Pronto entrevista con el CEO de la competición

Durante la Gamescom, no todo son citas para presentar nuevos títulos y conocer de primera mano aquellos ya conocidos, sino que también existen otras áreas que se promocionan en la feria alemana, como es el caso de los eSports o deportes electrónicos, que gozan cada vez de una mayor popularidad dentro y fuera de la industria del videojuego, y prueba de ello son iniciativas como la League of Professional eSports (o LPE), que tuvo su presentación el primer día de la feria, en el Hotel Maritim de Colonia, evento al que fuimos invitados.

Tras un pequeño retraso en el comienzo de la conferencia (comprensible por otro lado, ya que gran parte del público venía de Gamescom y al coincidir con reuniones, algunos se retrasaron, lo cual provocó la tardanza en el comienzo), comenzó el evento como tal. Tras un par de pequeños vídeos introductorios, salieron al escenario las cabezas visibles del proyecto: Xavier Cortés (CEO de la empresa), Sarine Balasanyan (Head of Marketing) y Daisuke Umemoto (directivo de Akatsuki Inc., principal aliado financiero y estratégico de la compañía) en la que explicaron, respectivamente, el origen de la idea detrás de la LPE, el objetivo de esta nueva competición así como el origen de la colaboración con la multinacional japonesa. Pero la parte principal, el concepto de la liga así como los alicientes para el resto de agentes participantes (espectadores, participante, patrocinadores, etc…) se hacía de rogar aún.

El principal punto sobre el que se hizo hincapié fue la diferencia que existe actualmente en el “deporte tradicional” y los eSports, centrándose especialmente en el perfil medio del seguidor de ambas disciplinas y en las diferencias que existen entre ambos ejemplos. Para ello, desde la LPE proponen crear una competición que sirva de enlace entre el nivel amateur y el profesional, respaldada por organizaciones estables y con renombre (clubes deportivos, no solo de fútbol, aunque fueran los que se mencionaran posteriormente) para poder crear, además de jugadores que puedan el salto el día de mañana, una afición que además de apoyar a su equipo de fútbol o baloncesto, también sea hincha de la vertiente de deportes electrónicos, sin tener que estar ésta ligada al deporte en cuestión, sino que pueda abarcar más áreas.

Para lograr todo esto, algunas de sus normas implican que al menos un jugador de cada sección (por juego) incorpore al menos un jugador del mismo país que el equipo, una selección de juegos para la competición que promuevan la no violencia, la igualdad y la inclusión, así como temporadas de amplia extensión (más de 6 meses de duración, para garantizar una mínima estabilidad) y un periodo cerrado de fichajes. Esta primera temporada de la competición comenzaría en 2019, con los detalles finales previstos para revelarse a finales de este año, entre octubre y noviembre.

Desde luego, el hecho de que nombre como el Barcelona, Ajax o Galatasaray, clubes clásicos del deporte rey, hayan querido embarcarse en esta aventura da por lo pronto buenas sensaciones respecto al futuro de la LPE y su viabilidad (teniendo en cuenta que pretenden repartir unos 500.000 dólares en premios en su primera temporada, están apuntando alto), pero además algunas de sus propuestas son muy interesantes, como el hecho de enfocarse a hacer las veces de puente entre torneos amateur y el más alto nivel, un nicho ahora mismo vacío en el sector y que podría tener mucho potencial, no solo a nivel económico (por la potencia de las marcas asociadas) sino también por la posibilidad de empezar a formar jugadores desde una temprana edad. Este punto, en ocasiones pasado por alto, es el factor determinante que en ocasiones genera falta de disciplina y problemas de toxicidad en jugadores que deberían ser una referencia para el resto, dada su posición.

A falta de conocer todos los detalles de la competición, la perspectiva de una liga a nivel mundial de varios títulos diferentes, con experiencia en el sector (no debemos olvidar que Xavier Cortés ha trabajado en Esportia) y aliados con mucho potencial, a lo que solo falta ver si las perspectivas de seguimiento que han planteado se cumplirán y estaremos hablando de la League of Professional eSports durante años.