La importancia de un motor gráfico

Se siente al jugarlo. ¿Os ha pasado que habéis jugado a juegos de géneros diferentes, realizados por compañías diferentes, en países y momentos diferentes pero que os deja una sensación de control o un acabado gráfico similar? Quizás esos juegos comparten una parte de su ADN en que están realizados por el mismo motor gráfico. Y es que cuando uno lleva tiempo jugando a videojuegos, a veces puedes distinguir fácilmente con qué motor gráfico se ha realizado. Sobretodo en aquellos juegos que requieren una cierta iluminación o fluidez como los shooters. Un gran ejemplo de ello son los juegos de Valve, con el característico motor Source que se ha convertido en toda una seña de identidad de sus juegos. O también los juegos realizados con Unreal Engine, perceptible para mí en el matiz de sus colores e iluminación. También está CryEngine con su espectacular física y efectos visuales. Pero ninguna opción es mejor que otra, pues todos los motores gráficos tienen sus limitaciones y para muchos estudios, diseñar un motor gráfico acorde a sus necesidades, supone un coste demasiado alto. Además requiere de un tiempo de aprendizaje que para proyectos a corto plazo no son viables.

Unity siempre ha estado ahí

El equipo de desarrollo de Unity Technologies ha presentado unos vídeos de la versión 2018.3 donde se ha mostrado el potencial que alberga este motor gráfico en cuanto a la creación de mundo abiertos y masivos, mejora gráfica en shooters, recreaciones gráficas y efectos gráficos en elementos como el fuego en movimiento o tornados sobre arena.

Podéis ver los vídeos de estas demostraciones técnicas a continuación. En ellos podemos ver situaciones tan espectaculares como una gran ciudad con 4,5 millones de mallas de renderizado y con 200.000 objetos por edificio, 100.000 fuentes de sonido y 5.000 vehículos dinámicos. Uno de los puntos más llamativos es la notable mejora gráfica en los FPS, un género que siempre se ha visto muy limitado en Unity.

Unity es un motor gráfico de sobra conocido en el mundo de los videojuegos pero pocas veces se ha tenido en cuenta para grandes producciones por diversos factores. Hasta la llegada de la versión 4.3, era un motor poco óptimo dada su versatilidad tanto por el rendimiento como por sus animaciones. Con Unity 5 se desató la locura indie con sus mejoras al 2D y finalmente con 5.6 y Unity 2017 se acotó el camino hacia la realidad virtual y los juegos de móviles para pequeños desarrolladores.

Unity cobra fuerza en las grandes producciones

Pese a la facilidad de exportarse a diferentes plataformas, uno de los mayores inconvenientes que ha tenido Unity ha sido siempre su faceta multijugador, en lo referente al matchmaking y logística multijugador. Lo que una vez resuelto de forma estable ha captado el interés de grandes compañías. Es un motor utilizado tanto por aficionados como en la formación de profesionales que, de saber explotarlo, puede dar mucha libertad para el ingenio. De hecho, esto hace que sea más fácil encontrar gente capaz de hacer maravillas con este motor gráfico como por ejemplo el conocido Cuphead. Otros juegos como Ghost of a Tale, Inside, Hollow Knight, Ori and the Blind Forest, Cities: Skylines y Pokémon GO. Y juegos con enfoques muy diferentes como Layers of Fear, Pillars of Eternity, Umbrella Corps, The Forest y Yooka-Laylee.

Los desarrolladores españoles que crearon Redneck Immortal tuvieron claro desde el principio que pese a ser un motor gráfico tildado de inferior por estar asociado a demostraciones de aficionados que apenas sabían utilizarlo, es un motor capaz de dar buenos resultados en buenas manos. Y ahora se hace evidente en la apuesta de grandes compañías como Blizzard y CD Projekt RED en juegos como Hearthstone y Thronebreaker: The Witcher Tales.

Esto marca el comienzo de Unity en el ámbito más profesional y ambicioso de los videojuegos, el de las grandes compañías triple A. Lo que facilita que muchos de los estudios menores que han desarrollado esos juegos puedan dar el salto a los juegos doble A, e incluso triple A de la mano de un motor gráfico como Unity. Esperamos con expectación que así sea y podamos ver en juegos más ambiciosos todo lo que el ingenio puede aportar al mercado triple A. Un mercado saturado de siempre las mismas mecánicas y poca variedad que necesita de juegos tan innovadores como los anteriormente mencionados.