Los dominios virales de Sweeney se expanden más allá del indie

Como bien os comente hace unos días, la saga Star Wars vuelve a pasar por una etapa dorada. Con la creación de Lucasfilm Games y con la reciente noticia de que Disney ya está trabajando con Ubisoft para desarrollar una nueva entrega – la cual será mundo abierto -, parece que este solo es el inicio de una nueva era para Star Wars; una era más interesada que ninguna otra por el contenido transmedia, las redes sociales y el mundo del videojuego.

Actualmente contamos con varios títulos que realmente han logrado hacerse con una comunidad y que presentan altas cifras de jugadores incluso a día de hoy. No obstante, el éxito de los mismos ha quedado recientemente eclipsado por el retorno, en forma de remontada histórica, que ha sufrido un Star Wars Battlefront 2 impulsado por los chicos de Epic Games, quienes – en colaboración con EA – ofertaron la propuesta gratuitamente la semana pasada en su tienda digital para PC como parte de su costumbre semanal. Tal ha sido la avalancha de seguidores – cabe suponer, más hambrientos que nunca tras el éxito absoluto de The Mandalorian – que los servidores del juego se han visto completamente desbordados, saturándose como no ocurrió ni tan siquiera en el estreno de la propuesta allá por 2015.

Battlefront 2, uno de los títulos multijugador más masivos (a nivel de usuarios únicos) de los últimos años, no estaba preparado para la inconmensurable ola de jugadores de Epic. Códigos de error como el ilustrado o como los archiconocidos 623 y 918 siguen imposibilitando, días después, a miles de jugadores el disfrute de la aventura intergaláctica. Todos ellos postulan a la paciencia personal como única solución.

Y es que, tal y como cabía esperar, la combinación del adjetivo “gratuito” con títulos de renombre o peso mediático resulta, en este sector y en muchos otros, un interés absolutamente masivo y desproporcionado, convergiendo en un error relacionado con el exceso de jugadores y actividad que, a diferencia de muchos otros, a buen seguro habrá alegrado a los chicos de EA. Está claro que esta segunda oportunidad será bien aprovechada por una empresa que jamás tuvo ningún problema en la inclusión masiva de microtransacciones (unas por las que, incluso, se castigó mucho al lanzamiento originalmente), pues además de beneficiarse con importantes ingresos extras, a buen seguro permitirá a la distribuidora afianzarse como socio útil y activo de la franquicia, algo que necesitan ahora más que nunca.

Una prueba más de la abrumadora influencia de Epic

Desde el estreno de Fortnite, Epic Games, antaño reconocida principalmente por estar tras el extendidísimo motor Unreal Engine, lleva un par de años afianzándose como uno de los grandes de este sector. Tras plantar cara a titanes como Apple y realizar una incursión en el mercado del PC, destronando a Steam por el camino de su monopolio, Epic, con Tim Sweeney a la cabeza, ha recurrido a todo tipo de tácticas para lograr tales propósitos, regalando juegos gratuitamente todas las semanas en un intento desesperado pero definitivamente acertado por ganarse la confianza de los jugadores; el siguiente será Galactic Civilizations II.

Epic Games

¿Cuánto durará esta hegemonía? Para ser sincero, creo que, nos guste o no, Epic ha llegado para quedarse durante mucho, pero que mucho tiempo, y teniendo en cuenta que ahora todas las grandes marcas del mundo del videojuego o del cine quieren colaborar con ella, no será desacertado ubicarla como una de las compañías más influyentes del mercado. Los números así lo avalan, pues Fortnite cuenta ya con mas de 350 millones de cuentas registradas, y la saturación Star Wars Battlefront 2 ha dejado patente su capacidad para insuflar vida (incluso demasiada) a obras fuera del mercado independiente sobre el que se suele mover su promoción. Cabe destacar que PlayStation, como parte de su programa Plus, regaló este juego hace escasos meses, y ciertamente no tuvo tanta repercusión como la lograda por Epic. Representativo, cuanto menos. Y un poco preocupante, por qué no decirlo.