Cambios en alijos y recompensas

La compañía Bethesda ha anunciado que pronto lanzará dos grandes actualizaciones para Fallout 76, a la vez que prometen una mejor comunicación con los jugadores y un ritmo de cambios constante. La primera actualización grande llegará el próximo 4 de diciembre por lo que irán informando a lo largo de esta semana.

Entre algunos cambios de la actualización, se ampliará el límite de los alijos para portar más cantidad de objetos y se mejorará la estabilidad del juego para que sea mejor que ahora. También se incluirán nuevos ajustes técnicos para corregir algunos bugs visuales. Aunque esta primera actualización no parece significativa, Bethesda señala que pretende comprobar cómo afectan los cambios al juego durante un tiempo antes de proseguir con os parches. En dicha actualización, los jefes y sus premios también cambiarán por lo que los jugadores que los venzan recibirán de dos a tres objetos dependiendo de la criatura, su nivel y su dificultad. También se revisará el respawn de los jugadores – hasta ahora había un bug que los llevaba al Refugio 76 – y se eliminará un error relacionado con las servoarmaduras.

Fallout 76 tiene un camino difícil por delante

Estas actualizaciones pone en manifiesto dos cosas: la primera, es el compromiso firme de Bethesda por seguir apoyando el juego pese a las críticas y al mal comienzo debido a sus bugs y mala recepción. La segunda, es el carácter urgente de las actualizaciones para evitar que la situación empeore lo que es un indicio de las circunstancias negativas que rodean al juego.

En mi opinión, videojuegos de esta índole se encuentran en un panorama adverso que difícilmente les ayuda a hallar una salida satisfactoria tanto para la desarrolladora como para los jugadores. Si se tratase de un juego indie, cualquier mejora supliría los costes de un videojuego así. En el caso de videojuegos triple A, si no se tiene claro cuál es el camino a seguir durante los próximos años puede suponer un lastre en pérdidas que llegue incluso a provocar la bancarrota de una empresa grande y consolidada. Esperemos que, si va bien, Bethesda sea capaz de ofrecer un juego a la altura de los Fallouts tradicionales y pueda mantener una gestión tan eficiente y aplaudida como la de Digital Extremes con Warframe. Y si va mal, que al menos sepa darse cuenta de ello y soltar a tiempo un juego condenado al fracaso.

Con las próximas generaciones a la vuelta de la esquina, es difícil vaticinar lo que va acontecer en la industria de los videojuegos en los próximos años. Pero desde luego, no me gustaría estar en la piel de Bethesda, ya que considero que es de esas empresas que necesitan renovarse, no tanto por su filosofía de empresa, sino por las IPs que posee actualmente. Le hace falta alzar una nueva IP que le dé la estabilidad económica necesaria durante los próximos años mientras adapta las sagas de TES y Fallout a las nuevas tendencias de los jugadores. Sabemos que Fallout 76 aguarda potencial pero que, de base, en ese terreno a medias entre el multijugador y el mundo abierto, necesita rehacer sus cimientos para engrandecerse con nuevos DLCs y actualizaciones, tal y como en el pasado han hecho otros titanes como Destiny. Quién sabe si llegará a ser tan duradero como para jugarse en nuestros respectivos refugios del futuro, cuando, tras años de incansable esfuerzo, finalmente hayamos acabado con lo que queda de nuestro planeta.