Vive o muere por los trajes

El pasado viernes se puso a la venta el videojuego Dead or Alive 6, una nueva entrega de la conocida saga Dead or Alive, que nos trae un elenco completo de personajes pero que no quedará exento de futuro contenido mediante un pase de temporada que nos permitirá acceder a nuevos luchadores con el paso de los meses. Koei Tecmo ha anunciado su precio: 90 euros.

Un desembolso considerable

Si a este pase, se le añade el precio estándar de lanzamiento del videojuego estaríamos hablando de un desembolso de 150 euros. Esto ha causado gran revuelo entre los jugadores y aficionados de la saga, ya que además dicho pase no garantiza todo el contenido adicional de marzo a junio de este año. El pase de temporada tan sólo ofrece 2 personajes y hasta 62 trajes para los protagonistas del juego. Algo esperado por los seguidores de la saga ya que viene siendo habitual la gran personalización en skins de los personajes pero que supone un gasto considerable para los más coleccionistas de la saga.

Si tenemos en cuenta que la entrega anterior llegó a contabilizar un total de 1200 euros entre trajes y otros elementos descargables, queda claro que la Koei Tecmo espera alcanzar resultados similares. Puede sonar a locura pero Dead or Alive cuenta con una comunidad ferviente dispuesta a pagar por ello y no supone mayor inconveniente al público general siempre y cuando esta personalización no empeore el resto de la experiencia de juego. No estamos hablando de un free-to-play sino de un juego por el que se ha pagado 60 euros y por tanto no debería perjudicar la experiencia de aquellos que prefieren jugarlo en su forma base.

Un modelo negocio que tiene sus adeptos

Lejos de deteriorar la imagen de la saga, fomenta una mayor exclusividad en su contenido descargable (casi de lujo) que motiva a los jugadores más acérrimos de Dead or Alive. En cierto modo, no sería especialmente abusivo si no se sigue la línea que los juegos anteriores a Dead or Alive 5 y permiten que haya un tiempo notable entre cada entrega. Lo ideal sería que las posteriores entregas tuvieran cierta retrocompatibilidad en contenido extra con las anteriores pero no parece que vaya a ser el caso. De cualquier forma, cada jugador que haya decidido pagar por ese contenido es consecuente con la volatilidad del contenido digital que ofrece un videojuego.

Resulta llamativo que mientras otras franquicias se alejan cada vez más de las políticas derivadas de los DLCs y pases de temporada, Koei Tecmo siga apostando por este modelo de negocio. Creemos que responde más a un público de nicho que al público general y mientras no se malogre la experiencia estándar del juego no debería decaer el atractivo de la saga a sus fans más allegados. Afortunadamente siempre queda la opción de dar marcha atrás en posteriores circunstancias pero dudamos que a estas alturas cualquier campaña crítica con ese contenido les haga cambiar de opinión. Existen otros juegos sustentados en el compromiso, casi inextinguible, de su público como por ejemplo Star Citizen que lleva recaudados más de 200 millones de dólares y todavía no tiene fecha prevista de lanzamiento. Ante todo ello, siempre se aconseja cautela y mucha prudencia en invertir cantidades de dinero que no se puedan asumir. Y para aquellos más modestos, siempre tendremos los free-to-plays que nos permiten disfrutar de los videojuegos de forma totalmente gratuita.