Carreras callejeras y polis contra ladrones

Hace unos meses nos enteramos de que EA estaba trabajando en un nuevo proyecto de la franquicia Need for Speed del cual no se tienen ni noticias, ni nombre ni nada, solo un pequeño detalle que puede ser de gran importancia para los jugadores que quieran volver a la franquicia después de las críticas que se llevó el último capítulo lanzado, Payback. Y es que, EA afirma que el juego volverá a la fórmula que dio muchísimo impacto a la saga: la fórmula de persecuciones entre policías y ladrones. La obra de 2017 pasó de centrarse en ese sistema de persecuciones a un juego en el que lo que más importaba era la narrativa, si, la narrativa. Este fue un paso en falso de la compañía ya que no debemos olvidar que estamos hablando de un juego de conducción, y aunque no sea un simulador en el que hasta el más mínimo detalle debe estar pensado para ofrecer una experiencia realista, una historia de venganza no es lo más indicado para un juego de carreras.

Si pensamos detenidamente, coches, y venganza son los argumentos principales de cierta franquicia de películas en las que un señor calvo reparte guantazos a diestro y siniestro, si, hablo de Fast and Furious 4, una película que supone el principio y el fin de dos géneros dentro de la misma saga, las carreras urbanas, como las películas anteriores, y las películas de acción, como todas las siguientes. Pero no estamos aquí para hablar de películas sino de videojuegos, pero es de obligado cumplimiento hacer esta comparación, ya que Payback podría haber supuesto esa separación de dos sagas distintas dentro de la misma franquicia. No obstante, esto no será así. Por suerte.

No me malinterpretéis. Personalmente, me gustó mucho Need for Speed Payback, pero sí que es cierto que una vez que has jugado al Most Wanted, por poner un ejemplo de la fórmula antigua, se te queda un poco corto en cuanto a lo que más ilusión hacía del juego. Las sagas de videojuegos deben evolucionar, sobre todo si tienen varias entregas a las espaladas, y el mejor ejemplo de ello es Assassin’s Creed, pero en el momento en el que mezclas dos aspectos que apenas pegan entre ellos, como narrativa y conducción, puedes darte un buen batacazo, no obstante, siempre hay tiempo para recoger cable, y eso, en principio, es lo que van a hacer con el nuevo Need for Speed.

Las carreras callejeras me llaman mucho la atención. Siempre lo han hecho. Por eso todos los juegos de conducción que tengo y que he jugado han sido arcade, además de que en los simuladores soy muy malo. En los arcade lo que prima es ante todo la libertad, pero no necesariamente la que ofrece un mundo abierto, sino la de poder personalizar absolutamente todos los aspectos de tu coche, si necesidad de saber sobre ingeniería, o de poder correr de una forma u otra, más o menos agresiva, intentando no armar mucho estropicio o ser el Pierre Nodoyuna de la carrera, y, sobre todo, marcar tu propio recorrido por las calles dentro del área delimitada para la carrera. Asumo, esta decisión sería la más acertada de cara al futuro de la saga, policías y ladrones es lo que dio consistencia hace unos años a este videojuego y es posiblemente lo que se la devuelve, por lo que muchos ya estamos impacientes por ver el resurgir del ave fénix de los arcade.