Buscar el momento para la introspección
Todos volvemos a casa. Algunos volveréis todas las noches en tren o metro. Hay quien vuelve de día, quien vuelve en bus, coche o moto. Puede que simplemente volváis desde otro barrio o incluso podáis volver andando, aunque siempre está el que tiene que volver desde otro municipio. De una forma u otra, volvemos prácticamente a diario. Bueno, y en ocasiones especiales; podríamos estar hablando de la vuelta a casa por navidad o tras unas vacaciones. Pero hay algo común a todas las vueltas a casa. O, al menos, a un gran número de ellas: solemos intentar desconectar, pero muchas veces desconectar deriva a pensar en las cosas que queremos hacer, en las que hacemos bien y en las que hacemos mal. Planificamos y, en general, reflexionamos. En mi experiencia, las vueltas a casa tienen a ser introspectivas.
Vengo a What Comes After recomendado por Jaime, cuya reseña de Coffee Talk me hizo plantearme trastear con cualquier proyecto que venga de la misma gente. Pikselnesia y Rolling Glory Jam combinaron esfuerzos para sacar a la luz la obra del creador de Coffee Talk, Mohammad Fahmi Hasni, quien falleció en 2022. En What Comes After podemos apreciar el cariño que Fahmi incluyó en sus personajes, dejando trazos de su forma de ver las cosas aquí y allá, intentando darle la relevancia que tiene a la introspección del día a día como ese momento importante para fortalecernos, para hacernos valer a nosotros mismos.
Aquí no hay desafío. Vivi, nuestra protagonista, se queda dormida en el tren de regreso a casa, donde pasará verse rodeada de numerosos pasajeros con ciertas peculiaridades. Fantasmas. Bueno, más bien fallecidos recientes, a la espera de su llegada al más allá, a lo que venga después. Normalmente los vivos no deberían estar ahí, pero bueno a veces se dan estas circunstancias. Por suerte, Vivi tiene la oportunidad de regresar, solo tendrá que echar el rato hasta que el tren llegue a su destino y vuelva. Algo que no debería preocuparnos mucho. Simplemente debemos charlar y escuchar. Hay varios vagones repletos de vidas que han finalizado con mucho que contar.
Casi sin darse cuenta, la joven comenzará a reflexionar sobre su propia vida. Puede que tú, como jugador, quieras sumarte a sus introspecciones. Es bastante curioso: pese a la sencillez del título, consigue fácilmente que empaticemos con los pasajeros de este tren tan particular. Esto se debe, a mi juicio, a que el asunto a tratar es uno que no solemos tocar tanto en nuestro día a día y contra el que tenemos, normalmente, varias barreras discursivas. Los pasajeros hablan con normalidad sobre la muerte y la vida. Eliminan todo prejuicio, toda hipérbole que aleje la circunstancia de la cruda realidad: han muerto, ¿para qué andarse con rodeos y convenciones?
En los vagones de este tren encontraremos reflexiones de todo tipo. Hablaremos con adultos más entrados en edad, pero también con otros más jóvenes y hasta algún que otro individuo “menos humano”. Hay multitud de vidas arrepentidas, otras tantas con dolor y algunas que, por suerte, aceptaron que no había por qué lamentarse más de lo necesario de lo que, irremediablemente, iba a suceder. No esperéis grandes giros argumentales, más allá de algún que otro detalle. Aquí hablamos de un viaje íntimo, realista y que trata miedos e inseguridades que cualquiera puede tener. Es un título en el que adentrarnos durante una hora y media a simplemente charlar, caminar un poco y valorar lo que tiene para contarnos. Tenemos todo el viaje de ida y vuelta para hacerlo.
Eso que tiene que contarnos es algo que recomendaría escuchar a cualquiera que tenga un rato y le apetezca reflexionar sobre estos temas. Temas que, eso sí, no son fáciles de digerir. El juego avisa desde el principio sobre algunas de estas cuestiones para evitar herir sensibilidades. Si bien el planteamiento puede parecer demasiado crudo, las reflexiones que extraemos tras jugar os aseguro que son positivas, simplemente necesitamos escuchar y empatizar, entender otras formas de ver la vida que no necesariamente tienen que coincidir con la nuestra.
Un viaje de vuelta a casa más, uno diferente
Por desgracia, no hay mucho más que pueda o deba comentar sobre What Comes After. Su reducida duración es perfecta para lo que pretende transmitir, pero dificulta hablar sobre los sucesos sin entrar en demasiadas revelaciones de la trama. Precisamente, esa duración puede no ser del agrado de muchos, pero es una experiencia que merece la pena, más aún por el precio irrisorio al que solemos encontrarlo en tiendas digitales. Además, desde este otoño, What Comes After está disponible en formato físico para PS5 gracias a Dolores Entertainment y a Tesura Games. Tal vez, tras disfrutar de la sensibilidad que Fahmi intentó inculcar a su narración, tengáis nuevas reflexiones para la próxima vuelta a casa.
Esta crítica ha sido realizada con una copia para Steam cedida por Tesura Games.