También conocido como "la gallina de los huevos de oro"

De un tiempo a esta parte, cada vez que se anuncia una consola surge la misma pregunta. Y no, no es qué exclusivos tendrá o cual será su catálogo de salida. Lo que marca tendencia en los últimos años es si Grand Theft Auto V, la última entrega hasta la fecha de la archiconocida saga desarrollada por Rockstar, llegará en algún momento a dicha plataforma. Se dudó en el caso de las veteranas PlayStation 3 y Xbox 360, que lo recibieron en sus últimos meses de vida, allá por 2013, a escasos dos meses de la llegada de PlayStation 4 y Xbox One, que también recibieron su versión, adaptada a la potencia adicional que ofrecían un año más tarde, en noviembre de 2014. Todo ello, en medio de la duda de si llegaría a PC como habían hecho todas las entregas anteriores (versión que se hizo de rogar, pero finalmente llegó oficialmente en marzo de 2015). De la mano de los anuncios de las nuevas consolas el año pasado, Rockstar hizo lo propio adelantando la llegada de una versión adaptada de Grand Theft Auto V a las mismas, y hoy ha sido cuando ha confirmado los detalles oficiales al respecto.

Más allá de anunciar novedades para GTA Online y Red Dead Online, que suponen básicamente su principal fuente de ingresos en la actualidad, se ha puesto fecha al desembarco de Grand Theft Auto V para PlayStation 5 y Xbox Series X|S, para el próximo 11 de noviembre. Una fecha claramente enfocada a exprimir al máximo las oportunidades comerciales que aporta la campaña navideña, pero que también dan cierto margen de desarrollo al estudio implicado para evitar los sonados problemas con el crunch y la explotación laboral que llevan arrastrando durante ya décadas en Rockstar. Al tener en cuenta que las arquitecturas de las nuevas consolas no son radicalmente distintas a sus predecesoras, este proceso no debería ser complicado en el plano más técnico, pero las nuevas realidad derivadas de la pandemia pueden dar lugar a consecuencias imprevistas.

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Sin embargo, esto no deja de suponer a la vez otro gran problema que atraviesa de lleno al sector del videojuego y a Rockstar en particular, como es el apostar únicamente a valores seguros que van a dar un rendimiento económico fijo reforzando el carácter de industria en el más puro sentido de la palabra por encima del resto. Los rumores sobre diversas franquicias, sin hacer alusión directa a Grand Theft Auto (y su hipotética sexta entrega, que a buen seguro anda ya forjándose entre bastidores), como puede ser por ejemplo Bully, quedan en saco roto cuando tu único anuncio para la nueva generación es la reedición de un juego que prácticamente llegó a las tiendas hace ya 10 años.

Y no es que precisamente podamos hacer la comparación con CD Projekt RED, y que por falta de músculo (tanto económico como logístico) no pudieran hacer realidad las expectativas que durante años se dedicaron a alimentar con Cyberpunk 2077, ya que Rockstar sabe perfectamente lo que se hace al jugar en esta escala de productos. Incluso cuando GTA Online literalmente no funcionaba por el volumen de usuarios que intentaba acceder al servicio, pudiendo solventarlo con más o menos rapidez. Pero cuando llevas casi una década viviendo de, esencialmente, el mismo producto, con pequeñas actualizaciones de contenido para mantener viva la comunidad generada alrededor, lo menos que se puede pedir es que no anuncies la enésima versión del título como si fuera la siguiente revolución. Hasta Nintendo (o ya puestos, Game Freak con Pokémon y las terceras versiones) introduce un mínimo de cambios en sus revisiones más allá de subir la resolución de las texturas. No todo vale.