Tu "biblioteca" digital

Vivimos tiempos difíciles, y el videojuego no se escapa de ello. Para muchos, los videojuegos son una forma de escapar de una sociedad cada vez más dividida, un sistema que muestra sus costuras de forma incesante y una especie que prefiere la autodestrucción antes que perder sus comodidades. Todo el mundo necesita descansar, exponer sus miedos y reforzar aquello que le demuestra que la vida tiene un sentido, y el videojuego, como medio de expresión, entretenimiento y evasión es una pieza fundamental.

Kingdom Hearts: V Cast, juego parcialmente perdido para siempre

La conversación se suele diluir en justificaciones de si es arte o no, pero a un nivel mucho más interno, casi antropológico, son parte de nosotros, desde This War of Mine hasta Candy Crush. Perder el videojuego es perder parte de nuestra identidad, y quizá soy demasiado idealista por querer cambiar un mundo en el que “las cosas son así”, pero hay ciertas actitudes y pasividad que, por muchas vueltas que le dé, no soy capaz de comprender.

¿Sabéis el argumento que sale cuando se anuncia un remake de “no te quitan el original”? Pues vamos de camino directo a que sí. Realmente ya sucedió con Warcraft III: Reforged, el cual actualizaba automáticamente tu copia de Warcraft III a esta supuesta versión mejorada. La broma vino cuando el juego salió sin pulir, completamente roto, lleno de promesas sin cumplir y con la imposibilidad de descargar el original. Vimos la muerte de un juego que, o tenías el disco original, o legalmente era imposible de obtener. La piratería, de nuevo, al rescate, y parece que es ese miedo irracional lo único que justifica que un usuario legítimo tenga una peor experiencia (en rendimiento, por ejemplo) que otro que ha obtenido una copia ilegal. Sabes que te van a piratear, es más que obvio, y si lo que te interesan son las copias oficiales déjalo un mes o dos y luego quítalo, pero es algo que te va a llegar, siempre llega. Y sí, toda esta chapa tiene que ver con Nintendo.

Tengo una Switch. Encantadísimo de la vida. Jugar a DOOM Eternal en el baño es una experiencia que recomiendo a todo el mundo. También tengo una Wii y una 3DS, con juegos comprados a través de la tienda digital. La de Wii y DSi están caídas, nadie da una explicación ni tenemos un comunicado de Nintendo al respecto, por lo que las podemos dar por muertas. (Sí, se sabía desde 2019 y supuestamente íbamos a tener noticias al respecto, pero nunca llegaron y estamos sin alternativa). De 3DS y WiiU prácticamente no se podrá comprar nada a finales de mayo. Con PS3, PSP y Vita más de lo mismo. Justo a tiempo de la salida de un artículo de The Verge bastante apropiado, nos encontramos que Dragalia Lost, un RPG de móviles publicado por Nintendo, se muere. O sea, no es que no vaya a haber más contenido, es que directamente desaparece. Todos nos reímos con el pensamiento de qué pasará cuando cierre Steam. Esto es lo que pasará.

Los juegos han dejado de ser nuestros, y el que diga eso de que teníamos tiempo de sobra para comprarlos/descargarlos, dicho suavemente, que se vaya a dormir. No es un tema de oportunidad ni de si realmente estamos pagando una licencia, es que es mi juego. Punto. No tiene ningún sentido que alguien que no ha pagado por tu producto tenga más ventajas que aquel que sí lo ha hecho, y encima pongas barreras artificiales. Dragalia Lost, por desgracia, sí que se va a perder para siempre, y junto a él otros muchos juegos como servicio. Igual esto no significa nada para muchos, pero pensad en perder un juego del calibre de Final Fantasy XIV. Llevamos años en un punto parecido al de la BBC el siglo pasado, en el que grababa encima de los episodios antiguos de Doctor Who para ahorrar cintas y ahora son imposibles de recuperar más que por unas fotos. Es algo que está ocurriendo y que, si eres lo suficientemente egoísta para no pensar en el futuro, podrías al menos defender tus derechos como consumidor en el presente. Pero no pasa nada, que en la Switch ahora se pueden hacer carpetas.