Sin juegos y sin ilusión

Ayer por la tarde saltaba una noticia que pocos vimos venir: Halo Infinite anunciaba su retraso al próximo año 2021, sin especificar ningún tipo de nueva ventana de lanzamiento. Así, el gran estandarte de Xbox Series X dejaba huérfana a una consola que minutos después confirmaba su salida al mercado durante este mismo mes de noviembre. Lo curioso del asunto es que hace apenas dos semanas se presentaba de forma muy extensa un nuevo gameplay de la obra de 343 Industries, acarreando con él un feedback bastante negativo de una gran parte de la comunidad de jugadores. Lo visto en aquel vídeo dejaba claro que a lo nuevo del Jefe Maestro le faltaba bastante trabajo, tanto técnica como jugablemente, si no quería morir ahogado entre las grandes expectativas de los fans de la marca. Quiero decir, en el adelanto se podía disfrutar de un videojuego divertido y con la esencia Halo, pero no lo que se espera de ese gran lanzamiento destinado a marcar las pautas de la vida de una nueva consola.

Quizás fue la negativa acogida de la presentación, o quizás los evidentes problemas de desarrollo que han tenido con Halo Infinite desde 343 Industries -seguramente una mezcla de ambas razones-. El caso es que Xbox Series X se queda sin su marca estrella durante su estreno en noviembre, lo cual empeora, aún más, la pobre situación que estamos viviendo tanto desde Microsoft como desde Sony a la hora de vendernos de verdad sus nuevos hardwares. Unos que llegarán a finales de este año con un catálogo de exclusivos extremadamente pobre, sólo contando entre las filas niponas -de momento- con ese Marvel’s Spider-Man: Miles Morales y entre las de Phil Spencer y compañía con… ¿Nada? Obviamente desde Microsoft cuentan con la gran ventaja de un Xbox Game Pass y su amplísimo catálogo que puede venderle una consola a cualquiera, pero, ¿es suficiente? ¿Es también suficiente un juego de Miles Morales -que no deja de ser una expansión vitaminada del original de PlayStation 4- para querer comprarte una PlayStation 5?

Suele ser normal que durante el primer año de una generación de consolas su catálogo no sea del todo potente, pero en este caso, entre la mínima ilusión que están despertando a nivel de marketing durante estos últimos meses y que el panorama no parece mejorar a apenas tres meses de su puesta a la venta, lo cierto es que este desierto no parece tener fin. De hecho, si nos ponemos a pensar en el panorama third party Triple A, nos daremos cuenta que los grandes lanzamientos de aquí a 2021 serán en su amplia mayoría intergeneracionales y no tendrán un salto gráfico apabullante y que marque realmente la diferencia. Assassin’s Creed Valhalla, Cyberpunk 2077, Watch Dogs Legion, Yakuza: Like a Dragon,… Todos ellos podremos disfrutarlos en nuestras actuales PlayStation 4 y Xbox One, o incluso en nuestros PCs si tenemos la suerte de contar con una máquina medianamente potente. Además, en el caso de Xbox, ya podemos disfrutar de la retrocompatibilidad y el catálogo de Game Pass que tendrán Series X sin tener que comprar una nueva consola.

Ahora mismo, la lista de razones para desembolsar la friolera de 400-500 euros en una nueva máquina de nueva generación es mínima, y menos con la situación actual que estamos viviendo en todo el mundo. Es por ello que me es inevitable pensar si no sería mejor retrasar unos meses el lanzamiento de PlayStation 5 y Xbox Series X, para así intentar tener un lanzamiento mucho más atractivo para el jugador. Llegarían con ese Halo Infinite, con Miles Morales o quizás con Horizon Zero Dawn 2, Gran Turismo 7 y el nuevo Forza. Los diferentes equipos de desarrollo respirarían algo más con unos meses extra para respirar, y ese nulo marketing e ilusión que estamos viviendo en estos momentos podría darse la vuelta para revertir una situación que suena de a de todo menos a esa especial ilusión por una nueva generación de consolas. Porque sí, el catálogo de lanzamiento es importante, pero también tienes que saber vender esa magia de abrir la caja de tu nueva consola por primera vez. Y ahora mismo, esa magia es inexistente, y seguramente lo seguirá siendo de aquí a noviembre.