Un camino con buena dirección

La industria del videojuego es gigantesca, y con cada día que pasa se dan pasos enormes al aumento de la misma, un crecimiento imparable que no tiene pinta de acabar nunca, y que en todo caso, solo crece por momentos. Los nuevos lanzamientos pueblan los mercados, tanto digitales como físicos, juegos que salen sin parar, ya sean títulos nuevos o remakes, expansiones de contenido o estéticas, un cómputo que tiene detrás a mucha gente, desde los mismos desarrolladores tras los juegos hasta los fans que disfrutan de los mismos una y otra vez. Este apartado es de vital importancia, sobre todo dependiendo de qué tipo de juego estemos hablando, pues el valor de un movimiento fan activo y fuerte no es igual en un producto individual con enfoque en la campaña y que es autoconclusivo que a la importancia que adquiere el movimiento de la gente cuando hablamos de juegos que buscan crear sagas o secuelas, o ni siquiera, solo aquellos con la idea de querer sacar contenido post lanzamiento y necesitan del apoyo de los seguidores. Pero muchas veces, por no decir casi todas, estas relaciones solo tienen un sentido, y es la necesidad de los desarrolladores del apoyo de los fans, y ya está, dejando de lado en algunas ocasiones las necesidades que estos últimos piden, pero no siempre tiene por qué ser así, y menos mal. El caso que nos trae hoy a aquí es el protagonizado por la reconocida desarrolladora miHoYo y su nueva actualización respecto a los productos fans o fanmade utilizando elementos de sus juegos, pues, aunque viendo la tónica general en otros lugares podría dar la sensación de que algo malo se viene, vemos todo lo contrario, ya que en este caso las normas al respecto se vuelven aún más flexibles de lo que eran anteriormente.

Fanmade

Antes de entrar a las nuevas medidas adoptadas por miHoYo respectos a los fanmade, es importante destacar cómo eran antes, pues ya había un buen trecho caminado que ha permitido realizar este avance de forma mucho más sencilla. Lo más importante es que miHoYo permite la distribución y venta de dichos fanmade con ciertas limitaciones, las cuales anteriormente eran 200 unidades para empresas y personas a título individual; estas restricciones se han visto relajadas cuando se trata de personas individuales, ascendiendo a un total de 500 antes de tener que declarar el producto, el cual tampoco posee ningún requisito, pudiendo ser desde camisetas hasta tarots de cartas, eso sí, siempre que la imagen de los juegos o la empresa no se vean perjudicados. Por si esto nos resultara poco, una de las nuevas decisiones por parte de la empresa es la de crear un canal accesible entre los creadores de contenido (todo tipo de contenido, no solo multimedia) y los desarrolladores para hablarles sobre sus fanmade o preguntar cosas al respecto, independientemente del grosor del proyecto, una ventana abierta donde resolver todas las dudas que se puedan tener a la hora de crear contenido relacionado con, por ejemplo, Genshin Impact.

Fanmade

Este conjunto de acciones apunta en la dirección correcta, pues retroalimentar tus títulos dando vía libre a quienes crean contenido a partir de ello no es solo beneficioso para los creadores de los fanmade, sino también para la propia miHoYo, quien se asegura tener una base de fans en torno a sus títulos, pero más importante que permitir la creación de contenido es abrir la veda para que se pueda generar dinero de ello, una oportunidad para los creadores de monetizar su trabajo debidamente. Tristemente esta no es la tónica general de la industria, donde vemos continuamente ataques a los creadores, aunque estos no logren sacar ni un mínimo rédito económico, una industria donde las empresas piden a los jugadores, pero a estos se les cierran todas las puertas.