Reavivando la llama

Al fin llega la caballería. Los fans del último shooter de acción cooperativa de Bungie están de enhorabuena, y es que la compañía desarrolladora ha anunciado en el día de hoy la disponibilidad de una nueva actualización de contenidos para el título. Así, el esperado parche de marzo ya está disponible para Destiny 2, tanto para PC como para PS4 y Xbox One, tratándose de una de las incorporaciones más reseñables que ha recibido la propuesta hasta la fecha. Una actualización, ante todo, necesaria, con la que el estudio pretende atrapar a una mayor comunidad de jugadores, mientras se aportan las razones suficientes como para que los jugadores más veteranos se tomen la molestia de regresar a la entrega, cuyo lanzamiento original se produjo a lo largo del pasado mes de septiembre.

“Ha llegado la actualización de marzo. Más velocidad. Más poder. Ha aumentado la velocidad general de movimiento y ahora el súper se recarga un 25% más deprisa. Hemos pulido algunas clases de arma, incluyendo fusiles de francotirador, fusiles de fusión linear, fusiles de pulsos, escopetas y pistolas. Hay cambios importantes en el Crisol, incluyendo una lista de juego rotatoria que incluye Disputa, Caos y Estandarte de Hierro 6c6. Encontraréis munición destructiva más a menudo en el Crisol, y los jugadores rivales la dejarán caer al ser abatidos. Ahora podréis ganar una recompensa exclusiva cada semana en el asalto Ocaso.”Comunicado oficial de Bungie

Desde luego, con la distribución de este nuevo contenido y con las promociones adicionales que está realizando la empresa, está claro que Activision está poniendo toda la carne en el asador durante este primer año de Destiny 2. De hecho, actualmente nos encontramos, sin lugar a dudas, ante una oportunidad inmejorable para hacerse con la aventura, que ha aprovechado el citado estreno para rebajar su precio en un 50% en todas las plataformas. Se trata, eso sí, un descuento que no podemos aplicar a su Pase de Temporada o a su primer contenido descargable, lanzado a finales de 2017.

La polémica que envuelve a todo este conjunto, no obstante, salta a la vista. El hecho de que Activision, a falta de un buque insignia multijugador, esté apostando tan fuerte por una obra que llegó a nuestras tiendas hace más de medio año nos hace replantearnos muchas cosas. En primer lugar, nos hace pensar sobre el estado original de Destiny 2, que si bien no se caracterizaba por la exagerada escasez de contenidos de su predecesor, no dejó de mostrarse en ningún momento como lo que fue y como lo que sigue siendo a día de hoy: un servicio multijugador, cuyo mayor incentivo reside en el mantenimiento y en la publicación de actualizaciones con el paso del tiempo.

Por otra parte, este apoyo me dificulta preveer los movimientos de la compañía, que no parece que vaya a dejar de lado la propuesta hasta, al menos, bien entrado 2018. Está claro que todavía quedan muchas cosas por llegar al universo de Destiny 2 – de hecho, aún estamos a la espera de conocer los primeros datos oficiales sobre su segunda expansión – pero las mejoras jugables, aunque llegan en un flujo constante, son bastante simples en cuanto a programación. Con la llegada de estos cambios, en ningún momento se están produciendo cambios drásticos en el desarrollo, lo que me hace plantearme muchas preguntas relativas al equipo de desarrollo. ¿Cuántos desarrolladores estarán trabajando en la próxima extensión? ¿Y en Destiny 3? ¿Cuántos estarán pendientes únicamente de mejorar el estado actual de la entrega?

La última pregunta, quizás la más difícil de responder para alguien como un servidor, es la de si realmente ya es tarde para enmendar los fallos cometidos, así como para añadir nuevo contenido a un juego que todavía, creo, tiene mucho que decir. En una entrega de estas características, seis meses no son nada, y personalmente no creo que Activision haga ningún mal en seguir destinando recursos a su desarrollo. Sin embargo, una gran mayoría de los usuarios iniciales ya no disfrutan asiduamente del título, que parece que haya perdido todo su interés.

Destiny 2 vendió bien en su momento, ofreciendo una hoja de ruta mucho más clara que la primera entrega numerada, y permitiendo a los jugadores disfrutar de decenas de horas de contenido desde el Día 1. Activision, por su parte, sabe vender muy bien sus productos, por lo que no me cabe la menor duda de que, a través de esta clase de promociones, el título vaya a recuperarse de su grandísima pérdida de usuarios. Pero el universo de Destiny está muriendo, y, sin un correcto mantenimiento, ni la mejor de las expansiones será capaz de reavivar la llama. Solo espero que estas actualizaciones de contenido, lejos de entretener al usuario meramente durante una o dos horas más, sepan transformar el producto a lo largo del tiempo, ofreciéndonos una experiencia distinta y fresca cada pocas semanas que realmente sepa satisfacer a una de las comunidades más entregadas que he podido conocer durante los últimos diez años.