Activision propiciaría un cambio de hoja de ruta radical para su franquicia estrella

Hay novedades en el mundillo de los shooters en primera persona. Todos aquellos seguidores de una de las sagas de FPS más famosas y rentables de los videojuegos, abrid bien los oídos – o, mejor dicho, los ojos, en este caso – porque hay novedades relevantes en el futuro de Call of Duty. Como bien anunciaba el medio Kotaku durante este fin de semana, parece ser que Activision ha decidido dar un giro al calendario estandarizado de lanzamientos de su franquicia, y es que parece ser que la próxima entrega que recibamos – sin tener en cuenta el más que probable Modern Warfare 4 de este 2019, que a buen seguro será desvelado durante los próximos días – podría ser otro Black Ops, sumando así un total de seis (contando el olvidable Black Ops: Declassified de PSVita). Y es que, de ser ciertos estos rumores,  Activision Blizzard habría puesto al cargo del proyecto de 2020 a Treyarch, dejando a un lado a Sledgehammer Games y Raven Software.

¿Qué son las rotaciones en el desarrollo?
Para quien no entienda las rotaciones de desarrolladores, fruto del afán por crear títulos de calidad anualmente de una misma franquicia, en primer lugar, gracias por regresar a la Tierra después de tanto tiempo; en segunda instancia, os explico. Desde el año 2012 tres estudios distintos van alternando el desarrollo de la entrega próxima, contando así con un total de tres años para preparar, comenzar y finiquitar su desarrollo. Estos tres estudios han sido, hasta el momento, Infinity Ward, Treyarch y Sledgehammer Games, aunque también ha habido cabida para compañías auxiliares como Beenox o Raven Software, que han trabajado en secciones o adaptaciones específicas de determinados capítulos. Repasando las últimas entregas, podemos ver cómo el título del pasado 2018 fue Black Ops III (a cargo de Treyarch), el juego de este año, 2019, corre a cargo de Infinity Ward; y, por mera regla de tres, la propuesta de la segunda década del siglo XXI estaba al servicio de una Sledgehammer relativamente laureada, cuyas últimas incursiones en la franquicia fueron WWII y Advanced Warfare.

Call of Duty

Call of Duty: WWII llegó el 3 de noviembre de 2017 a nuestras PS4, Xbox One y PC, cosechando buenas críticas entre el público y la prensa especializada, aunque situándose aún lejos de la grandeza de antaño.

Antiguos rumores sobre el desarrollo ubicaban al Call of Duty de 2020 en el periodo de la Guerra Fría, con Vietnam como el centro de su ambientación. Todo este trabajo por parte de los estudios no se habría desperdiciado, sino que tomaría la forma de una Campaña dentro del conjunto del presumible Black Ops 5, el cual se dice que podría llegar para la generación actual y para la siguiente. Sledgehammer y Raven, por tanto, no se desvincularían completamente del proyecto, ya que servirán de apoyo a Treyarch para acelerar el desarrollo y así cumplir las fechas pese a la problemática comentada.

Este apoyo consistiría en un apoyo constante a las modalidades PvE, dejando así el multijugador a Treyarch, en lo que indudablemente son maestros. Se trataría, desde luego, de una gran idea, ya que así el estudio no perdería todo el avance que se había llevado a cabo en el modo Historia, y solo necesitaría reconvertirlo al estilo Black Ops. No obstante, este cambio en la hoja de ruta habitual de la franquicia ha despertado quejas entre los trabajadores, cosa que ha dado como resultado en la filtraciones sobre el proyecto. Para todos aquellos curiosos que quieran saber que ha provocado este cambio tan aparentemente repentino en el proyecto, se sospechan dos posibilidades. Estas no se anulan una a la otra, así que podría ser un compendio de varios factores – que es lo que personalmente creo yo que ha ocurrido -.

En primer lugar, se piensa que este cambio ha sido producido por el hecho de que el Call of Duty de 2020 será intergeneracional. Esto quiere decir que hay mucha responsabilidad en este título ya que su lanzamiento mostrará si la franquicia sobrevive a la generación de consolas o muere. Otro factor que podría haber influido en la decisión son las crecientes tensiones que se estaban produciendo entre Sledgehammer y Raven, según algunos trabajadores. Cosa que estaba influyendo en el aspecto y la dirección que estaba tomando la nueva entrega.

Hay otros rumores que aunque no están confirmados ni de lejos, podrían ser una opción muy válida, teniendo en cuenta la industria de los shooters actualmente. Estos rumores dicen que podría ser que la saga Call of Duty diera un vuelco total a su política de negocio. Pasando a ser un juego gratuito pero que incluye micropagos. Es más que evidente que en sus títulos hay un volumen creciente de micropagos del que algunos usuarios se habían quejado. Esto podría haber provocado que se tuviera que cambiar las bases del juego y los conceptos que marcan su dirección por esto el cambio de hoja de ruta tan repentino, sumado a las dos razones anteriores. Esta, si finalmente se llevará a cabo, no me parecería una mala opción para una franquicia que, además de publicidad, se vería refrescada, cogiendo de nuevo un color que perdió hace bastantes entregas y que a buen seguro precisará de cara a la próxima generación. Además, sería una muy buena manera de alejarse unos palmos de su feroz competidor, Battlefield, y entrar en competencia directa con las nuevas tendencias entre los shooters.