Decir adiós

Todo viaje tiene un inicio y un final, y aunque de primeras este trayecto nos puede parecer lineal o plano, no es para nada cercano a la realidad. Los imprevistos, las cancelaciones y los problemas ponen a prueba la entereza de cada uno, desafíos que han de superarse si decidimos continuar avanzando por ese camino. La odisea que significa el lanzamiento de un videojuego perfectamente cabe en la descripción que he dado, desde su mismo desarrollo hasta saber cuándo y cómo darle el golpe final para dejarlo marchar. Hay quienes, por desgracia, se quedan en alguno de los procesos, quienes nacen con unas expectativas demasiadas altas o quienes caen en el olvido, pero estos no son los casos de los que hablaremos, pues el pasado 16 de mayo terminó lo que se puede considerar uno de los grandes hitos de la industria de los videojuegos, pues tras justo nueve años desde su salida llegaba la que sería la última actualización para Terraria con el acertado nombre de Journey’s End, el final de un viaje.

Oasis

Nos encontramos ante la cuarta gran actualización de contenido y una de las más grandes en todos los aspectos, digna de poner la guinda sobre el pastel. Las mejoras se han realizado en todos los niveles posibles como podemos ver en el extenso changelog. Posiblemente uno de los principales pilares de la actualización resida en los casi 1000 nuevos objetos disponibles, llegando así hasta los 5000 totales desde armas y muebles hasta métodos de transporte, como las minecarts o los tiburones de lava, sin dejar de lado los nuevos mobs, entre los que encontramos 2 jefes y otros dos minijefes. En el apartado jugable también encontramos añadidos para mejorar la experiencia del jugador tanto en la inmersión del mismo en el mundo, incluyendo nuevos fondos para los biomas o una mayor sensación de vida con el movimiento de las plantas o árboles, como en el apartado jugable, remodelando algunas mecánicas que se antojaban arcaicas, sobre todo en el aspecto de la construcción.

Menu

El menú para la dificultad

Otra de las principales peculiaridades de esta actualización para Terraria son sus dos nuevos modos de juego: Master y Journey. Mientras que el primero solo consiste en un mayor aumento de la dificultad para todos aquellos que deseen disfrutar de un reto, la propuesta del segundo es sin duda bastante más interesante, pues le da una vuelta casi completa al significado de los modos más convencionales. Este se centrará en facilitarnos la capacidad de que amoldemos el juego a nuestras expectativas en todos los sentidos. Dispondremos de diversos paneles desde los cuales controlaremos absolutamente todo el mundo, pudiendo, por ejemplo, elegir la cantidad de lluvia que queremos o ajustar la dificultad al milímetro. Podríamos considerarlo un modo creativo debido al poder que el jugador tiene a la hora de modificar su mundo, pero no es lo más acertado pues el objetivo es modificar la experiencia del juego según quieras, pero manteniendo la esencia original de la exploración y la aventura.

A todo esto le debemos de sumar algunas adiciones menores pero no por ello menos importantes, como el bestiario en el que recopilar los diferentes seres que enfrentemos, las catorces nuevas canciones o el remodelado en los npcs, quienes cuentan ahora con nuevos niveles en la felicidad. Por último, cabe destacar el “regalo” a la comunidad hecho por los desarrolladores, quienes, habiendo lanzado su última muestra de cariño en este dlc, han decidido incluir la herramienta definitiva para la creación de mods gratuitamente, y es ni más ni menos que tModLoader. Este acto de confianza deja en manos de los jugadores el futuro inmediato y a largo plazo del propio juego, dando la posibilidad de que, de aquí a dentro de unos años, siga habiendo contenido de manera continua, alargando más aún la vida útil del mismo.

Decir adiós es difícil, y más siendo Terraria, una obra a la que se le ha dedicado tanto tiempo y cariño, trabajo y esfuerzo. Su epopeya no ha sido la más fácil, con proyectos tan interesantes como Terraria: Otherworld viéndose cancelados (aunque en esta campaña en change.org intentan rescatarlo), con tantos años de trabajo tanto para corregir bugs como para desarrollar nuevo contenido, pero si algo dejan claro es que todo este esfuerzo no caerá en saco roto, pues dejan un legado enmarcable tanto en la comunidad como en la historia de los videojuegos, un legado que de ahora en adelante no dejará de crecer gracias a sus fans.