Posible melocotonazo
La princesa Peach es un icono de la cultura popular prácticamente al mismo nivel que Mario. Pese a ser reconocida por todo el mundo, es sorprendente que apenas haya títulos en la que pueda brillar como protagonista. Princess Peach Showtime! nos pilló a todos tanto con un sentimiento de sorpresa como de que ya iba siendo hora, aunque quizá no llegue a ser lo que esperábamos. Tuvimos la oportunidad de asistir a una presentación del juego previa a su lanzamiento y de paso probarlo, y parece que va a ser un título que, pese a no ser nada rompedor, considero necesaria su existencia.
El juego tiene lugar en un teatro, así que la presentación no podía ser en otro sitio. Decorado de lazos, monedas y cartones con los diferentes trajes, la ambientación acompañó muy bien al juego que más tarde pudimos probar. Además de ponernos el tráiler y recibir una pequeña explicación de la aventura, el evento se centró en un par de entrevistas a personas que habían tenido que enfrentarse a situaciones difíciles, “transformarse” para cada ocasión y así salir victoriosos.
Todos ellos han pasado por momentos de transformación personal en situaciones muy adversas, pero la confianza en sí mismos es lo que les ha llevado a seguir adelante. Si bien no es un mensaje con el que esté muy de acuerdo, no seré yo el que lo discuta. Peach, por su parte, se va a enfrentar a momentos de crisis en las que tiene que tomar partido. Cada nivel se divide en una obra teatral y tendrá que encarnar a uno de los personajes para solucionar el embrollo. Para ello, hará uso de los trajes específicos de cada representación, con mecánicas y jugabilidad únicas. Desde hacer una tarta gigante hasta infiltrarse en una aldea como un ninja, la aventura de Peach la lleva por escenarios cambiantes y refrescantes (aunque quizás en los trailers nos hayan enseñado más de la cuenta).
Por lo que he podido probar, ese cambio constante de las mecánicas tiene una cosa muy buena y otra no tan buena. Cada nivel es una historia distinta y se siente como tal, consiguiendo ponernos sin parar en papeles distintos sin que llegue a agotar. Si ese cambio no se diese a nivel jugable, sería simplemente Peach poniéndose trapitos. Por otro lado, los niveles suelen ser bastante cortos, por lo que esas mecánicas se han simplificado enormemente. Todo se puede hacer con un par de botones y se nota que son versiones descafeinadas de conceptos que darían para más en otro contexto. Va directo, pantalla tras pantalla sin parar, y el progreso a lo largo de las representaciones se va viendo a través de coleccionables que encontremos, como si fuera un Yoshi. No sé hasta qué punto podrá llegar a agotar estar cambiando el tono una y otra vez, pero el juego no parece pedir sesiones largas para disfrutarlo.
El mensaje de que Peach es una mujer fuerte e independiente que no necesita ser salvada está muy bien, pero quizá meterla en el juego más infantil de todos no sea la mejor decisión (o la que yo hubiese tomado). Me explico: el juego está orientado para niños. Que haya juegos para los más pequeños es súper necesario y algo que necesitamos a la de ya, porque es un sector de la población al que las empresas ponen el ojo si pueden explotarlos laboralmente o hacerles insensibles a las apuestas digitales y demás malas prácticas. Parece que, como son niños, solo pueden recibir títulos de calidad ínfima o free-to-play con ganchos psicológicos chungos, y eso tiene que cambiar. En ese sentido, el juego es increíble, porque para lo que un adulto son niveles cortos con mecánicas muy simples que se pasan volando, para un niño es un juego donde haces de todo. Los niños no son tontos y además cuentan con una imaginación desbordante, por lo que darles un juego pulido, entretenido y con tantas posibilidades les es fascinante.
Por otro lado, me da un poco de lástima que sea una experiencia tan “floja” si tu edad tiene más de un dígito. Llevamos años pidiendo que la princesa sea la protagonista de alguna forma, porque no deja de ser uno de los personajes más importantes del medio. Y no, que un juego sea para todos los públicos no significa que vaya a disfrutarlo igual que una niña de cuatro años. No me entendáis mal, el juego también tiene jefes y muchas cosas más, no es pasar de pantalla sin parar, pero se siente demasiado blando. Mientras que Super Mario Bros. Wonder es capaz de acoger a todo el mundo y ser una experiencia de sorpresas constantes, o Kirby en la Tierra Olvidada es un juego tan agradable que te da igual su complejidad mecánica, Princess Peach Showtime! podría haber dado un poco más de sí. No deja de ser una queja de viejo, todo sea dicho. Me alegro mucho de que juegos como este existan, y ojalá venda un potosí y hagan más juegos así, que hacen falta.