Del State al Play
Hace unos meses tuvo lugar el State of Play, evento de Sony donde anunciaron nuevas IPs y avances de juegos ya existentes. En general fue un evento genial lleno de buen contenido y en INDIEferente hice un resumen de lo más destacado dentro del panorama indie. Pues uno de los que más me gustó fue el nuevo título de Giant Squid, creadores de obras de arte como Abzu o The Pathless. Así que el día uno de su salida ya lo tenía instalado en mi consola para traeros hoy un indieanálisis de esta preciosidad y que así podáis descubrirlo conmigo además de, si os llama la atención, echarle un tiento. Sword of the sea es un bonito juego que mezcla la exploración y resolución de puzzles con fuertes elementos de skate y surf por un desierto que, poco a poco, convertiremos en océano. Este juego ha sido lanzado hace solo unos días, el 19 de agosto de 2025, y ha supuesto la vuelta al ruedo de Giant Squid tras 5 años sin nuevos lanzamientos.
Pero han vuelto a lo grande porque las valoraciones generales de este nuevo título han sido más que positivas, enamorando a medios y jugadores por igual. Por supuesto, también ha sido mi caso. Tras finalizar la historia y el New Game +, puedo afirmar que es una pequeña obra de arte en casi todos sus apartados.
Un horizonte para descubrir
En esta historia controlaremos a un ser conocido como “El Espectro”, que tendrá como objetivo tornar la vasta Necrópolis en su antigua forma oceánica, a lomos de su espada voladora. Por supuesto, a lo largo de esta aventura tendremos nuestros encuentros y percances que no comentaré para no entrar en spoilers pero importante decir que, igual que pasa en títulos como Dark Souls, el lore tendrás que descubrirlo tú mismo encontrando unos monolitos de piedra llamados Estelas. Estos, junto a unas conchas brillantes y unas —bien escondidas— ranas, serán los coleccionables de turno.
Una aventura sobresaliente en casi todos sus aspectos pero que, a mi parecer, acaba cuando todavía estaba empezando. Si bien la historia es interesante, hay una insuficiente sensación de avance en cuanto a lo que vivimos. En mi opinión esto es debido a que, para lo amplio de su mundo y lore (si te dedicas a descubrirlo), los acontecimientos de la trama son demasiado inocuos hasta bien llegado el final. Es cierto que su baja dificultad y duración no dan para mucho más ya que puede ocuparte unas 4 horas si eres coleccionista (incluso hay un logro de superar el juego en 2) pero yo al final sentí que me faltó vivir más experiencias dentro de este mundo. Quizá esto no es malo, ya que “lo bueno, si breve, dos veces bueno“, y hay que decir que la exploración en Sword of the Sea es realmente buena.
El mapa es amplio y está plagado de secretos en forma de coleccionables y alguna prueba contrarreloj, lo que te da una sensación casi constante de éxito al dejarte perder por las arenas para encontrar algo nuevo. Su suave jugabilidad, que hace que todos los movimientos de tu personaje y el entorno se muevan como un paño al viento, también ayudan mucho a disfrutar de ese constante ir y venir sobre vibrantes dunas o fluidas olas. Un mundo en el que, desde el primer contacto con él, vemos y sentimos una poética dualidad entre la vida y la muerte, el nacimiento y la destrucción, el bien y el mal… partes de un mismo mundo que van siempre de la mano. Porque si algo quisieron lograr sus desarrolladores fue una sensación introspección y conexión con la naturaleza, devolviendo vida donde dejó de haberla tanto con su ritmo tranquilo como con su ambientación sonora y visual.
Journey Hawk Pro Skater
Somos muchos quienes, nada más ver el tráiler de Sword of the Sea, se nos vino a la mente el precioso Journey y pensamos que ambos compartían equipo desarrollador pero, aún sin ser cierto, no íbamos tan desencaminados. A pesar de que Giant Squid no tiene nada que ver con el juego de 2012, que fue creado por el equipo de Thatgamecompany, sí que hay mentes de esta desarrolladora que se han involucrado de lleno en el juego que analizamos hoy.
Por ejemplo Matt Nava, director creativo en Journey y que también trabajó en juegos de Giant Squid como Abzu y The pathless. Esta vez ha vuelto a sus orígenes conceptuales, usando un mundo desértico pero lleno de magia y colores vivos a los que les ha dado el fuerte contraste del mar sobre la arena para crear unas escenas preciosas, dotando al título de uno de sus puntos más fuertes. El creativo ya afirmó que esta decisión se debe a que sintió que tenía muchas ideas que no se utilizaron en Journey y esta vez, les ha podido dar vida no solo como director de arte, sino siendo el director general del proyecto.
Pero ojo que los paisajes no son lo único que nos recuerda al juego de Thatgamecompany: sus melodías, sonidos ambiente y falta de diálogos también parecen ser marca de la casa. Y efectivamente porque el maravilloso Austin Wintory, que tiene una larguísima trayectoria en música tanto para videojuegos como en películas, ha vuelto a utilizar esas melodías ambientales que tanto gustaron en IPs como Flow o Sunset. Bonitas y suaves canciones que acompañaran a la sensación de conexión con la naturaleza transmitida con la historia y en las que colaboraron el London Voices Choir y el Phoenix Boys Choir. Eso, junto con los sonidos ambiente de las olas, el viento o la propulsión de nuestra espada —y que muchos sonarán en el propio mando de ps5 si lo juegas en esa plataforma— nos dan una maravillosa mezcla de placer sonoro.
Muchos dirán que un arte tan suave y una banda sonora tan introspectiva no casan con un juego de skate, pero aquí reside uno de los elementos más atrayentes de Sword of the sea: ser uno con tu tabla espada y con la naturaleza que te rodea. Aceleración, grindeos, acrobacias… todo ello podremos hacerlo durante la mayoría del gameplay y, aunque no te lo pidan obligatoriamente para avanzar, creedme que os pasareis las horas haciéndolo por puro disfrute

La sensación de velocidad está muy, muy bien conseguida.
A pesar de que el juego no sea exigente respecto a esto, hay zonas secretas donde tendréis que llegar a una cantidad de puntos en un tiempo concreto mediante estas acrobacias, pero fuera de aquí no habrá nada que os cuente puntuación por realizar trucos. ¿O sí? Como curiosidad, aunque no se diga en el juego, podremos ver nuestra puntuación total hasta el momento en la pantalla de pausa, arriba a la derecha. Ésta se basará en la cantidad de trucos realizados o la velocidad de avance en la trama, entre otras cosas. Una muestra clara de que el equipo desarrollador se inspiró en juegos como Tony Hawk Pro Skater o 1080° Snowboarding y en deportes veloces tipo surf o skate para diseñar estas mecánicas, “reflexionando sobre cómo estos deportes extremos fomentan una conexión espiritual con la naturaleza al combinar la atención plena y el movimiento“.
Con Stendhal por bandera
En definitiva, Sword of the Sea es un precioso juego de exploración y puzles con mecánicas de skate que nos lleva por un desierto al que tendremos que reconvertir en océano y donde disfrutaremos en todo momento de un arte y banda sonora preciosas que nos hará conectar con la naturaleza de manera introspectiva. Sin duda, un titulo recomendadísimo del que ya tenéis el videoanálisis en INDIEferente y del que os enamorareis si os gustó Journey y si os mola la jugabilidad relajada. Más aun si tenéis PS Plus, ya que lo podéis disfrutar en su catalogo desde el día uno de salida.