"Don’t be a fool!"

A veces, cada vez con menos frecuencia en mi caso, aparece una de esas obras que hace clic. De esas que una vez terminan te dejan un poso de sensaciones que digerir lentamente, y que empiezas a procesar mientras miras a ninguna parte y los títulos de crédito se deslizan en esa zona desenfocada de tu campo visual. Y American Arcadia es una de esas obras. No voy a esconder mis cartas, y lo voy a dejar claro desde el principio: este videojuego es de lo mejor que me he encontrado este año, y es que el sello de Out of the Blue empieza a ser garantía de calidad. Con sólo dos títulos a sus espaldas, American Arcadia es el segundo lanzamiento de este estudio español que ya me conquistó hace unos años con Call of the Sea, y que lo ha vuelto a hacer ahora, sin ninguna duda. Os cuento por qué me ha parecido tan especial American Arcadia.

La (no) distopía del capitalismo salvaje

La distopía es la columna temática básica y central sobre la que se apoya American Arcadia, el juego se basa en obras clave de este género, como pueden ser las novelas de Orwell, u otros clásicos instantáneos más “cercanos en el tiempo” como La naranja mecánica o El show de Truman, siendo esta última su influencia más clara por mucho. El estudio dejó clara esta fuente de inspiración con uno de los pósters creados para el juego, y es que American Arcadia puede entenderse como una reinterpretación moderna y adaptada al medio del videojuego de El show de Truman. Out of the Blue combinó en esta aventura la herencia de esas obras mencionadas, el espíritu central de las mismas, y le añadió ingredientes nuevos para crear su propia receta contemporánea: referencias a los servicios y plataformas de streaming, menciones a la creciente necesidad de las personas por vivir pegadas a una pantalla, el dominio de los smartphones en nuestras vidas y el fear of missing out, entre otros conceptos que aún no existían, o no eran tan relevantes, según el caso, cuando se estrenó El show de Truman. American Arcadia nos plantea un escenario cuyo núcleo es la ciudad artificial de Arcadia, una urbe construida por la megacorporación Walton Media para alojar en su interior un grotesco reality show, al más puro estilo de lo que vimos en El show de Truman. La diferencia principal con lo que vimos en dicho filme radica en las dimensiones del concurso (si es que se le puede llamar así), y en las consecuencias que implica.

Arcadia es una ciudad gigantesca, aislada del mundo exterior mediante una cúpula, y el concurso homónimo del videojuego, American Arcadia, no se limita a seguir la vida de un único “participante”, sino de miles de ellos. Miles de personas que no son conscientes de que sus vidas son mentiras, productos comerciales que están siendo monetizados constantemente. Esta realidad la conoceremos a los pocos minutos de ponerse en marcha la historia, pero a partir de ahí entrarán en juego muchos elementos narrativos y argumentales más que complicarán el desarrollo de la historia.

A ambos lados de la pantalla

American Arcadia aúna dos aventuras en una, dos historias que se entrecruzan para formar una sola, con dos protagonistas principales. Por un lado se nos presenta a Trevor Hills, un hombre de 28 años con una vida de lo más tranquila en la idílica ciudad de Arcadia, y, al otro lado de la cúpula, en el mundo real, la empleada de Walton Media, y activista social, Ángela Solano. A lo largo de los siete capítulos que componen esta aventura, alternamos el control de ambos personajes, mientras Trevor trata de huir del engaño con la ayuda externa de Ángela. Out of the Blue ha aprovechado estas dos “realidades” para enfocar la aventura de dos maneras radicalmente distintas en lo referente a las mecánicas de juego, y conseguir una sensación de cambio y dinamismo cada vez que saltamos de un personaje a otro.

Mientras que con Ángela jugamos en primera persona, explorando un escenario tridimensional y resolviendo puzles de manera más pausada, en un estilo que se asemeja a lo que vimos en la obra anterior del estudio: Call of the Sea, cuando jugamos como Trevor, el juego adoptará un ritmo más frenético, centrado en huidas, secciones plataformeras, sigilo e incluso niveles de conducción, todo esto desde una perspectiva en 2.5D. En algunas ocasiones, en las que el estudio ha hecho gala de ingeniosos métodos narrativos y jugables para solapar ambas aventuras, controlaremos a ambos personajes simultáneamente, en tiempo real, aumentando así la sensación de reto o dificultad, y ayudando a crear una sensación de que todo está realmente ocurriendo al mismo tiempo y en el mismo mundo. El juego nos dará una de cal y otra de arena, entendiendo por cal la diversión frenética de persecuciones policiales e infiltraciones, y por arena un ritmo más contemplativo para resolver puzles o explorar el mundo que se nos plantea.

Distopía clásica adaptada al presente

Con este título, Out of the Blue demuestra su versatilidad como creadores. Partiendo desde su obra anterior: Call of the Sea, saltan de interpretar la obra de H.P. Lovecraft a reimaginar por completo un clásico cinematográfico del siglo XX como es El show de Truman. Aunque inspiración y obra actual comparten rasgos comunes en cuanto a temática e intención crítica, como en lo referente a las megacorporaciones empresariales, American Arcadia sabe adaptarse a su tiempo, e incluye otros mensajes críticos. En el centro de todo, como columna vertebral temática de American Arcadia, se encuentra la crítica clara al capitalismo más salvaje y despiadado, que ha llegado a un nivel en el que se trata a los seres humanos como bienes materiales o monedas de cambio. Las vidas y los destinos de estos se deciden y están enteramente condicionados por la rentabilidad y beneficios que le puedan generar al sistema, en este caso, Walton Media.

Como temáticas satélite a este planteamiento central se añaden problemáticas derivadas y más relacionadas con la actualidad. En Out of the Blue ha reservado un espacio para tratar temas como la saturación mediática o la sobreexposición de la vida privada de las personas, con referencia a fenómenos televisivos, plataformas de streaming o aplicaciones móviles, y también se pasa por temas como el FOMO (Fear of missing out), o la presencia cada vez más invasiva de los dispositivos digitales en nuestras vidas. Y es que, aunque los habitantes de Arcadia creen vivir en la década de los 70, la realidad fuera de la cúpula se ambienta en nuestro 2023, por lo que todas estas temáticas quedan perfectamente enmarcadas con el presente en el que se ha lanzado este título.

 

Además, incorpora estas temáticas en las herramientas narrativas que utiliza a lo largo de la aventura. Por ejemplo, ciertas secciones de la aventura de Trevor estarán vistas desde la perspectiva de un streaming al estilo de Twitch, con el chat de los espectadores incluido, y con comentarios que responden a cómo se desarrolla la aventura. Y es que en lo narrativo, American Arcadia hace gala de una genial sencillez cotidiana que contribuye a la inmersión del jugador, desde los elementos previamente mencionados, con los que prácticamente cualquier jugador puede estar familiarizado hasta la utilización de ordenadores y smartphones como interfaz de juego. A través de llamadas de teléfono, aplicaciones, la utilización de circuitos de cámaras de vigilancia, etc., entenderemos el entorno y nuestras tareas. Y es que no hay ni un sólo elemento de “interfaz artificial”, no hay barras ni iconos en pantalla, ni tampoco letreros que nos indiquen nuestro objetivo. Todo será incluido en elementos realistas, como esas llamadas telefónicas ya mencionadas.

Cada escenario esconde una historia

American Arcadia también hace uso de elementos de narrativa ambiental, como pueden ser vallas publicitarias, programas de televisión en pantallas, cartelería, etc. Todo esto para contribuir a la idea de que dentro de Arcadia todo es una falsa realidad ensayada para inducir a ciertos comportamientos, y así, al mismo tiempo, fomentar la inmersión del jugador, privándolo de elementos que le griten en todo momento que está frente a un videojuego. En general, el apartado visual del juego es otro de sus elementos especialmente cuidados, haciendo gala de un estilo cartoon en el que predominan las formas angulosas, y caracterizado por diseños limpios y simples.

Especialmente en el caso de los personajes y sus rostros, Out of the Blue ha apostado por rostros sin apenas detalles, pero que consiguen expresividad y realismo a través del movimiento y el aprovechamiento de esos sencillos elementos que los componen. En cuanto a los escenarios y los objetos, predominan los diseños fuertemente coloridos, típicos de la época que se emula en Arcadia, y que contrastan con los escenarios del presente, más fríos y oscuros. El estudio ha aprovechado la construcción de los escenarios para reforzar el worldbuilding y el storytelling a través de estos elementos visuales, reflejando el propio imaginario creado para el juego en objetos de lo más cotidiano, como pueden ser objetos de merchandising en tiendas, pósters de películas, etc.

Todo el aspecto visual de American Arcadia cumple dos propósitos simultáneos: la función estética y de ambientación retrofuturista, y, por otro lado, la narrativa. Cada detalle nos cuenta algo, desde los post-it que podemos encontrar en el apartamento de Ángela hasta los productos de merchandising en las instalaciones de Walton Media. También le da un uso orientado al worldbuilding a todos estos elementos para narrarnos el pasado del mundo que se nos cuenta sin caer en sermones en forma de textos o diálogos sobrexplicativos. En un ejercicio que puede recordar a la introducción a Rapture y la obra de Andrew Ryan en Bioshock, se nos habla del pasado de Walton Media y su fundador: Elijah Walton, una figura claramente inspirada en Walt Disney. De esta forma, American Arcadia da forma y trasfondo a sus personajes y villanos para que la aventura tenga aun más peso narrativo y emocional en el jugador. Además, Out of the Blue aprovecha estos elementos para rendir homenaje a obras clásicas del cine u ortos medios en los que se inspira o de los que toma ciertas referencias.

Una aventura distópica inolvidable e imprescindible

Aunando todos estos elementos, American Arcadia se compone como una aventura inmersiva, más centrada en la historia que nos quiere contar que en los retos que nos presenta, pero sin olvidarse de que es un videojuego, y que el factor lúdico debe estar bien presente. Una historia cargada de personajes tremendamente carismáticos, y que rescata el espíritu de las distopías clásicas para trasladarlo a la actualidad, pasando también por temas como la realización personal o la felicidad de los individuos en una sociedad. Una ensalada de géneros y mecánicas que juguetea con las plataformas, los puzzles, el siglo o la conducción, y lo pone todo al servicio de una poderosa y cautivadora narrativa.

Como ya ocurrió con Call of the Sea, Out of the Blue nos deja una obra con alma propia, para el recuerdo, y que sitúa por todo lo alto el talento y las posibilidades de los estudios independientes. Una lástima que no haya llegado a tiempo para aspirar a luchar por algunos galardones en los GOTY de 2023, porque merece mucho. Sin embargo, creo que es uno de los títulos más especiales que han pasado por esta redacción en lo que va de año, y el GOTY 2023 del redactor que escribe estas líneas. Gracias, Out of the Blue, por hacer juegos inolvidables. Until next time, dear old pals!


Este análisis ha sido realizado mediante una copia digital para Steam facilitada por Make Good Art Agency.