Cordura, espacio y tiempo

 Para quien venga después.

Registro .1

No tengo muy claro si este es el lugar en el que debería estar. La nave se estrelló en la fría nieve, así que me adentré en unas instalaciones. Al menos eso es lo que recuerdo, pero los flashes vienen de vez en cuando y no consigo vislumbrarlos correctamente. No estoy segura de si era mi destino, pero sí tengo clara una cosa: vengo buscando a una Gestalt. Creo que es mi compañera, pero a veces no estoy segura. Estas “visiones” del pasado… no tengo la certeza de haberlas vivido, pero todo parece demasiado real. De todas formas, decidí hacer lo posible por avanzar en busca de respuestas.

Registro .2

Llevo horas deambulando sin saber muy bien cuál es mi destino. Sigo adentrándome en la S-23 Sierpinski, una instalación de trabajo para la Nación gestionada aparentemente por Replikas como yo. He decidido escribir estos registros a modo de diario, como se les exige a varios modelos de Replikas para estabilizar su psiquis. Encontré hace rato a una unidad Star que me reconoció como unidad Elster, pero se encontraba en muy mal aspecto y me alertó de los peligros que acechaban en este complejo, clausurado y condenado a ser destruido por completo. También encontré a Isa, la única Gestalt que he visto en los pasillos que llevo recorridos, pero tenía cosas que hacer, así que no sé a dónde habrá ido. Parece peligroso que vaya sin compañía de una Replika con armamento avanzado, pero tengo mis propios problemas: algunas unidades (espero que no sean todas) han sufrido una especie de… “transformación”. Desconozco a qué se debe, pero si alguien más se adentra en este lugar debe tener extremo cuidado.

La primera de estas Replikas irregulares, por llamarlas de alguna forma, me dio un susto de muerte. Por suerte ya llevaba un arma preparada, pero de nada sirvió no estar calmada y apuntar como corresponde, pues perdí varias balas y tuve que rematarla con una aturdidora eléctrica que se pierde con el uso. Lo cierto es que esto de la munición puede ser un problema y no puedo cargar con demasiadas cosas, así que voy a tener que inventariar mis enseres a la perfección si quiero sobrevivir algunas horas más en este lugar.

Registro .3

He conseguido establecer una sala segura en la recepción del ala médica. No sé si es lo más adecuado, pero parece que estas criaturas son incapaces de utilizar las puertas automáticas, así que puedo sacar ventaja de ello. El complejo se encuentra en las últimas y muchas salas no son accesibles, pero en otras tantas sí he podido acaparar ciertos recursos que acumulo en un baúl. He podido leer algunos registros en los documentos esparcidos por el lugar intentando averiguar qué pasa aquí, pero de momento solo encuentro certificados de duplicidad de turnos, solicitudes formales y otras cuestiones administrativas que poco (o nada) tienen que ver con esa masa deforme que acabo de matar en la habitación de al lado. Y bueno, hablo de matar por decir algo, porque ya no estoy segura de nada. Hace un buen rato pasé por un pasillo y una de esas criaturas se levantó de nuevo. Juro que había disparado hasta que dejó de moverse, pero parece que tendré que encontrar alguna forma de acabar definitivamente con ellas.

Encontré a una unidad Storch encerrada en una habitación. Sí, esas con las piernas tan largas y la armadura reforzada. Dice que se niega a salir, así que creo que el sistema de mando de la instalación se ha fragmentado por completo. El administrador debería ser una unidad Adler, caracterizada por su razonamiento lógico, así que sería buena idea seguir avanzando a los despachos de alto rango y buscar respuestas ahí.

Registro .4

Parece que quemar los cadáveres funciona. Lo cierto es que tengo pocas bengalas, menos aún que municiones, así que estoy bastante limitada a la hora de recurrir a la incineración, pero bueno, es una pequeña victoria. Por otro lado, los flashes siguen apareciendo de vez en cuando y cada vez son más extraños. No recuerdo esos… recuerdos. No estoy segura de qué es lo que sucede.

Pude usar mi módulo de radio para captar ciertas frecuencias. Resulta que hay empleados que han filtrado, vía onda, ciertas secuencias numéricas que pueden ser de relevancia para conseguir objetos bajo llave. Seguro que puedo utilizar esto con otras aplicaciones en mente. Por otro lado, ¡he conseguido una escopeta! No compensa del todo la falta de munición, pero sin duda es una gran ayuda para acabar rápidamente con unidades más pesadas como las Star, cuya transformación las dota de una fiereza abrumadora.

Estuve un buen rato intentando ecualizar la reserva de agua drenando los tanques para despejar unas salas inundadas. Antes tuve que recomponer objetos con cinta adhesiva, pero temo encontrarme con problemas de mayor calibre. Por suerte, conozco lo suficiente como para poner varios parches en el sistema eléctrico de la instalación que falla en los pisos inferiores. De momento, el ascensor principal vuelve a no servir, así que tendré que encontrar al Adler para pedirle su tarjeta, si es que sigue vivo.

Registro .5

Ando recorriendo los pasillos donde habitan los Protektors, pero la biblioteca está cerrada, así que voy a tener que buscar las llaves de acceso a las alas privadas de algunos tipos de unidades. Quizás ahí encuentre información suficiente sobre lo que quiera que esté ocurriendo aquí. Por otro lado, he podido comprobar en varios registros que la estabilización de la psiquis de las diferentes unidades parece más complicada de lo que se podría esperar, pero no sé si tendrá algo que ver con todo esto. Temo por mi futura seguridad por estar leyendo documentos clasificados, pero creo que no me queda otra si quiero sobrevivir.

La Falke del complejo, que debería estar poniendo orden, no parece estar presente vistos los problemas que hay aquí abajo. Esto explicaría la ausencia de un mando unificado. Por lo demás, creo que la cooperación de los que aún no han sufrido esa transformación se antoja complicada. Y no puedo parar de preguntarme: ¿dónde han ido a parar las Gestalts? Debería haber alguna en las instalaciones. Tal vez bajar a la mina inferior sea la solución, pero aún me quedan muchas habitaciones por revisar y algunas están a oscuras, otras plagadas de seres ansiosos por acabar conmigo y todavía tengo que resolver el asunto de la electricidad para el montacargas. Espero que no me lleve demasiado, porque viajar entre pisos es bastante peligroso y, aunque he establecido nuevas zonas seguras, no sé si seré capaz de esquivar lo suficiente cuando la munición falte del todo.

“Recuerda nuestra promesa. Despierta.”

Registro .final

Si alguien más viniera… espero que se aleje cuanto antes. No sé cuántas horas llevo aquí. Los recuerdos me confunden… ya no distingo qué cosas suceden. Pude leer ciertos documentos sobre los recuerdos… pero no termino de entenderlos. No sé quién fui… o quién seré… no sé quién soy. ¿He estado aquí antes?

Tal vez… al final… deba asegurarme de que hice todo lo que podía cuando todo esto termine. Creo que el destino es más críptico de lo que anticipaba. Quizás… y solo quizás… las cosas puedan acabar de forma distinta.

Signalis es un juego con narrativa multicapa, por lo que es extremadamente recomendable darle a “continuar” una vez terminen los créditos (similar a como sucede en la saga NieR, de la que toma inspiraciones temáticas como se puede apreciar en estos párrafos). Por motivos obvios, en esta crítica, donde las ideas sobre el juego se expresan en crípticos registros similares a los extraídos del título, no expandimos más allá las insinuaciones previas a esos créditos finales. Así podéis descubrir por vuestra cuenta todos los significados ocultos que esconden las “alternativas” disponibles. Seguid jugando, hay más de lo que esperáis.