La venganza es un plato que se sirve con zanahorias

Si por algo se ha caracterizado esta generación de consolas es por el ascenso en calidad y visibilidad que han conseguido los lanzamientos independientes. Por lo general, ya sabemos más o menos por dónde va a tirar el Triple A de turno -graficazos, con una ejecución en la narrativa parecida-, pero cuando se publica un indie las posibilidades aumentan. Y lo hacen porque un estudio pequeño -aunque no tenga unas capacidades de producción muy altas- tiene en todo momento vía libre para contar lo que ellos quieran y como ellos quieran. No tienen a una distribuidora o a un señor trajeado soplándoles en la oreja diciéndole qué camino tomar. Son independientes. Son libres. Y es por ello mismo que hoy en día suelo empezar a tener más ilusión por ese pequeño videojuego tan original que por la secuela de la secuela de aquella otra superproducción. ¿El último? Bloodroots de Paper Cult Games.

El estudio canadiense nos regala una obra muy original, sangrienta y, sobretodo, increíblemente divertida. La propuesta es simple y nos recuerda a ya míticos de la industria como Hotline Miami o Katana ZERO: viviremos la historia de venganza de Mr. Wolf, que tras ser traicionado y dado por muerto, empieza un viaje para encontrar a su asesino y así culminar su venganza. Una trama a la vez simplona e interesante -no es nada que no hayamos visto ya miles de veces- que nos lleva de la mano por varios niveles a superar matando a todos y cada uno de los enemigos que en ellos nos encontremos. Porque Paper Cult sabe que aquí no hemos venido a conocer una trama excesivamente profunda. Aquí hemos venido a matar todo lo que nos encontremos a nuestro paso.

El mundo es tu arma

Ésta es la frase que mejor define a Bloodroots. ¿Recordáis Hotline Miami? Pues esto es lo mismo pero con muchas más opciones jugables. Los escenarios están llenos de todo tipo de objetos y armas que tendremos a nuestra disposición para limpiar los niveles de enemigos. Hachas, escaleras, espadas, ruedas, barriles,… Prácticamente todo lo que os podáis imaginar está en Bloodroots y lo podréis usar como arma de destrucción masiva. Y es que lo mejor de todo esto es la variedad. Paper Cult no te incita a que uses sólo un arma durante todo el juego -en Katana ZERO teníamos siempre la Katana- sino que te obliga a que pienses cuál es el mejor objeto que tienes a mano para la siguiente situación. Y no sólo para vencer a tus enemigos, algunos incluso nos sirven para plataformear por los escenarios y encontrar tesoros ocultos. Cada uno de estos niveles está lleno de decisiones que debes tomar al segundo. Tienes que ser rápido, saber qué arma es la ideal a continuación y usar el mundo a tu gusto.

Y digo rápido porque Bloodroots es excesivamente exigente. Si habéis jugado ya a títulos parecidos  ya sabréis a lo que os enfrentaréis aquí: si un enemigo nos toca sólo una vez, estamos muertos, y no son pocos los que nos encontraremos. El ensayo y error es el pan nuestro de cada día. Tampoco ayuda que las armas tengan usos limitados -como comentaba antes sobre la variedad jugable- , por lo que tendremos que improvisar en todo momento con las herramientas que tenemos a nuestra disposición para conseguir salir vivos. Lo mejor de ello es que en Bloodroots todo está medido al milímetro para que todos esos enemigos o armas estén donde deben de estar y la acción sea constantemente dinámica.

Una agradable y sangrienta sorpresa

Estaremos continuamente atacando, corriendo, saltando y repitiendo hasta que nos salga perfecto -porque, creedme, querréis hacerlo perfecto-. Aquí no tendremos ni un respiro: parar significa morir. Mención aparte tienen los jefes finales. Que si bien no son demasiados, todos ellos están extremadamente bien diseñados y pondrán al límite nuestra habilidad a los mandos. Llenarán toda la pantalla de láseres, balas y ataques que tendremos que esquivar hasta encontrar el momento de acabar con ellos. Este conjunto convierte a Bloodroots en un sinfín de situaciones sorprendentes y en un juego divertidísimo que nos incita continuamente a conseguir la mayor puntuación en todos y cada uno de sus niveles. Quizás, lo único que le pueda echar en cara es que durante todo el tramo final el juego se antoja demasiado largo y algo repetitivo, pero en el cómputo global tiene el ritmo que necesita una obra de este tipo.

Aparte de esto, a nivel gráfico es un juego que entra por los ojos simplemente viendo un pequeño clip suyo. No es un portento gráfico como se podía esperar, ni uno de esos indies con un nivel artísitco apabullante. Sin embargo, consigue destacar dentro de la simpleza de su arte, con colores en todo momento muy cálidos que se irán tiñendo de rojo a medida que avancemos. Una estética muy básica que consigue dotar de una personalidad única a un videojuego donde el contraste entre la vida y la muerte brilla en todo momento. Lo que sí, como punto negativo en este aspecto, comentar que en la versión que nosotros hemos podido probar -Nintendo Switch- Bloodroots cuenta con unos tiempos de carga demasiado largos en ocasiones que estropean un poco el ritmo que éste debería tener. A nivel de rendimiento funciona a las mil maravillas ejecutándose en la consola híbrida, pero creo que es un aspecto importante a comentar debido a que ocasionan esa pérdida de dinamismo dentro de las partidas.

¿Matar enemigos con una zanahoria?

Como conclusión, Bloodroots es un videojuego extremadamente divertido, adictivo, cortito pero muy rejugable y que hará las delicias de todos aquellos y aquellas a los que os gusten los títulos de acción de este estilo. Obviamente no es perfecto. Sus problemas de ritmo en la parte final y una historia que podría haber dado algo más de si, lastran un videojuego que podría haber llegado a la excelencia. Sin embargo, es una obra con una propuesta muy original que podéis conseguir por sólo 20 euros (de lanzamiento), a la que mínimo deberíais echarle un ojo y que os tendrá durante unas 7-8 horas enganchado a la pantalla intentando conseguir la máxima puntuación en todos sus niveles. Y si con eso no os he convencido de si merece la pena vuestro tiempo, sólo decir que podréis matar a los enemigos con una zanahoria. Si eso no os llama para jugarlo yo ya no sé qué puede conseguirlo.


Este análisis se ha realizado con un código de descarga para Nintendo Switch proporcionado por Paper Cult Games.