Menos parafernalia y más enfocarse en lo verdaderamente importante

Por una vez en bastante tiempo parece ser que puedo traer noticias para nada malas de la industria del videojuego. Pareciera que solo veo las cosas perversas de este sector, o que mínimo solo quiero hacer noticia de ellas, como si intentase boicotear a dicha industria con el fin de…no sé, acabar con las malas prácticas, aunque mi voz sea minúscula en el revuelo de noticias que se suceden y acaban sepultando hasta la más horrible de las nuevas. Pero no es así, pues hago el mismo esfuerzo para intentar descubrir tanto lo peor como lo mejor del sector, pero me temo que en muchas ocasiones es más difícil de lo que parece que nos llegue información de una de esas dos. Mas hoy no es así, por suerte, ya que parece ser que por fin sale la luz y os traigo algo digno de alegrarse, ya que el juego Slime Rancher 2, salido hace apenas 6 días como Early Access en Xbox (incluido GamePass) y PC, ha roto las previsiones de venta de forma estratosférica y de la mejor manera posible con una gran cantidad de reviews positivas, todo ello, como apunta su director, sin el más mínimo atisbo de explotación laboral.

Slime Rancher

Bonito por fuera y por dentro

Efectivamente, hay otra manera de hacer videojuegos, y como ha pasado otras veces no voy a idealizar el sector indie, pues las malas prácticas también existen aquí y podemos dar buena cuenta de ello, no queda ningún rincón puro. Pero eso no es lo importante, lo que hay que tener en cuenta es que un videojuego como Slime Rancher 2, con infinitamente menos presupuesto ha logrado lo que muchas grandes producciones ni se acercan a cumplir, llegando a ofrecer beneficios tales como tiempo libre remunerado ilimitado, mientras que en otros lados se ven obligados a estar 6 semanas trabajando 6 días cada una de estas. Con mayor presupuesto no me refiero solo a lo que se dedica al videojuego, sino también a sus trabajadores. Que grandes empresas con aún más grandes ingresos no sean capaces de asegurar unos mínimos legales en el trato a sus empleados, teniendo dinero que se puede destinar a mejorar sus situaciones, da buena cuenta de los auténticos intereses detrás de dichas empresas, por mucho que se vistan como gente preocupada por el ecosistema y aquellos que lo conforman. Y no hace falta que sea un juego pequeñito sin muchas pretensiones para que no se explote a sus trabajadores, pues Slime Rancher tiene un amplio historial detrás gracias a su primer juego, y su segunda entrega esta vendiendo muchísimo más de lo que esperaban desde el estudio, alcanzando las 300.000 copias en menos de una semana, siendo el 95% de sus reviews en Steam positivas, incluso cuando actualmente se encuentra en el GamePass.

Ya no es que sea cuestión de ingresos, tiempos o demás chuminadas, es cuestión de principios, cuestión de diferenciar a aquellos que quieren hacer de la industria un sitio muchísimo más accesible y quienes convierten la vida de sus trabajadores en infiernos insoportables. Estas son las dos opciones, obviamente algún caso intermedio habrá, pero para aquellos que, en un intento de justificar a la gran empresa de turno, esgriman que la explotación laboral es algo intrínseco de esta industria y que no se puede concebir sin ello, les redirigiré una y otra vez a esta historia, una de éxito concebido sin el sacrificio de nadie, con recursos más limitados que las medianas o grandes producciones, y con más ganas de aportar algo a la industria que aquellos que solo ofrecen malas noticias y peores tratos. Esta es la realidad, existe otra forma de crear videojuegos, y aquellos que se nieguen a admitirlo, forman parte del problema.