Novedades en forma de archipiélagos y simulaciones más realistas

Nunca he sido un seguidor empedernido de la saga Trópico. Sí, he probado de forma esporádica anteriores entregas, pero nunca me he dedicado en cuerpo y alma a esta franquicia, al contrario que sí he hecho con otros títulos de estrategia, bien en tiempo real, como puede ser Cities Skylines, o bien por turnos, como Civilization. Debido a esto, cuando surgió la posibilidad de analizar Trópico 6, tenía la oportunidad de ajustar cuentas con el producto de Kalypso Media. Retrasado desde el mes de enero hasta finales de marzo para pulir los últimos detalles, a pesar de tener beta cerrada el año pasado y haber estado disponible para aquellos que precompraron el título, el tiempo ha dado la razón al estudio. Antes de comenzar con el análisis como tal, indicar que Meridiem Games, distribuidora en España del juego, además de proveer la clave (como siempre indicamos al final de los análisis), también nos ha proporcionado acceso a la versión final del título, además de códigos de trucos para poder acelerar las partidas y poder probar un mayor número de situaciones.

Una de las mayores novedades es, en primer lugar, la presencia de varias Islas en algunos de los mapas disponibles, haciendo que la planificación de las infraestructuras sea bastante más compleja, ya que por más que nuestra primera Isla funcione de forma eficiente y vaya viento en popa, una vez no tengamos más espacio al que dar uso, la expansión a una nueva Isla puede ser complicada, no solo porque hasta cierto punto supone “volver a empezar de 0” en casi todoso los términos. Conectar a la red eléctrica los nuevos edificios o conseguir habitantes para esa nueva zona (si está muy lejos del resto, solo los habitantes más ricos podrán permitirse el transporte, salvo que impulsemos decretos de Transporte Gratuito, lo cual puede dañar nuestras arcas de forma considerable, o utilicemos Trasnposrte Público) son solo algunos de los detalles con los que habrá que lidiar para expandirnos.

Sin embargo, a nivel mecánico, y comparando con mis vagos recuerdos de Trópico 5, es que la simulación de los Tropicanos, habitantes de las Islas, es, pese a ser ya muy detallada en la anterior entrega (con datos y aspectos detallados de forma individual, ideología, ingresos, etc…) ahora es aún más completa, afectando, por ejemplo, a la producción en primer lugar, ya que los edificios solo funcionarán si el trabajador se encuentra físicamente en su lugar de trabajo. Este simple detalle hace que el comienzo sea ya más complejo, ya que dependemos de la disponibilidad de constructores para crear nuevos puntos de producción o casas. Aun así, y por más que esta sea una novedad que, siendo francos, no es algo nunca visto (por ejemplo, Cities Skylines ya lo incorporó), pero lo que sí da a Trópico 6 un punto diferencial, al igual que lo ha tenido siempre la franquicia, es el aspecto político, mucho más profundo.

El motor de las Islas es la lucha de clases

A través de las cuatro Eras que podremos ver a lo largo del juego (Colonial, Guerras Mundiales, Guerra Fría, o Moderna), siempre tendremos que estar pendientes de nuestra aceptación como Presidente por parte de los habitantes, atendiendo a las peticiones de las diferentes facciones para perpetuar nuestra estancia en el poder (o de lo contrario, perder la partida), teniendo en ocasiones que aceptar consignas de los enemigos que hayamos elegido, ya que contentar a todas las partes es imposible, únicamente por instinto de supervivencia. Y es que, por suerte, las relaciones políticas no se reducen solo a construir determinados edificios para contentar a la población y emitir decretos que beneficien a la ciudadanía, sino que también implican a las rutas comerciales, a las políticas de alianzas con las potencias mundiales del momento (eligiendo entre las potencias Aliadas o las del Eje, el Bloque Occidental o el Bloque del Este…) y cada detalles interactuará de alguna forma con cualquiera de las facciones disponibles, que en función de la etapa histórica en la que nos encontremos, variará desde los Religiosos hasta los Ecologistas, pasando por Capitalistas y Comunistas, junto a influencias externas como la Corona o Rusia. Ante las elecciones, podemos optar por ganarlas limpiamente, coaccionar a nuestros votantes (o bien limitar desde la propia constitución quién puede o no votar), eliminarlas o adelantarlas. Muchas opciones que poco o nada difieren de la realidad, ¿no?

Como recomendación, de cara a aquellos menos expertos en la saga (más allá de completar los Tutoriales, ejecutados como si de una partida normal se tratara, con objetivos marcados y plenitud de recursos), es optar completar las Misiones en primer lugar, cada una con sus diferentes metas y contextos y que nos servirán para acostumbrarnos a las novedades, que además de las nuevas Islas (con el correspondiente sistema de puentes y conexiones) y la simulación más realista de los trabajadores, Trópico 6 incluye la posibilidad de robar monumentos y maravillas del mundo, un sistema de investigación al más puro estilo Civilization VI o la posibilidad de adecuar a nuestro Presidente a nuestro gusto, tanto en aspecto visual como en los discursos, mecánica que está de vuelta. Una vez hechos a los nuevos sistemas, el paso lógico es dar paso al modo Sandbox, en el que desarrollaremos nuestro Archipiélago a nuestro gusto por completo.

Antes de dar paso a las expectativas de futuro para el juego y la conclusión que se merece, tengo, por un lado, que lanzar una pequeña puya al apartado gráfico del título, que se maneja de forma excepcional en las cinemáticas y en vistas poco detalladas, pero que no está a la altura en cuanto acecamos la cámara para observar con más detalle a nuestros fieles Tropicanos. Sí, no es algo imprescindible ni necesario, pero es algo que podría haberse incluido, aunque entiendo que desde Kalypso Media hayan preferido priorizar otros aspectos del juego. Desde luego, en el otro lado de la balanza, se encuentra el apartado sonoro, que no solo afecta a su banda sonora que nos trasladará al Caribe, sino a todos los diálogos, perfectamente doblados al castellano y que ayudan enormemente a la inmersión. Mención aparte, por supuesto, al sentido del humor que derrocha en todo momento, desde las intervenciones de Penúltimo, nuestro más fiel asesor, hasta las curiosidades que aparecen en las pantallas de carga.

De cara al futuro, podemos esperar expansiones y DLCs como ha ocurrido anteriormente en la saga, pero también se puede decir que, en el momento de su lanzamiento, Trópico 6 es el más completo en todos los sentidos. Evidentemente, no he tenido en cuenta para este texto problemas reconocidos por el estudio que aseguran que estarán solucionados en el lanzamiento (que afectan al Multijugador, algunos problemas de rendimiento, el orden de las campañas o simples errores), que llegaban a modo de advertencia, pero una vez pulidos, podemos estar más que contentos, ya que el juego tiene ya confirmado soporte para Mods a través de Steam Workshop. Las versiones de consola llegarán este mismo año, pero en ese sentido no pueden compararse a la plataforma en la que esta franquicia es un clásico, y por motivos más que evidentes.

El Presidente está de vuelta

Trópico 6 no supone en ningún momento un paso en una nueva dirección. No obstante, con su lanzamiento Kalypso Media refina y pule conceptos ya vistos en anteriores entregas trayendo de vuelta algunas mecánicas, incorporando otras nuevas y, en definitiva, apostando por una simulación más realista sin dejar por ello de ser Trópico, con su humor, su profundidad y contenido hasta que quememos el juego por completo.


Este análisis se ha realizado con una clave para la versión de Steam cedida por Meridiem Games