cuando entramos a Valkyrie Elysium vemos un juego de Soleil que recoge el testigo de la saga Valkyrie Profile 15 años después de su último lanzamiento, un desarrollo que se aleja de la jugabilidad original para actualizarla y traer un sistema más cercano a Hack and Slash, donde los combos, el frenetismo y las combinaciones de ataques son la piedra angular del título, algo que caracteriza bastante a otra empresa auspiciada bajo el ala de Square Enix, Platinum Games, y del que seguro que han apuntado alguna que otra coseja. Los primeros compases del título se sienten muy impactantes, pues en los combates nos acabamos metiendo de lleno e intentando encadenar el máximo número de golpes, ya que una vez que hemos acabado con el enemigo, gracias al “gacho”, nos iremos velozmente a por nuestra próxima víctima, a la cual le podremos seguir dando de golpes en el aire por muy lejos que la mandemos gracias de nuevo a esta mecánica.

Valkyrie Elysium

Esto va más allá cuando entramos a los combates contra los jefes, especialmente aquellos más veloces o con una movilidad mayor, pues nos iremos moviendo de un lado al otro del mapa con una velocidad pasmosa, sin perder ningún momento el ritmo y teniendo que tomar más decisiones aparte de correr de un lado a otro y golpear. El frenetismo que se llega a alcanzar en los mandos no tiene parangón, y se siente sencillamente maravilloso, pero esto no quita que tenga sus pequeños flecos a revisar, ya que mientras nos movemos por los amplios mapas nos irán apareciendo hordas de enemigos los cuales, aunque podremos liquidarlos con mayor o menos solvencia, se acaban sintiendo cansinos y alargan un poco la experiencia completa debido a la cantidad y resistencia de los mismos. Cabría esperar que con el buen repertorio de armas y los movimientos que podremos ir desbloqueando la experiencia mejorase, pero temo que no alcanza a cubrir un juego tan amplio, y al final sigue cayendo por su propio peso.

Autofidelidad y consciencia

Valkyrie Elysium

El gameplay, una de las múltiples características presentes en los videojuegos pero de las más únicas, es sin duda alguna su punto fuerte, y el resto de apartados están diseñados para acompañar y dar un por qué al mismo, como una historia con personajes atractivos y un estilo gráfico peculiar. Si entrásemos en ese modelo que he mencionado posiblemente sentiríamos que Valkyrie Elysium es “peor” de lo que realmente es, pero el problema y la razón por la que he llegado a esta conclusión es porque este juego no es malo como he podido leer en otros lados, donde se juzgan una por una sus partes y se dicta sentencia a las mismas, pues de esta manera el resultado es mucho más punitivo. Las sensaciones a los mandos han sido muy buenas, he disfrutado aunque se me hiciese pesado, y en esos momentos más duros me dedicaba a probar nuevas armas o investigar posibles combos de las que ya conocía, y es por ello que me parece un título muy disfrutable, que sabe superarse en sus valores individuales aportando una experiencia completa decente.

Valkyrie Elysium sabe lo que quiere ofrecer, y aunque cojea en algunas decisiones, se mantiene fiel a sí mismo como producto y reluce en los momentos clave, mostrando que se pueden hacer buenos juegos que no busquen el camino de la perfección impoluta. Intentemos dentro de lo posible evitar este tipo de análisis similares a los juicios, separar a los acusados y dictaminar su destino para dar un veredicto final que dependa de ello en vez de ver todo el conjunto, pues no es algo justo, y temo que nos estamos dejando atrás a muchas obras.


Esta crítica se ha realizado con un código de descarga para PlayStation 4 cedido por PLAION.