'Always sunny in the rich man's world'

Voy a quitármelo de encima cuanto antes: Bobby Kotick no es buena persona. El CEO de Activision-Blizzard-King ya es de sobra conocido por sus innumerables subidas de sueldo y consecuentes despidos masivos hasta el punto que los inversores tenían que frenarle. Es un hombre movido única y exclusivamente por el dinero, y que ha pasado por polémicas en el plano económico hasta aparecer en el Libro Negro de Jeffrey Epstein (sí, el de la red de pederastia). Cada vez que abre la boca sube el pan, y se nota aún más cuando lo que peligra es su puesto de trabajo o peor aún: su dinero.

El señor Kotick, tras varios meses de casi completo silencio, por fin se ha atrevido a decir que van a hacer cosas en la empresa que dirige. Que esas cosas vayan a servir para algo en el estado en el que se encuentra la empresa es otro tema, pero que va a hacer cosas. Destacan por ejemplo una reducción de su sueldo al mínimo, impulsar la igualdad de salario entre géneros, aumento de la diversidad de la plantilla (apuntando a un 50% de mujeres y gente no binaria), una política de tolerancia cero frente al acoso y revisiones periódicas de que estos puntos se van alcanzando. Todo esto queda muy bonito en un comunicado, sobre todo lo del salario: ya en abril tuvo que reducírselo al 50% para quedarse en unos míseros y cutres 875.000 dólares. De aquí pasará a 62.500 y ningún tipo de bonus hasta que la situación se solucione y se cumplan estos objetivos. Objetivamente, el gesto es bueno y está bien que se reduzca el sueldo con el historial que tiene a sus espaldas, pero solo demuestra una vez más que lo que impulsa a este señor es el billete verde.

ABetterABK demandas

 

 

 

 

El contexto es muy importante, y el contexto en el que está envuelta ABK no es nada bueno. Bobby Kotick sabía perfectamente lo que iba a pasar, ya que cuando estalló la noticia bastante juicios se estaban llevando a cabo, e incluso habían sido resueltos con un veredicto de culpabilidad. Los inversores se le echaron al cuello al descubrir que había estado ocultando todos estos pleitos con el único objetivo de seguir amasando más, y más, y más. La gente que “amablemente” se ha ido de la empresa lo han hecho de un día para otro y probablemente sin rendir cuentas de ningún tipo. Esto no ha sido una sorpresa: es un infierno que se ha estado cultivando durante años y que se han negado a frenar, y que este señor después de tres meses por fin haya decidido mover ficha no me genera más que asco (por cierto, un mes antes recibió un bonus de 155 millones de dólares, algo que seguro no ha tenido naada que ver). Y ahora quiere convertirlo en “un lugar de trabajo modelo en nuestra industria”. El señor Kotick es billonario y tendrá resuelta su vida, la de sus hijos, la de sus nietos y probablemente un par de generaciones más. Las de las víctimas, por otro lado, les costará mantenerlas. Una empleada ya la perdió en su momento, y cómo no, lo encubrieron.

Bobby Kotick no es mala persona por ser egoísta, es mala persona porque todas y cada una de las acciones que ha dicho no le van a afectar. Lo único que le toca de cerca es el sueldo, pero al tener una cantidad tan ingente de dinero te aseguro que no va a pasar hambre. Muy mal se tendría que poner la cosa para que perdiera su trabajo, que probablemente sería lo mejor que le podría pasar a la empresa en este momento. Incluso si suponemos que no supiese absolutamente nada de lo que ha pasado, por mínimo respeto a las víctimas y por tener una pizca de vergüenza, debería haber dimitido. Pero no. Ha optado por contratar a una empresa auditora antisindicalista para mantener el poco poder que le queda, indicarle la salida a un par de personas y poner promesas vagas en un comunicado. Y hablando de comunicados, la Alianza de Trabajadores de ABK ha agradecido estas palabras y las considera una victoria, pero siguen pidiendo que les escuchen en el resto de prácticas dañinas que se realizan dentro de la empresa. También han saltado los empleados de Ubisoft, pidiendo explicaciones a la empresa de por qué no se ha hecho nada en más de un año. Yo soñaba con hacer videojuegos, pero a cada día que pasa, cada vez que sale o escribo una noticia como esta, solo me entran ganas de llorar.