Porque solo con Blizzard no bastaba

La noticia que traigo hoy no la voy a tratar como suelo hacer. Es un tema demasiado serio como para hacer bromas con él, y sobre todo una falta de respeto a los afectados. En los últimos meses han ido saliendo noticias sobre lo que está pasando en campos de concentración en China, en los cuales musulmanes de la etnia uigur (junto a otras muchas) están siendo torturados, vejados, desprovistos de comida y adoctrinados en lo que el Estado considera “reeducación”. Estos campos son camuflados como centros de reinserción y adaptación a su cultura cuando en realidad son más parecidos a prisiones, y estoy siendo generoso. Mientras que el gobierno intenta justificarlo de una u otra manera, han salido a la luz varios documentos demostrando lo que realmente se evalúa allí. SI tenéis estómago podéis leerlo vosotros mismos, pero es de todo menos agradable.

Lo que atañe al mundo de los videojuegos esta vez es que Özil, exjugador madridista ahora perteneciente al Arsenal, ha mostrado por Twitter su apoyo a los musulmanes perseguidos y arrestados en ese país, algo que a NetEase, distribuidora de PES en China, no le ha gustado un pelo. En un comunicado oficial a través de la red social Weibo han declarado lo siguiente: “el jugador ha herido los sentimientos de muchos fans chinos y violado el espíritu de amor y paz deportivo. No entendemos, aceptamos, ni perdonamos esto.” Tras esto, han anunciado que retirarán al jugador musulmán de la edición de este año de PES. Konami ha rechazado hacer declaraciones al respecto, y solo me salen dos palabras: cobardes avariciosos.

Esto es censura de verdad, y no que no puedas ver las partes íntimas de un modelado 3D. Censura es no poder expresar lo que piensas porque a alguien más poderoso que tú no le gusta, no que hayan quitado chistes machistas de un juego. Censura es lo que se sufre en China cuando quitan un crucifijo de una Iglesia para poner una imagen del presidente Jinping, que vayan a tu casa a detenerte por ser musulmán o que destruyan el cementerio de tu gente, no que Mai no esté en Smash Bros. Ultimate. No he visto a ninguno de los autoproclamados Gamers mencionar nada al respecto, si acaso un tweet de “a quién le importa si nadie juega al PES.” Y por supuesto, censura es que Konami, creadora del juego, no se ponga delante y diga “no, por aquí no pasamos” porque su bolsillo es más importante. Se me cae la cara de vergüenza, no solo como creyente, sino como persona. Cómo se puede tener tan poco corazón. Por supuesto, en ningún momento estoy diciendo que la culpa sea de los jugadores, lo que critico es el doble rasero que tenemos metido en la cabeza y que solo nos ponemos nerviosos cuando queremos.

La realidad es cruel, por mucho que nos cueste aceptarlo, pero hay que enfrentarse a ella. No pretendo inculcar a nadie ni rechazarle ni mucho menos regañarle por pensar distinto, pero cuando salen noticias como estas hay que empezar a darle vueltas al asunto. Por supuesto que existen las noticias falsas y la prensa amarillista que, incluso en un afán de deslegitimar aún más la causa del contrario, cuando se destapan sólo consiguen apoyar esas mismas ideas. Cuando salen noticias de las batallas que se libran en las calles de Hong Kong y mucha gente se entera por primera vez que hay cámaras de reconocimiento facial es un buen momento de preocuparse. Pienses como pienses defiende tus ideas si es en lo que verdaderamente crees, pero nunca te cierres al resto, porque la diversidad de opiniones es lo que forma el pensamiento crítico, y es mejor cambiar de opinión que desacreditar aquellas ideas que defendías por la necesidad de tener razón. Mucho ánimo a todas las personas que, por pensamientos e ideologías tóxicas están siendo perseguidos. Pienses como pienses, aunque sea todo lo contrario a mis ideas, lucharé por defender las tuyas.