El sindicato CSVI acusa al estudio madrileño de realizar «malas prácticas laborales»
La Coordinadora Sindical del Videojuego del sindicato CGT (CSVI-CGT) nos ha facilitado un comunicado en el que se expone lo que consideran unas condiciones laborales inadecuadas; y en las que incluyen despidos, crunch y «medidas excesivamente restrictivas»; que han provocado malestar en el equipo, creando dudas y «acabando con la posibilidad de mantener un ambiente de trabajo positivo».
Este mayo pasado, Mercury Steam lanzó Blades of Fire, un juego de acción y aventura en tercera persona centrado en la personalización de la experiencia de combate, a través de un sistema de forjado de armas. Según expuso la propia editora 505Games en julio, no cumplió con las expectativas de venta, declarando pérdidas de más de diez millones de euros. Un mes después de este anuncio, a finales de agosto, se producen los despidos de 18 compañeros –haciendo un total de 24 en los últimos meses–, supuestamente debido a no haber un volumen de trabajo que justificara el tamaño de la plantilla; sin embargo, varios equipos harían hasta 50 horas a la semana, estando durante meses en un régimen de crunch (situación en la que los trabajadores se ven obligados a dedicar más horas de trabajo de las estipuladas o legales en pos de acabar un proyecto, la mayoría de las veces ocasionado por una mala gestión o planificación de los tiempos de desarrollo); sumándose además a la precariedad laboral en la industria.
Según indica CSVI, excusándose en la situación de inestabilidad en la que se encuentran los estudios españoles, Mercury Steam ha adoptado medidas «excesivamente restrictivas» y «opresivas». Por una parte se han restringido todas las comunicaciones internas a únicamente aquellas relativas al trabajo, «apelando a la profesionalidad», implementando a su vez auditorías aleatorias a las comunicaciones de los empleados. El sindicato alega que esta limitación «conlleva una pérdida de compañerismo y cercanía entre los trabajadores, de las que han disfrutado durante años», y que «limita cualquier intento de organización para hacer frente a la situación». Adicionalmente, comentan que hay medidas que agravan el crunch del que hablábamos antes, como arrebatar la posibilidad de que los trabajadores disfruten libremente de sus días de vacaciones en varios meses del año; así como eliminando la opción de teletrabajar –tan importante para conciliar la vida laboral y personal durante estos periodos–; y mientras, se acumulan las jornadas de descanso compensatorias correspondientes a la Distribución Irregular de la Jornada, como dicta el art. 34.2 del Estatuto de los Trabajadores.
Estas denuncias por parte de CSVI se suman a la, cada vez más larga, lista de quejas recibidas por el estudio madrileño con respecto a su forma de tratar a sus trabajadores; sin retroceder en demasía, hemos visto cómo eran acusados de poner en riesgo la situación de sus empleados, haciéndoles acudir a la oficina al comienzo de la pandemia de COVID-19, o de eliminar de los créditos de Metroid Dread a un nutrido número de desarrolladores, supuestamente por haber participado en menos del 25% del proyecto.
El sindicato nos indica también que, desde el 14 de mayo de este año, cuentan con una sección sindical del estudio; y que ni siquiera han «recibido por escrito los grandes cambios que ha habido en nuestras condiciones laborales» incluso tras varias peticiones.