Del dicho al hecho hay un trecho

Tal y como la empresa nos tiene acostumbrados, el pasado jueves 1 de marzo la división española de PlayStation anunció a través de sus redes sociales, un mes más, los títulos que se sumarían al servicio de suscripción mensual PlayStation Plus, necesario para poder disfrutar de las características online de los juegos de PS4. Entre las propuestas reveladas, nos encontramos con aventuras realmente sobresalientes como Bloodborne o Ratchet & Clank, que cualquier abonado podrá disfrutar a partir de este martes 6 de marzo sin coste adicional. No obstante, no todo fueron buenas nuevas, pues Sony Computer aprovechó la ocasión para anunciar ciertas reformas en el servicio que, desde luego, no llovieron a gusto de todos.

Entrando en materia, parece ser que, a partir del 8 de marzo de 2019, PlayStation Plus dejará de dar soporte tanto a PS3 como a PSVita, lo cual significa, en otras palabras, que a partir del año que viene el servicio dejará de existir en ambas consolas (que, recordamos, no precisan de éste para sus funciones online). Se trata de una decisión que, inevitablemente, discrimina a la generación anterior e incita al conformismo, pues la compañía pasará de ofertar los seis o siete juegos a los que nos tienen acostumbrados a ofertar únicamente dos para PS4, tal y como un representante del estudio dio a conocer en una reciente entrevista publicada por Polygon. Pero lo peor de todo esto es que, aún siendo consciente de todo lo que implica, estoy a favor de la decisión tomada por Sony.

 

PlayStation Vita PSVita

En primer lugar, me gustaría dejar claro un punto que, en mi opinión, no se ha tratado con la importancia que debería, y es que los afiliados al servicio podremos seguir disfrutando de todos los juegos mensuales que ya hayamos canjeado anteriormente, que se mantendrán en nuestra Biblioteca, accesibles en todo momento. Es un dato muy importante, pues, en cierto modo, con PlayStation Plus Sony ya ha exprimido todo lo que podía exprimir el catálogo de ambos sistemas, regalando decenas de triples A y de propuestas first-party (siendo PSVita la gran beneficiada en este sentido, cuyos usuarios han podido disfrutar de prácticamente todo su catálogo sin coste adicional). Prueba de ello han sido estos últimos meses, en los que el estudio ya ni siquiera sabía qué ofertar, dándonos títulos indies a casco porro y entregas verdaderamente mediocres, como es el caso de Mighty No.9.

Con una estrategia basada en la masificación y en la publicidad abusiva, Sony lleva meses mirando al futuro, y consolas como PS3 y PSVita, cuya base de usuarios es ínfima al lado de la de PS4, son ya poco más que un lastre para la entidad. Siguiendo el calendario, a nadie debería de extrañar que en un par de años, tres a más tardar, nos encontremos con una nueva generación, mucho más enfocada en tecnologías como la realidad virtual y en volver a cumplir el eterno mito de los 4K nativos/60fps en todos los juegos. PlayStation 3, por su parte, ya tiene 12 años a sus espaldas, contando con una producción que ya cesó hace más de un año. Creo que estaba claro que el fin de este apoyo iba a parar algún día, pero, personalmente, nunca pensé que fuese a extenderse a lo largo de tanto tiempo.