"Ubisoft, vas a septiembre"

En los días previos a la conferencia de Ubisoft numerosas filtraciones revelaron parte del contenido del evento —e incluso la mismísima Nintendo se encargó de despacharnos una de las pocas sorpresas de esta retransmisión—. Quería comenzar mostrando mi total rechazo a este tipo de prácticas. Y no porque me parezca una práctica lícita o ilícita, sino porque no sería la primera vez que me arruinan sendas conferencias, haciendo desaparecer el factor sorpresa y mermando mis ganas por ver dichos actos. No me parece mal que haya gente que quiera conocer todos los detalles de un evento que está al caer, pero compadezco a todas aquellas personas que, inocentemente, entran a redes sociales y se topan de frente con unas filtraciones sobre el E3.

Afortunadamente no he leído ningún leak relacionado con la retransmisión de Ubisoft, más bien todo lo contrario. Mis expectativas para con el evento eran bajas, pero el sabor de boca final ha sido aún peor. Lo que nos ha mostrado Ubisoft no daba ni para un aprobado raspado. Ni si quiera se acercaba. Tenía muchas ganas de volver a vivir un E3 después del parón del año pasado, pero la decepción que ha supuesto esta conferencia ha conseguido que la experiencia global vaya a ser un poquito peor. Aunque antes de empezar a despotricar sobre el despropósito de la compañía francesa, vamos a hablar de las cosas buenas.

Sí. A ver… Dejadme un momentito para pensar… ¡Ah, ya lo tengo! Sin lugar a dudas lo mejor de la conferencia fue el anuncio del videojuego Riders Republic, quizá el título más modesto de todos los que se enseñaron, pero el que más me entretuvo de todos ellos. La presentación en sociedad del nuevo multijugador de los creadores de Steep fue, de lejos, la mejor de todas. En los apenas cinco minutos que pudimos catar el videojuego se enseñó bastante gameplay del título que, en mi opinión, se veía muy divertido. La variedad de situaciones y posibilidades que nos mostraron actuaron como una especie de oasis entre un desierto de aburrimiento. En este videojuego podremos recorrer un mundo abierto junto a docenas de jugadores a bordo de los más variopintos medios de transporte. Desde los más convencionales, como bicicletas o snowboards; hasta jet packs y paracaídas. Parece una evolución natural de Steep, cuyas posibilidades eran más limitadas, pero se me hace inevitable pensar que es el típico videojuego que, aunque te llame la atención, seguramente no lo compres. Y, en caso de que lo hagas, tardarás poco en mandarlo a la estantería.

Bien, pasemos ahora con aquellos anuncios que, sin entusiasmarme, no me parecieron del todo malos. Comenzaremos con el primer videojuego que mostraron: Rainbow Six Extraction. Destacar el cambio de apellido del título, que se iba a conocer como Quarantine —cuarentena en inglés—. Supongo que las referencias a un periodo de nuestras vidas que, en la mayoría de los casos, no querríamos repetir, no tenían el visto bueno del departamento de marketing de la compañía. Ahora bien, dejando a un lado las expectativas que cada uno pueda tener con esta nueva entrega de la aclamada saga competitiva, la presentación del videojuego fue un auténtico muermo. En un principio parecía que la conferencia iba a ser dinámica y rápida, pues apenas pasó un minuto desde el inicio de la misma y ya mostraron el primer tráiler. Mis conocimientos sobre Rainbow Six se basan en que hay dos equipos de personas que perfectamente podrían ser los integrantes de los SWAT, a juzgar por las fantásticas jugadas que he podido presenciar en alguna ocasión. Es por ello que me pareció interesante la nueva propuesta del siguiente capítulo de la saga, Extraction, que deja de lado el componente PvP para apostar por un cooperativo contra la IA. Cuando comenzó el tráiler cinemático del videojuego estaba intrigado por ver el título en acción. Pero hasta que llegó el tan ansiado gameplay pasaron la friolera de siete minutos, entre CGI y declaraciones de los empleados, que bien hubieran merecido la pena si lo que mostraron después me hubiera llamado la atención. A las dudas que me generaba el cambio de dirección de esta nueva entrega se sumaba el insulso gameplay que pudimos ver. Otros siete minutos que se me hicieron interminables. Realmente no sé si esto es una opinión generalizada, pero al menos sí compartida con las otras dos personas que me acompañaban durante la transmisión. Pienso que la forma en la que se anunció el videojuego no le hizo justicia.

Siguiendo con Rainbow Six, aunque esta vez con el anterior videojuego, Siege, se anunció una actualización del título que incluiría progresión y juego cruzado entre las diferentes plataformas. El día 30 de junio llegará a PC, Google Stadia y Amazon Luna, mientras que en algún momento a inicios de 2022 se sumarán las consolas PlayStation y Xbox. Siempre es de buen recibo que títulos con varios años a sus espaldas sigan recibiendo el apoyo de sus creadores. Al igual que me parece una buena noticia que Ubisoft haya abandonado, por lo que parece, la mentalidad de publicar un título de Assassin’s Creed anual. El próximo DLC que recibirá Assassin’s Creed: Valhalla este verano entierra las posibilidades de un nuevo lanzamiento hasta, como mínimo, 2022. Aunque también se ha confirmado que la aventura vikinga recibirá más contenido a lo largo del próximo año. Esperemos que esto sirva para seguir mejorando una de las sagas más importantes de los galos.

Pocas horas antes del comienzo de la conferencia de Ubisoft la propia Nintendo reveló uno de los títulos que se iban a mostrar: Mario + Rabbids: Sparks of Hope, la secuela del extraño crossover de la franquicia del fontanero y de los insoportables rabbids. El nuevo título de rol táctico parece que ha cambiado ligeramente su fórmula respecto a la primera entrega, pues se pudo observar cierta libertad de movimiento en algunos fragmentos del gameplay que se mostró, en contraposición a la rigidez e inflexibilidad de la cuadrícula usada anteriormente. Aunque hay una cosa que me inquieta, me atormenta y me perturba: el destello rabbid. La combinación del ADN de ambos seres resulta en una pequeña estrella con un aspecto extraño que no me acaba de convencer. Espero una evolución de lo visto en el título de 2017, que se postulaba como una gran opción para iniciarse en el género del tactic RPG, y un videojuego cargado de un tipo de humor que no gusta a todos los públicos.

No voy a comentar en profundidad ni Just Dance 2022, ni Rocksmith+. Simplemente diré que su presencia pasó sin pena ni gloria ante mí, pues no solo no me interesaban estos títulos, sino que la forma en la que se anunciaron me pareció, de nuevo, realmente aburrida y pesada.

Ahora solo me resta por comentar las dos mayores decepciones de la conferencia. Después de una insufrible y eterna presentación, que superó la hora de duración, Ubisoft preparó una sorpresa que acabó convirtiéndose en un nuevo chasco que remató las malas sensaciones que me dejó la retransmisión. Hablo de Avatar: Frontiers of Pandora. No me malinterpretéis, no es que no me sorprendiera el anuncio o que no me emocionaran las posibilidades que nos puede brindar el universo de «Avatar», es más bien que presentar una CGI —muy bonita, por cierto— no es sinónimo de nada. Es una zanahoria que en muchas ocasiones nos comemos como burros, pero que no garantiza ni muestra qué nos espera. Lo he visto como una bala que han disparado a la desesperada para tratar de salvar una conferencia vacía de contenido, pero sin querer han acertado en su pie. Hablando sobre supuestos, el juego puede convertirse en una gran aventura de mundo abierto que expanda el universo creado por James Cameron, y puede ofrecernos una experiencia novedosa. Bueno, dudemos de esto último. Sabemos cómo es Ubisoft y seguramente acabemos con un producto notable, pero sin llegar al sobresaliente, que incorporará alguna idea nueva, pero que repetirá muchos de los mantras que utiliza la compañía recurrentemente. Con la verticalidad que ofrecen los árboles de Pandora espero una gran cantidad de atalayas que escalar, colmando el minimapa como ya es costumbre.

Lo que se ha enseñado de Far Cry 6 no ha sido más que una nueva muestra de que poseen a uno de los villanos más famosos de la historia de la televisión, y que uno de los villanos más famosos de la televisión sale en su videojuego. Pero eso no basta para hacer un buen título. Ubisoft nos ofreció la bebida y las patatas, pero ¿dónde está mi pollo, Gus? Me quedé con hambre. Una cinemática fue todo lo que se dignaron a mostrar. Ni más, ni menos. Simplemente no entiendo cómo enseñan tan poco de un juego que va a salir al mercado en menos de seis meses. Aunque casi me parece un despropósito mayor que lo mejor que mostraron de este título fue un DLC incluido en el «Season Pass». Este nos propone controlar a los villanos más reconocidos de la saga en un mundo psicodélico y entrañable que promete incluir mecánicas diferentes a las presentes en el videojuego principal. Realmente llamó mi atención y me dejó la mosca detrás de la oreja, pero me produce un tremendo rechazo cuando se anuncia contenido adicional antes incluso del propio lanzamiento del título.

La sensación que impregnó mi mente al acabar la conferencia fue una tremenda decepción por la escasez de títulos y gameplay expuestos. La nueva presentación de Ubisoft Forward que se ha anunciado para septiembre abre una puerta de esperanza a que la compañía se redima del desastre que ha protagonizado en este E3. Porque Ubisoft ha suspendido el examen de junio, y el cinco está lejos. Muy lejos. Pero esperemos que en la recuperación de septiembre consiga aprobar e, incluso, sacar matrícula de honor. Se lo juega todo a una carta.