Las Arenas del Tiempo ahora funcionan del revés

Era de esperar que la pandemia que tan fuerte sacudió el año 2020 se acabase haciendo sentir profundamente durante los meses y años venideros en el sector del videojuego. Muchas empresas han ido avisando durante los meses pasados que durante 2021 la llegada de títulos nuevos iba a verse disminuida por motivos más que obvios. No obstante, si tuviésemos que dar un galardón a la que posiblemente se viese más afectada, la ganadora – con un gran margen respecto a sus competidores, además – sería sin lugar a dudas Ubisoft. Tras anunciar el retraso de más de tres meses tanto de Far Cry 6 como de Riders Republic – ambos con fecha de lanzamiento prevista de manera original para, respectivamente, enero y febrero de 2021 -, ahora la empresa no ha podido ocultar más el retraso del remake de Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo. Cabe destacar que la aventura ya se retrasó una primera vez poniendo como fecha orientativa el 18 de marzo de este año, pero que con la intención de ofrecer un remake fresco y fiel al original ha decidido aplazar este lanzamiento sin confirmar la fecha en la que estará disponible.

 

 

 

Tras el aluvión de críticas que recibió el día de su anuncio por su aspecto gráfico muy por debajo de lo esperable a día de hoy, puede ser que este nuevo retraso, al margen de las complicaciones surgidas por la situación, tenga como motivo trabajo adicional para lograr una mejora gráfica notable. Teniendo en cuenta que el juego se está desarrollando en los estudios de Ubisoft en India, donde normalmente no lideran proyectos sino que suelen asistir a otras sedes y centrales, conocer con exactitud la siguiente fecha de lanzamiento, que tampoco tiene por qué ser definitiva, se antoja complicado.

De todas formas, no estoy aquí para justificar un nuevo retraso de Ubisoft, dado que son tres lanzamientos que se esperaban para 2021 que ahora no conocemos cuándo verán la luz. Y, siendo sincero, pienso que esta situación es un problema grave para esta marca. Desconozco realmente el motivo por el cual deciden retrasar los juegos, lo que es obvio que bajo la frase “queremos matizar detalles” o “queremos ofrecer una aventura digna al jugador”, las empresas tienen un cheque en blanco para justificar así los retrasos. Esto es algo que realmente me parece una tomadura de pelo, son ellos quienes fijan las fechas, hacen los anuncios y generan unas expectativas al sector que luego no son capaces muchas veces de satisfacer, y aunque es obvio que hay ocasiones en las que el retraso es más que obligatorio, pero si eres consciente de que tu juego no esta desarrollado ni al 50% me parece una mala estrategia de marketing anunciar públicamente una fecha, siendo consciente de que no llegarás a dicho momento con el producto completamente terminado.

No obstante y por desgracia, no podemos hacer nada al respecto a este abanico de retrasos sin fin que las empresas han creado, pero creo que deberíamos de ser algo más duros con todos aquellos que posponen y posponen de manera indefinida lanzamientos cuando son ellos quienes, sin ninguna presión por parte del público, los han anunciado con su respectiva apertura de la campaña de reservas, se trate de Ubisoft, CD Projekt RED, Nintendo o Rockstar Games, sin pensar que por ser una gran marca de este mundo tienen todo acto y actitud permitidas. Claro está que esto implicaría dejar a un lado el pensamiento económico y empezar a trabajar realmente como hace años atrás, donde los retrasos ocurrían raramente y los juegos llegaban 100% al mercado, sin necesidad de actualizaciones después para acabar mejorando el rendimiento, cuando esto es algo que debería venir arreglado de casa.