Diferentes formas de representar la obra de Tolkien

¡Feliz Día del Hobbit! Cada 22 de septiembre se conmemora el cumpleaños de Bilbo y Frodo Bolsón, dos de los carismáticos hobbits que aparecen en las diferentes obras ambientadas en la Tierra Media. Esta fecha, al final, no es más que una excusa para celebrar y rememorar el increíble mundo que Tolkien construyó durante toda su obra literaria. El Señor de los Anillos o El Hobbit son solo el eslabón más conocido de una extensa cadena que abarca más de una treintena de libros. Estos títulos han impregnado profundamente el imaginario colectivo a través de los propios escritos y de adaptaciones a otros formatos. Precisamente el artículo de hoy versa sobre las adaptaciones a los videojuegos que han sufrido las obras más conocidas del literato británico.

Como bien reflexionaba en una publicación reciente mi compañero de redacción Chema, transcribir correcta y fidedignamente un libro al medio de los videojuegos comprende una ardua tarea. En el caso de la obra más conocida de Tolkien, El Señor de los Anillos, los estudios que se aventuraban a adaptar las peripecias de Frodo y compañía jugaban con una ventaja clave: la preexistencia de largometrajes. Esto ofrece un escaparate en el que fijarse para crear estos videojuegos. Es por ello que muchos de los títulos que hemos disfrutado de estas sagas beben parcialmente de los filmes, y más que una adaptación de libro a videojuego, sería una adaptación de libro y película a videojuego. Aunque hay títulos que se lanzaron antes que las cintas, la mayoría se han publicado a posteriori, y algunos de ellos tomándose ciertas licencias creativas expandiendo lo que pudimos leer en las publicaciones de Tolkien o lo que vimos en las salas de cine.

El primer videojuego que se estrenó tras las adaptaciones cinematográficas, precisamente, se acerca más a una reproducción del correspondiente libro más que de la película. El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo se lanzó en 2002 para XBOX y GBA un año después de su respectivo largometraje. La historia que narran es la misma, con la pequeña diferencia de que ciertas subtramas son explicadas con mayor exactitud, o directamente desarrolla algunas que no aparecen en los filmes, introduciendo personajes nunca vistos por los fans cinéfilos. Un punto a favor para el medio de los videojuegos en detrimento del cinematográfico. Pero esto no quiere decir que la adaptación del escrito haya sido buena, solo que lo ha intentado. Lo cierto es que ciertos puntos de la narración se sienten como sinsentidos, y no parecen ser del todo fieles al material original, sino más bien relleno para alargar el juego. Esto, sumado a un mediocre apartado técnico en la primera consola de Microsoft, hace que no sea de los mejores adaptaciones del Señor de los Anillos a los píxeles.

Por el contrario los dos próximos títulos que llegaron al mercado sí que siguen el mantra mencionado al principio: toman inspiración directamente de las películas. En el videojuego de El Señor de los Anillos: las Dos Torres (2002)  reviviremos la historia de las dos primeras cintas —ciñéndose estrictamente a lo visto en ellas—, y en El Señor de los Anillos: el Retorno del Rey (2003) rememoraremos los hechos acontecidos en el filme del mismo nombre. Estos títulos no solo son fidedignos a lo visto en los largometrajes, sino que incluyen ciertas escenas de los mismos dentro del propio videojuego. Más concretamente, El Retorno del Rey ha conseguido posicionarse como uno de los más queridos por los aficionados de la Tierra Media. Todo ello gracias a un modo historia inmersivo que apuesta fuertemente por la rejugabilidad gracias al desbloqueo paulatino de personajes y a un sistema de mejoras por niveles, o por un modo de supervivencia que, sin ser la panacea, añade más posibilidades al título de EA. Ambos modos se pueden disfrutar en compañía de un amigo gracias a la posibilidad de jugar mano a mano localmente. Sin duda la mejor reproducción que se ha hecho de lo contado por los filmes.

Dos de los títulos que más han contribuido a expandir el universo de Tolkien son Batalla por la Tierra Media y Batalla por la Tierra Media II. Estos videojuegos de estrategia en tiempo real incluyen cada uno dos campañas diferenciadas: la del bien y la del mal. Eso nos deja cuatro tramas, tres de ellas completamente originales. La única trama ya conocida es la campaña del bien del primer título, que comprende los hechos que se desarrollan en la trilogía de largometrajes de Peter Jackson. Por el contrario, la campaña del mal teoriza sobre lo que hubiera podido pasar si Sauron hubiera recuperado el Anillo y hubiera ejercido su voluntad sobre la Tierra Media. La segunda entrega la protagonizan personajes totalmente nuevos —al menos para aquellos que solo hayan visualizado los filmes—. Seguiremos al elfo Glorfindel y al enano Gloin en su empresa: defender a los pueblos de la Tierra Media.

La campaña del mal es muy similar a la de la primera parte. En ella controlaremos a Gorkil, rey de los trasgos, en su misión de acabar con los pueblos libres de la Tierra Media. Ambos videojuegos son muy interesantes, en tanto que la jugabilidad con la que se nos presentan los hechos es novedosa dentro de la saga, y porque nos ofrece nuevos puntos de vista de futuros alternativos en los que el mal hubiera triunfado sobre el bien. En concreto el segundo título es particularmente interesante porque nos ayuda a comprender la envergadura y el alcance de la Guerra del Anillo, más allá de lo que se muestra en las películas.

Una de las adaptaciones más peculiares de la obra de Tolkien al medio de los videojuegos son las basadas en Lego. Esta famosa juguetera ha convertido en bloques numerosos mundos de diversas franquicias, entre los que está la Tierra Media. En el caso de Lego el Señor de los Anillos, el título aúna la trilogía de cintas —que toma como referente— en una obra bastante compacta. Es decir, los eventos que nos muestran son los de más calado en el devenir de la trama, obviando numerosas partes de la obra cinematográfica y, en consecuencia, de la literaria. Curiosamente la historia de Lego el Hobbit está incompleta. El lanzamiento del título se produjo entre el estreno de la segunda y la tercera película de la saga, por lo que esta última nunca recibió la adaptación Lego. El apartado visual, jugable y humorístico de ambas entregas es el propio de la marca, que, sin ser nada rompedor, nos muestra el mundo de Tolkien de una forma única y divertida. Debido al carácter más amigable de estas entregas y a la reducida duración, seguramente no sea el mejor videojuego en cuanto a rigurosidad se refiere.

La Tierra Media: Sombras de Mordor y su continuación son la últimas grades propuestas de esta franquicia en el mundo de los videojuegos. Nos pone en la piel de Talión, un montaraz de la puerta negra poseído por el espectro Celebrimbor. Este le ofrece la oportunidad de vengarse de quienes le mataron a él y a su familia. De nuevo nos encontramos ante una historia completamente nueva, que no toma como punto de partida directo ningún material concido. Además, este título nos ilustra acerca de la jerarquía de los orcos y nos presenta otras bestias inéditas hasta la fecha. Personalmente creo que es uno de los videojuegos que se toma mayores licencias creativas para reimaginar este mundo — en parte debido a que la historia que nos plantea no es canon y no utiliza ninguno de los personajes ya consagrados—. A pesar de ello no es un juego que vandalice los pilares que erigen la Tierra Media, al contrario, es respetuoso con todos lo planteamientos existentes acerca de la historia que ya conocemos. Realmente se siente que tanto este videojuego como La Tierra Media: Sombras de Guerra, la secuela, nos ofrecen una aproximación diferente al mundo que ya admiramos. Construyendo nuevos arcos argumentales, pero respetando la obra original.

El año que viene debutará en numerosas plataformas El Señor de los Anillos: Gollum, que nos permitirá controlar al carismático personaje. Aunque son escasos los detalles que se conocen por ahora, la novedad y curiosidad que suscita manejar a Gollum es un gran reclamo para propios y extraños a la Tierra Media. Se centrará en la historia de Smeagol desde que consigue el Anillo Único hasta los acontecimientos que ya todos conocemos. Quizá uno de los planteamientos más originales que se habían hecho de la saga hasta la fecha.

Para muchos amantes de la franquicia jugar a la mayoría de estos videojuegos sería una delicia. Para otros, sin embargo, quizá la experiencia no sea todo lo fructífera que desea, principalmente por el recorte de contenido y  la una menor profundidad narrativa con respecto a lo que imaginó Tolkien en un principio. Sin duda los aficionados de la Tierra Media serán los que más disfrutarán de esta retahíla de historias, personajes, detalles, batallas, etc. Pero no son juegos que requieran de conocimientos previos para ser disfrutables, no. Especialmente aquellos que se postulan como poco más que transliteraciones de los largometrajes al medio de los videojuegos, pues suelen introducirnos a la cruzada de manera que entendamos el contexto que nos rodea. En cualquier caso, el objetivo de un día como hoy es promover el disfrute de la obra de Tolkien en cualquiera de sus variantes, lo que, con suerte, puede llevarnos a convertirnos en fervientes seguidores de Bilbo, Frodo y compañía.