Como encontrar una aguja en un pajar

Hollow Knight: Silksong es un juego que no necesita introducción de ningún tipo. Tras revolucionar el género metroidvania, el panorama indie y, probablemente, la industria del videojuego entera (hasta cierto punto) con Hollow Knight en 2017, los tres australianos que componen Team Cherry se han hecho de rogar, pero por fin nos han traído su esperadísima secuela. Al haber recibido ayuda de personas externas a Team Cherry, tener un presupuesto mucho mayor y al haber dispuesto de una mayor cantidad de tiempo, Silksong es un juego mucho más grande que su antecesor, aunque eso no significa que a todo el mundo le haya parecido mejor.

El punto principal en cualquier debate o conversación que se haya tenido respecto a la obra desde el 4 de septiembre ha sido su dificultad. Y sí, Silksong, aún dándonos una mayor movilidad, fluidez y control, una amplia variedad de movimientos tanto aéreos como terrestres y varios blasones y herramientas que sirven para poder personalizar nuestra “build”, es de los juegos más exigentes que te puedes encontrar. Por supuesto, descarto de esa hipotética lista a cualquier juego que recurra a la dificultad artificial, como los clásicos de NES o SNES o cosas como I Wanna Be the Guy, cosa que los soulslikes, metroidvanias o boss rushes no hacen prácticamente nunca.

Dificultad vs. Ego

Sin embargo, por muy exigente que sea el juego, no es injusto ni está mal diseñado. Y sé que esto le dolerá a muchas personas, pero es probable que la única razón por la que se ha acusado a Team Cherry de cualquiera de estas dos cosas es por el frágil ego y la poca paciencia del jugador promedio. Curiosamente, al igual que ocurrió con Shadow of the Erdtree el año pasado, hemos visto a muchas personas que supuestamente aman los juegos difíciles quejarse durante semanas de los mismos jefes y zonas. Esto me lleva a sospechar que realmente estas personas no buscan un juego difícil, sino algo a lo que puedan llamar difícil pero que realmente no les cueste tanto.

Obviamente, si no disfrutas de reintentar una parte o un combate varias veces ni te apetece llegar a frustrarte antes de superar un desafío, entiendo perfectamente que Silksong no sea para ti, en cuyo caso lo más lógico es dejar de jugarlo y pasar a otra cosa. Pero me parece cuanto menos llamativo la cantidad de personas que supuestamente disfrutan de un desafío que se han pasado más tiempo desde el lanzamiento de esta obra quejándose que avanzando. Yo soy alguien que disfruta enormemente de la lenta progresión entre intentos hasta que consigues imponerte a ese combate, jefe o sección de plataformeo que tanto te estaba costando, pero en mi caso lo digo de manera genuina.

Siento que muchas personas utilizan los juegos difíciles como herramienta para alimentar su ego, asignándole esta calificación a varias obras que realmente no les han costado tanto más allá de alguna que otra parte específica. Al fin y al cabo, la dificultad es muy subjetiva, y en mi caso ningún souls me ha resultado difícil como conjunto después del primero. Por tanto, creo que cuando estas personas se encuentran con un juego que de verdad es difícil para ellos, y no difícil dentro de lo que el imaginario colectivo define como dificultad, que les obliga a hacer muchos intentos y a aprender nuevas formas de luchar y de moverse, lo rechazan, porque rivaliza con su ego y con su idea de que no debería costarles tanto.

Si a esto le sumamos el FOMO que llevará a muchas personas a jugar Silksong con prisas o sin que realmente sea un juego que encaje con sus gustos, se da la situación actual. He tardado nada más y nada menos que 80 horas en completar todas las misiones secundarias, explorar cada zona, derrotar a todos los jefes y ver el final verdadero. Sé que muchas personas habrán tardado menos, y me parece lo menos relevante de mi experiencia. Yo he aceptado el desafío de Team Cherry con gusto, y cuando algo me estaba frustrando o dando mucha más guerra de la esperada, en lugar de culpar a todo lo que se me ocurra por ego, he preferido asumir la derrota y cambiar mi manera de jugar esa parte o volver más tarde.

A la altura de las expectativas

Con esta filosofía, Silksong me ha parecido una obra maestra. Con una banda sonora y dirección artística excelentes, Team Cherry nos lleva a un mundo completamente nuevo en el que cada zona es inmensa, con decenas de secretos, enemigos con diseños muy diferentes que se sienten únicos en combate, momentos hechos para sacarte de tus casillas y secciones de plataformeo tan bien diseñadas y desafiantes como satisfactorias. El mapa y las zonas son prácticamente el doble de grandes que en Hollow Knight, y hay nada más y nada menos que 233 enemigos (contando en ese número también a los jefes). No he visto jamás un metroidvania tan completo, rozando el mundo abierto y manteniendo, aún con todo esto, un cuidado y atención al detalle en cada rincón, enemigo y NPC que da hasta envidia.

Ha habido muchos atajos que no me esperaba, zonas que están conectadas de manera muy inteligente y gimmicks específicos de una zona u otra que han convertido a la exploración de Silksong en algo tan inmersivo como mágico. Además, la inclusión de los tablones de anuncios y de los deseos como misiones secundarias le dan nueva vida a muchas zonas de forma natural, sin forzarte a volver por tu cuenta para mirar cada rincón y debajo de cada piedra. Como alguien a quien le gustó mucho Hollow Knight pero que no vio esa obra maestra que veía tanta gente, Silksong es todo lo que quería y más.

Menciono brevemente la manera en la que la obra utiliza la música más allá de su banda sonora, siendo necesaria para acceder a ciertas zonas mediante una habilidad de Hornet que desbloqueamos casi a mitad de juego. Además, los NPC reaccionarán a dicha habilidad cantando cada uno con una melodía y entonación diferente, e incluso podremos ver diálogos nuevos o leer un nuevo texto si la utilizamos en salas específicas. Aunque Silksong como nombre ya nos podía dar una pista, me ha encantado ver lo entrelazado que está el reino de Telalejana, su historia y su gente con la música.

Algo que no he visto a muchas personas comentar es la superioridad de Hornet como protagonista frente al bichito majo de la entrega anterior. No solamente se mueve de manera más fluida y ágil, sino que también es mucho más expresiva en cada movimiento y tiene una mayor presencia, con ese icónico vestido rojo que no da lugar a confusiones cuando hay muchas cosas en pantalla. Creo que la personalidad de Hornet y la elevada dificultad del juego están entrelazadas de una manera que no había visto nunca en un souls o metroidvania, y que muchas personas están ignorando este punto a la hora de debatir al respecto.

Desafiar al statu quo

Hornet habla en este juego. Tal vez no parezca la gran cosa, pero la mayoría de protagonistas en juegos de este estilo suelen ser mudos (entre los que se incluye el de Hollow Knight). La participación de Hornet en las conversaciones con NPCs hace que el jugador pase de ser el receptor de una exposición de lore e información general sobre el mundo a un espectador en una conversación natural entre dos personajes. De hecho, la relación de Hornet con algunos de los NPCs ha sido de mis cosas favoritas del juego, y le he cogido mucho cariño a algunos personajes. También tienen más sentido las explicaciones que se nos dan porque Hornet es una extranjera, y no sabe nada de Telalejana.

Silksong adopta como consecuencia un enfoque en su narrativa más parecido a Sekiro que a Hollow Knight o Dark Souls, lo cual personalmente me ha gustado. Sigue manteniendo mucho lore en las descripciones de objetos, en la narración visual o en conversaciones secundarias, pero lo que es la historia principal y lo más importante que debemos saber se nos deja claro en todo momento mediante conversaciones obligatorias. No es que no me guste la ambigüedad de otros souls o metroidvanias, pero me ha encantado lo fresco que se siente este enfoque.

Ahora bien, ¿Qué tiene que ver todo esto con la dificultad del juego? Al igual que muchas obras en los últimos meses o años (como, por ejemplo, Superman), Silksong tiene un mensaje lleno de esperanza y de optimismo hacia un futuro mejor. Hornet está dispuesta a ayudar a cualquiera que lo necesite y a extirpar el mal que asola a Telalejana desde hace mucho tiempo sin pedir nada a cambio y sin conocer a ninguno de los bichos a los que ayuda, porque es lo correcto. A pesar de haber llegado a este reino como rehén, no tarda en ponerse como objetivo la salvación del mismo. Al ser un videojuego, yo veo en la dificultad de Silksong una clara intención de demostrarnos lo difícil que es luchar contra un sistema corrupto ya establecido, además de la hostilidad de un lugar al que no perteneces.

Merece la pena luchar por un mundo mejor, pero ni siquiera los propios habitantes de Telalejana confían en que las cosas puedan mejorar. Por tanto, la dificultad del juego no solo es intencional (en lugar de ser fruto de un mal diseño como reclaman muchos), sino que también es intrínseca a su mensaje, demostrando lo mucho que cuesta realmente cambiar las cosas. Y poco a poco Hornet va siendo más fuerte, porque no está sola, y se gana el apoyo y la ayuda de todos esos bichos a los que consigue salvar únicamente mediante fuerza de voluntad y optimismo, dos cosas que Team Cherry nos exige también como jugadores para llegar al final de esta historia.

Por supuesto que cuesta acabar con los más de 40 jefes que tiene Silksong y llegar a su final verdadero, pero eso es lo que los hace memorables y lo que convierte a la experiencia en algo tan bonito y satisfactorio. No spoilearé nada aquí, pero dicho final es precioso, y me ha hecho sentir una satisfacción enorme por haberlo desbloqueado, todo el esfuerzo ha merecido la pena (además de reforzar el mensaje que creo que Team Cherry nos quiere transmitir con esta dificultad). No puedo mencionar a jefes específicos para no arruinarle la experiencia a nadie, aunque sí que puedo comentar lo memorables que me han parecido la mayoría de los combates y lo sorprendido que me ha dejado lo diferentes que son en el aspecto jugable.

Silksong no es Dark Souls 2

Muchas personas han comparado a Silksong con Dark Souls 2, y aunque hay ciertas ideas similares, para mí no tiene mucho que ver. Dark Souls 2 dividió a los jugadores por tener unas animaciones más lentas para todo, un mapa peor conectado con algunas zonas insufribles y unos jefes demasiado débiles y fáciles como para ser memorables, a pesar de ser una obra que brillaba por momentos. En cambio, la secuela de Team Cherry se juega mejor, tiene un mapa perfectamente interconectado y bien diseñado y jefes memorables contra los que necesitas aprender a luchar para ganarles.

Silksong es Elden Ring: es mucho más grande, combina todo lo que hemos podido ver en los metroidvania desde la salida del primer Hollow Knight (al igual que hace Elden Ring con elementos de todos los soulslike) y tiene una cantidad tan exageradamente grande de contenido que para cuando lo acabé no sabía determinar cuánto me había gustado, aún sabiendo que me había encantado (lo mismo me pasó con Elden Ring en las semanas posteriores a conseguir todos los logros).

Dentro de esta idea, sí que es cierto que se nota la cantidad de tiempo que Team Cherry lleva desarrollando esta secuela, puesto que hay algunas cosas como los runbacks (el camino hasta un jefe desde el punto de control más cercano) o mini jefes que reaparecen cada vez que morimos que se pueden sentir un poco desactualizadas respecto a títulos más recientes como Elden Ring, Lies of P, Nine Sols o Blasphemous 2. No obstante, todas estas cosas no me han molestado más allá de algún momento concreto, por lo que no son algo que considere un punto negativo de Silksong, aunque merezca la pena mencionarlo.

¿El nuevo rey de los metroidvania?

En definitiva, Hollow Knight: Silksong no solamente me ha parecido mejor en absolutamente todo respecto a su antecesor y uno de los mejores metroidvanias que existen, sino que también ha evidenciado lo hipócritas que son muchas personas a la hora de presumir de disfrutar de un juego difícil para luego cagarse encima cuando algo les cuesta de verdad.

Una historia maravillosa, un mundo lleno de vida, detalles y secretos y algunos de los combates y secciones de plataformeo más exigentes y disfrutables que he visto nunca. Siempre pude entender la admiración hacia Hollow Knight de parte de la comunidad y el impacto que tuvo en la industria del videojuego, pero nunca compartí el sentimiento. Sin embargo, ahora sí, Team Cherry, por fin lo entiendo.


Esta crítica ha sido realizada con una copia para PC adquirida por la propia redacción.