Quarktástico

No niego que sea bonito, o que tenga cierta magia, pero Gamescom es un lugar estresante para el periodista. Como en cualquier feria de renombre, lo más normal en estos casos en contar con un calendario abarrotado de citas, usualmente con muy poco espacio temporal entre sí, lo que da lugar a una cantidad inimaginable de paseos, enfados y dolores de cabeza (especialmente, cuando te cancelan o mueven alguno de estos compromisos). Precisamente por ello, en ocasiones es muy reconfortante encontrarse con propuestas como Astro Bot: Rescue Mission, un título first party de Sony Computer que pudimos disfrutar en el evento alemán durante poco más de media hora, siendo todo un oasis para un servidor. El juego es divertido, directo y fresco, permitiendo al usuario desconectar del amasijo de shooters y propuestas online que llegan a nuestras tiendas día tras día, y, como digo, permite a cualquier amante del género desconectar hasta límites insospechados, lo que creo que habla muy bien de él.

Nos encontramos ante un plataformas 3D muy sencillo, basado en el mero uso de la equis, el círculo y el joystick izquierdo para realizar prácticamente todos los movimientos que tenemos a nuestra disposición. Se trata de un juego fácil de aprender, disfrutable desde el primer minuto, que intenta sacar partido de las posibilidades de la realidad virtual con las típicas triquiñuelas de la compañía (lanzar objetos en dirección al visor, dar cabezazos para abrir nuevos caminos, etcétera) y que, en términos puramente jugables, nos ha recordado mucho a las fases de Ratchet and Clank en las que llevamos al compañero del reconociendo lombax. No lo digo solo por los aspectos relativos al control del muñeco protagonista – que ya lo conocemos de otras apps como The Playroom – sino también por los desafíos al que este se deberá de enfrentar, debiendo de superar diversos puzles de escasa dificultad mientras acaba con enemigos de todos los tamaños de una forma más o menos directa.

En cuanto al diseño de dichos rivales, sentimos que todo va en una misma línea, contando con unos modelados muy acordes a los mapeados, siempre agradables a la vista. Unos escenarios que optan por la variedad, y que anteponen la verticalidad a la complejidad de su diseño. No deja de ser, por ello, un título bastante puntero, que luce realmente bien pese a la escasa carga gráfica a la que le tiene que plantar cara y que se mueve a una fluidez extrema, aprovechando el hardware de PlayStation VR para sorprender y agradar al jugador. Como bien podréis suponer, la banda sonora tira por los mismos derroteros, ofreciéndonos temas con escasa profundidad, pero que casan a las mil maravillas con toda la acción que tiene lugar en la pantalla del visor.

Las dudas que nos surgen, por tanto, no vienen dadas por el apartado técnico ni por sus bases jugables, sino por apartados más concretos del conjunto. Por ejemplo, a lo largo de esta demo de un total de dos niveles nos hemos dado cuenta de que la cámara es completamente fija, y que, de hecho, no parece haber forma humana y mínimamente legal de cambiarla. Esto produce, por una parte, un agobio constante, que rompe la naturaleza de la propuesta al dificultarnos llegar a determinados recovecos de manera natural y orgánica. Sin embargo, por contrapartida nos encontramos una excusa perfecta para esforzarnos como usuario, teniendo que utilizar la cabeza en múltiples ocasiones e invitándonos a movernos físicamente por nuestro salón o habitación de juego para llegar a determinados puntos cuyo acceso de otra forma sería imposible. Os voy avisando ya: cuidado con los cables, que los carga el diablo.

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De igual manera, tuve la oportunidad de charlar allí durante unos minutos con los chicos de PlayStation, y aproveché para preguntarles por la duración de la propuesta. Desgraciadamente, y de una forma considerablemente predecible, me comentaron que aún no me podían dar ningún tipo de detalle al respecto, aunque por lo que pude ver en el menú principal parece que el título final contará con unos seis o siete niveles, lo cual se me antoja bastante poco teniendo en cuenta la escasa duración de los mismos (estaríamos encontrándonos, así, ante una propuesta de dos o tres horas de duración). Tendremos que esperar, así, al lanzamiento oficial del juego, aunque ya os digo que difícilmente le podremos plantar cara a un título que precise de más de una o dos sesiones de juego para llegar a la pantalla de créditos. Ojalá no esté en lo cierto.

Duración aparte, he de admitir que Astro Bot: Rescue Mission me ha dejado un muy buen sabor de boca, particularmente por su capacidad para hacernos desconectar y para llevarnos a nuevos mundos. Una propuesta muy divertida, directa y amable, que recompensa el tiempo del jugador con todo tipo de bromas y puzles sencillos, y que me parece perfecta para esas noches después de la jornada de trabajo en las que solo tienes ganas de sentarte en el sofá y dejarte llevar. Creo que, en ese sentido, consigue lo que busca, y por ello se merece, al menos, un poquito de nuestra atención.