No hacía falta ser un genio para tamaño análisis

Pocas veces se dan valoraciones tan directas, sin apenas tapujos, pero ha tenido que llegar el antiguo CEO de PlayStation Norteamérica para decir de viva voz, en primera persona, lo que todo el mundo lleva más de una década pensando y diciendo, que PS Vita llegó tarde y a pesar de ser un buen producto se quedó huérfana muy pronto, en un movimiento por otra parte lógico también para Sony, buscando reforzar una PlayStation 4 que resultaría ser un éxito a todas luces, en detrimento de la última consola portátil de la compañía, mercado al que una vuelta no solo se antoja imposible, sino que además por la falta de cultura de consolas portátiles en la compañía, lo más probable es que volviera a ser un fracaso a nivel comercial.

Todo esto, por supuesto, tiene un precedente, en este caso, con PlayStation Portable, la primera consola portátil de la compañía, desarrollada en parte al calor del abrumador éxito de PlayStation 2, que dominó y arrasó su correspondiente generación de consolas a niveles nunca vistos. Y en el caso de PSP, aunque fue una buena consola y cosechó buenas ventas (en lo que a hardware se refiere, pues como todo el mundo sabe, la piratería afectó en gran medida a las ventas de software, generando cierto rechazo de las desarrolladoras a invertir sus recursos con un retorno incierto o inexistente), fue superada ampliamente por Nintendo DS. Esto no quiere decir, de nuevo, que no sea una buena consola, pero simplemente no pudo competir con el acierto de Nintendo. Y con las ventas, llegaban los juegos, y el ciclo se realimentaba continuamente para dar lugar a lo que es, para los usuarios, una de las mejores bibliotecas de títulos de la historia.

Y de aquellos polvos, estos lodos. Aunque sus respectivas sucesoras (Nintendo 3DS y PS Vita, respectivamente) llegaron tarde tras la explosión de los dispositivos móviles como plataformas de juego junto al formato Free To Play, la diferencia está en el tratamiento que recibió cada una. Efectivamente, para sorpresa de nadie, tal y como comenta Jack Tretton, Sony abandonó vilmente a su proyecto en favor de PlayStation. Por el contrario, Nintendo hizo lo que pudo con una Wii U que empezó aún más muerta que Vita, pero que al menos intentó una remontada que a todas luces era una misión suicida. Pero el punto es que no por ello Nintendo 3DS dejó de recibir apoyo en el camino.

Y por más que hoy en día sea prácticamente una consola de culto, conocer a alguien (que los hay incluso en esta redacción) que defiende a capa y espada la última portátil de Sony siempre es como conocer a un niño inocente. Sí, PS Vita era técnicamente interesante, y presentaba algunas innovaciones como los paneles táctiles traseros, pero si la propia promotora de la misma no es capaz de acompañarla para, como mínimo, recuperar la confianza de las third parties, es un debate vacío y que sinceramente veo hasta ridículo. La nostalgia es muy bonita, pero títulos realmente recordados de la consola se pueden contar con los dedos de una mano, y estoy dudando de si me pueden amputar alguno. Y no es por esparcir odio de forma gratuita, pero si toca ser críticos, es lo suyo aplicar el mismo baremo para todos. Y si por algo Sony abandonó el mercado de portátiles, fue por este tipo de decisiones que hoy en día, al menos, resultan tan ilógicas que me parece sinceramente imposible que nadie en ese momento fuera capaz de levantar la voz para decir “por aquí vamos mal”.