Un descontento más que justificado

A pesar de las quejas que solemos oír, parece que en el fondo nos gustan los “refritos”, nos gusta volver a visitar títulos antiguos que guardamos con cariño en la nostalgia. Y para bien o para mal, la industria ha explotado ese filón en los últimos años. Hemos visto el regreso de clásicos de todo tipo, como MediEvil o Spyro, incluso los remakes de clásicos como Resident Evil 2 o el próximo Final Fantasy VII. Sin embargo, hay ciertos límites para lo que la comunidad está dispuesta a aceptar. Ciertos obstáculos que la nostalgia no es capaz de salvar.

Warcraft 3: Reforged ha sembrado el descontento entre la comunidad de jugadores y los fans de la franquicia, y con toda la razón. El motivo ha sido el notable descenso de calidad entre el material que mostraron en el anuncio de 2018 y el producto final que ha llegado a manos de los usuarios. Un downgrade que ha afectado tanto en materia gráfica como en el apartado jugable. Los videos mostrados por Blizzard durante el anunció del título incluían cinemáticas que han sido completamente eliminadas del producto final, escenas que enriquecían la narrativa e inmersión del juego, y que ahora no están. En este aspecto, el título luce exactamente como lo hacía en 2002, con la única diferencia de unas texturas mejoradas. Incluso pasando por alto la ausencia de cinemáticas, el acabado gráfico está muy lejos de lo mostrado durante el anuncio. Teniendo en cuenta que Blizzard nunca lanzó otros vídeos, anuncios o demos del juego, quienes lo adquirieron solo tenían ese primer vistazo como referencia, y el producto adquirido resulta ser muy distinto. Nos encontramos, prácticamente, ante un caso de publicidad falsa y engañosa, algo muy grave para la comunidad de jugadores.

Comparativa de un mismo momento del juego, entre el anuncio y el producto final.

El Community manager de Blizzard, Kaivax, ha explicado la postura de la empresa frente al problema, en el foro oficial del juego. “Estamos totalmente comprometidos a apoyar el juego durante mucho tiempo […] Este juego es una parte integral del ADN de Blizzard, con un equipo que ama Warcraft III, y estamos deseando verter nuestros corazones en Reforged y en la comunidad de Warcraft III a largo plazo”, afirmó. También se pronunció respecto a las cinemáticas desaparecidas, y excusó su ausencia argumentando que “querían preservar la experiencia tal como se vivió en el juego original”, mejorando únicamente el aspecto visual. Sean ciertos o no estos motivos, está claro que Blizzard ha obrado mal, a efectos prácticos ha engañado a los jugadores. Aunque retirar las cinemáticas no fuera producto del esfuerzo que suponía incluirlas, y que Blizzard no estaba dispuesta a hacer, los compradores merecían conocer este cambio antes de adquirir su copia del juego.

Tal ha sido el descontento entre la comunidad que Warcraft III: Reforged que el título ha recibido una de las notas más bajas vistas en el portal de Metacritic, por parte de los usuarios. Sin duda se ha dado un caso de review bombing, algo que tampoco denota mucha madurez por parte de la comunidad, pero está claro que el producto ofrecido por Blizzard no merece demasiada consideración. La opinión de la crítica especializada también arroja un resultado bastante pobre para el título, que apenas alcanza una puntuación de 61 sobre 100. Unos números muy bajos para tratarse de un triple A.

Por si todo esto fuera poco, las malas decisiones de la compañía van más allá del degradado gráfico y visual. El editor de mapas y partidas del juego, tan aclamado en su versión original, es ahora motivo de descontento. Blizzard tendrá la propiedad absoluta de las creaciones de todos los jugadores en dicho editor, podrá usar las creaciones de la comunidad sin reconocer o compensar de ninguna manera. Por otro lado, podrá eliminar cualquier contenido que, según sus criterios sean inapropiados. En resumen, y teniendo en cuenta experiencias pasadas, Blizzard quiere mantener el control total de esta herramienta y sus frutos, probablemente de cara a la inclusión del título en el mundo de los eSports. La decepción y el descontento han tenido tal alcance que Blizzard no ha tenido más remedio que empezar a ceder ante las demandas de gran parte de la comunidad y reembolsar el costo del juego a los jugadores que lo soliciten. No importan las horas que se hayan jugador a la hora de solicitar la devolución, basta con rellenar un formulario en la web de Battle.Net y esperar a recibir el dinero de vuelta a cambio de renunciar a la copia digital del juego. Ahora, para los más decepcionados, solo queda esperar para ver si Blizzard es capaz de solucionar este entuerto.