Una continuación digna, casi dos décadas después
Podría decirse que mi experiencia con la saga Ninja Gaiden comienza en 2025. Hace unos años, jugué la trilogía original de la NES y SNES, y decidí dejarme la trilogía moderna para otro momento. Fue a principios de este mismo año, al anunciarse Ninja Gaiden 4 junto al lanzamiento sorpresa de Ninja Gaiden 2 Black (y con Ragebound también en el horizonte), cuando “me puse al día”. Unas semanas después, el Ninja Gaiden de 2004 se había convertido en uno de mis juegos favoritos de la historia, y Ninja Gaiden II en un juego de acción que, aún pareciéndome inferior a su antecesor, disfruto mucho.

Hasta llegué a jugarme las versiones Sigma y Black de cada uno, pasándome como consecuencia cada título un total de tres veces seguidas. Finalmente jugué Ninja Gaiden 3, y entendí perfectamente por qué la saga había estado criogenizada durante más de 10 años. Ahora, con la llegada de Ragebound y un Ninja Gaiden 4 oficial en el mismo año, parece que la saga quiere volver por la puerta grande. Pero, dejando las batallitas de lado, estamos aquí por la cuarta entrega, así que romperé el hielo dejando claro que es exactamente lo que se esperaría de una continuación de Ninja Gaiden II…para bien y para mal.
Un ninja nuevo en la ciudad
Lo más destacable de Ninja Gaiden 4 es la llegada de Yakumo, un nuevo protagonista que se encuentra en la misma posición que Nero en Devil May Cry 4. Creo que jugablemente es maravilloso, actualizando el estilo de combate de Ninja Gaiden II con el añadido de las armas de sangre, las cuales tendrán dos formas diferentes que podremos ir intercalando en combate, al estilo Bloodborne. Por lo demás, se mueve exactamente igual que Ryu en la segunda entrega de 2007, con animaciones un poco diferentes y una mayor fluidez como consecuencia de los casi 20 años que han transcurrido desde entonces.
Más allá de estos detalles y de algunas herramientas para explorar el mundo como el gancho (aunque solo las utilizaremos en puntos concretos), la jugabilidad no dista mucho de lo visto en Ninja Gaiden 2 Black a principios de año. Por tanto, voy a suponer que cualquiera que esté leyendo esto no necesita una explicación detallada sobre los desmembramientos, técnicas de obliteración y cosas similares, que siguen siendo ideas igual de divertidas y satisfactorias. Aún con todo, Yakumo no me ha convencido al 100% como protagonista. Pero antes de hablar de mi opinión sobre él como personaje, quiero poner las cosas en perspectiva.
Antes he mencionado a Nero de DMC 4, porque es el caso más parecido al de este juego dentro de su mismo género. Sin embargo, Yakumo en realidad es como Raiden en Metal Gear Solid 2. La diferencia se encuentra en que, mientras que en DMC 4 seguimos jugando con Dante durante más o menos la mitad del juego, en Ninja Gaiden 4 solo estaremos con Ryu durante unas dos o tres horas de las entre 12 y 15 totales de la historia principal. El paralelismo con Raiden es evidente, ya que en Sons of Liberty también jugábamos con Snake durante tan solo un par de horas o menos.
El concepto como tal no me molesta (de hecho Raiden y Nero son dos personajes que me encantan), pero su ejecución, honestamente, deja mucho que desear. En primer lugar, esto no se trata de que a mí personalmente me guste Ryu Hayabusa. Creo que no se puede ser fan de Ninja Gaiden sin que te guste Ryu, al igual que nadie es fan de God of War o Devil May Cry sin que le gusten Kratos o Dante. Pero la clave a la hora de cambiar de protagonista es crear diferencias palpables en su personalidad, y Yakumo es exactamente igual que Ryu: un ninja duro de roer que mola mucho y que no expresa ninguna emoción excepto en escenas concretas.
Si a esto le sumamos que su diseño, aunque no está nada mal, no me convence del todo (parece más un personaje de Code Vein que de Ninja Gaiden), no entiendo por qué no se ha hecho un juego con un Ryu más joven, por ejemplo. Siento que Platinum Games ha querido hacer lo mismo que Capcom, pero sin tener en cuenta que el nuevo protagonista debe diferenciarse del anterior en más cosas que en su aspecto o estilo de lucha (para eso ya tenemos a varios secundarios). Además, creo que sugerir constantemente en la campaña de marketing que las partes de Ryu no serían cortas y que tenía una especie de rivalidad constante con Yakumo roza la estafa.

¿Qué debería ser Ninja Gaiden?
Junto al sistema de combate excelente y al protagonista mejorable, tenemos niveles lineales con algunos desvíos que nos recompensan con objetos o combates extra, desafíos escondidos, una buena banda sonora, jefes desafiantes, una tienda en la que obtener objetos y habilidades (con el añadido de tareas secundarias que aceptar y entregar a cambio de dinero y experiencia) y….¿en qué año estamos? Todas estas cosas están muy bien, pero no son más que una repetición de lo que hacía Ninja Gaiden II en 2007, cambiando solamente la historia, la cual, aunque es importante, nunca ha sido el punto fuerte de la saga.
Me lo he pasado muy bien jugando Ninja Gaiden 4, y para nada creo que sea malo ni mediocre, ni está cerca de serlo. Pero todo lo que hace bien no es suyo, y ya lo hicieron Itagaki (que en paz descanse) y su equipo con la segunda entrega. Al igual que le pasaba a Borderlands 4, este juego tiene tanto miedo de ser tan mediocre como el tercero que decide ser un 2.5. Como ya dije con la obra de Gearbox, este juego es la tercera entrega que nos merecíamos…en 2012. En 2025, sin embargo, espero mucho más.
Siento que Ninja Gaiden, como saga, está atravesando una crisis de identidad, intentando ser como los clásicos con Ragebound y como los modernos con esta cuarta parte, olvidándose de que en 2004 triunfó porque era diferente a cualquier otra cosa. Ninja Gaiden II no me gusta tanto como el anterior, pero aún así me encanta que sea tan distinto, y hay personas a las que les gusta mucho más que el primero por todos estos cambios. Lógicamente, me esperaría que, para una tercera y cuarta parte, Team Ninja se hubiera atrevido a cambiar las cosas otra vez, que cada juego de la saga tuviera su propio estilo pero con una misma esencia.
En lugar de eso, Ninja Gaiden 3 y 4 solo quieren ser el 2 otra vez, y la única diferencia es que al segundo caso le ha salido mucho mejor que al primero.
La senda del AAA

Hay muchas personas que piensan que los AAA son, en su mayoría, juegos clónicos y repetitivos que no se atreven a hacer cosas diferentes de la misma manera que muchos indies o AA. Esto es algo con lo que no estoy de acuerdo en absoluto, y creo que si juegas estos títulos verás diferencias claras, además de que el arte siempre ha existido en base a la imitación. No obstante, si una de estas personas me señalase como ejemplo Ninja Gaiden 4, le daría la razón. Al igual que Death Stranding 2, Ghost of Yotei o Borderlands 4, el juego me ha gustado mucho y lo recomiendo, pero es una secuela demasiado continuista como para aspirar a más.
DOOM: The Dark Ages, Hollow Knight: Silksong y Silent Hill f son un claro ejemplo de que las secuelas pueden ser fieles a sus antecesores sin necesidad de ser tan continuistas, y son juegos que me gustan mucho más que los mencionados anteriormente justamente por eso. Ninja Gaiden 4 te encantará si te encanta Ninja Gaiden II (a mí me ha gustado al mismo nivel), pero será porque todas y cada una de sus partes resultan familiares, será porque sin darte cuenta ya estás predispuesto a que te guste antes de haberlo jugado. Me alegro de que la saga vuelva a estar en forma, y de que esta nueva entrega no sea mediocre, pero ojalá un futuro Ninja Gaiden 5 sea una secuela de verdad.
Esta crítica ha sido realizada con una copia para PC (vía Steam) adquirida por la propia redacción.

