¿Por qué dices ese nombre?

Como jugador, un juego mediocre de vez en cuando me viene muy bien cuando me quiero poner los audífonos escuchando cualquier cosa mientras ocupo mis manos en otra cosa, casi como haciendo fidgeting. Sin embargo, como crítico, no encuentro que exista nada peor que ese juego que me deja tibio, sin poder apuntar nada particularmente bueno o malo del juego, haciendo que, las veces que me toca hacer un análisis de uno de estos títulos, tenga que usarlo de manera tangencial mientras aprovecho de hablar sobre otra cosa.

Martha is Dead¿Por qué digo todo esto si Martha is Dead es de todo menos mediocre? Principalmente como base para defender un juego que, pese a sus muchas imperfecciones, me entretuvo de principio a fin y, aunque me haya hecho llevarme las manos a la cara en más de una ocasión, también me mantuvo genuinamente enganchado en varias ocasiones o bien con su historia, su ambientación, sus puzles e incluso me hallé sorprendido por algunas de sus escenas, y no me refiero solo a las que más controversia han causado.

Buscando romper el molde

Hace poco hice un artículo de opinión sobre la fatiga que siento sobre los juegos que acuñé como Amnesia-like -como si tuviese algún poder en decidir el nombre de un subgénero-; juegos de terror que se basan más en la inmersión y en descifrar historias crípticas a través de, en su mayoría, textos esparcidos por su mundo y en huir de los enemigos ya sea corriendo o escondiéndose de ellos más que enfrentárselos directamente. Y aunque esperaba encontrarme con otro Amnesia-like en Martha is Dead dado lo popular que se ha vuelto el género, la verdad es que me llevé una grata sorpresa al percatarme de que lo que tenía entre mis manos era algo muy diferente.

Desde los primeros momentos el juego se nota diferente, comienza mostrando de forma clara cual es la historia, el por qué estamos donde estamos y el evento que acarrea todos los eventos del juego sucede al comienzo de éste y no en un momento previo indeterminado, como suele ocurrir en los Amnesia-like.

Estas mismas intenciones de querer ser rompedor se dejan ver claramente en las escenas más impactantes del juego, las cuales podrían alejar a los jugadores menos curtidos en los juegos de terror o que no sean muy tolerantes al gore. Dentro de su contexto están perfectamente justificadas y aunque entiendo el motivo de su censura, lamento que hayan perdido la opción de ser interactuables como sí lo son en otras plataformas (PC y Xbox). En ese sentido, se ve que el equipo de desarrollo se preocupó más por contar la historia que querían contar a su manera que encajar dentro de lo de siempre para tener un atractivo más amplio. Y, para bien o para mal, eso los puso bajo el reflector por unos días ya servida la polémica y, sin querer meterme más allá en este tema, es una gran muestra del por qué algo que no guste a todos siempre será mejor que algo que sea inofensivo, ameno y, sobre todo, olvidable. Haciendo también repercusión el comienzo de este análisis, sobre los juegos irregulares por sobre los mediocres.

Horror Tales: The Wine y el problema del terror contemporáneo

Por Jaime Llanos

¿Apuntando demasiado alto en lo técnico?

Martha is Dead está ambientado en la Italia de 1944. Esto ya basta para saber algunas cosas sobre el juego. Sí, toca en varias ocasiones el tema de la Segunda Guerra Mundial y, aunque dado el lugar y el año era difícil evitarlo, hubiera preferido que no abarcaran tanto este tema. Y es que, si el juego peca de algo, es de tratar abarcar mucho para un juego de sus características. La historia principal nada tiene que ver con la guerra, pero aun así gran parte de su runtime se dedica a esto, si decides hacer las misiones secundarias al menos. Y aunque de entrada se integran orgánicamente, el problema viene a la hora de las resoluciones. La obra en general tiene un problema grave a la hora de cerrar sus hilos de trama. Desde la principal hasta las subhistorias o ideas que se usaron en un comienzo para darle un sabor distinto al juego. Es una verdadera lástima puesto que la misma ambición de hacer un juego que se diferenciara de sus contemporáneos le terminó pasando factura, aunque sigue siendo encomiable el esfuerzo.

Lo mismo ocurre en lo técnico. El juego tiene un apartado visual sorprendente para ser un ¿indie? Y no solo busca el fotorrealismo porque es lo que se hace estos días, sino que veo completamente justificado el esfuerzo puesto por el equipo en este apartado. El problema viene más en el lado del rendimiento, ya que dentro de las seis o siete horas que estuve jugando los crasheos fueron numerosos, fácilmente superando la docena. Otros bugs menores o problemas en la iluminación no lograron empañar mi experiencia aún más, pero están ahí y cuya existencia ha de ser reconocida. Aunque quizás la peor ofensa sea la pésima traducción al español, que en varios puzles hizo que tuviera que cambiarme al inglés para hacer sentido de algunas palabras que estaban traducidas de formas distintas dependiendo de su origen.

Dos caras de una misma moneda

La pregunta al final de todo análisis, al menos para el lector, que busca ser respondida es si merece la pena o no comprar el juego. Y aunque quizás suene algo trillado, mi respuesta es: depende. Martha is Dead puede ser muy interesante entre su base de juego narrativo de terror con tintes folclóricos y psicológicos a medidas iguales. Con su formato episódico dividido en varios días en los que siempre ocurrirán cosas de importancia y mantendrán el ritmo jugable fresco y ameno durante casi toda la partida, no logrando mantenerse hasta el final, y sus giros de trama que pueden resultar intrigantes para más de uno. Además, que la historia de culpa, sabotaje y crisis de identidad que cuenta es más que atractiva para mantener nuestro interés. Por otro lado, el cierre de todos estos elementos no puede describirse sino como decepcionantes y si a esto le sumamos los constantes crasheos -que según lo que leí ocurren más en la versión de PlayStation 5, aunque no puedo confirmar nada-, puede resultar en una experiencia agridulce.

Aún con esto, Martha is Dead logró rascar una picazón que juegos de este estilo y alcance no suelen siquiera considerar. En este aspecto, solo juegos como No One Lives Under the Lighthouse y Mundaun se me vienen a la mente -y que quede claro que dicho de mí esto es un gran cumplido-, por lo que no puedo evitar recomendarlo a quienes gusten del terror algo distinto a lo usual siempre y cuando tengan cierta tolerancia a los problemas técnicos previamente mencionados. Quién sabe, puede que en un futuro no muy lejano veamos un parche que solucione estos problemas.


Esta crítica ha sido realizada con un código para PlayStation 5 cedido por Meridiem Games.