Cualquier excusa para hacernos pagar más
Hace unos días Nintendo lanzaba un comunicado oficial en el que anunciaba una subida de precio en Estados Unidos de la Nintendo Switch (la primera) en su modelo estándar, Lite y OLED, junto a un aumento en accesorios como los Joy-Con, Joy-Con 2, mandos Pro, Alarmo o los Amiibo. Este movimiento es uno que muchas personas se veían venir después de una subida de precios en Canadá a principios de julio. Lo curioso es que Nintendo no ha dado a conocer los motivos exactos de esta subida de precios más allá de “las condiciones de mercado” en el país.
La subida de precio ha sido de entre un 10 y un 15% en todos los productos, llegando a oscilar entre el 20 y el 35% en el caso de los Amiibo (los premium o los más recientes cuestan mucho más ahora). La Nintendo Switch estándar cuesta 339,99 dólares en comparación con los 299,99 antes del cambio, la versión Lite ha pasado de 199,99 a 229,99 dólares y la OLED a 399,99 respecto a los 349,99 anteriores. Por otro lado, los Joy-Con han subido 10 dólares, al igual que el Nintendo Alarmo, y los Amiibo normales ahora cuestan 19,99 dólares, los Premium 29,99 y los nuevos 39,99.
Sin motivo exacto
Aunque no se especifique la causa, no se ha tardado en señalar a los aranceles impuestos por Donald Trump a varios países a nivel mundial como el motivo principal, puesto que estos aranceles son del 20% en Vietnam, 30% en China y 15% en Japón, marcando una subida de precios en todos los mercados de los que depende Nintendo para su software y hardware, lo cual subiría por bastante los costes de fabricación y exportación de sus productos (aunque el precio de la Nintendo Switch 2 todavía no se ha visto afectado).
Lo interesante de esta situación es que Nintendo ha batido récords de ventas con su nueva consola y se encuentra en uno de sus mejores momentos a nivel histórico con el lanzamiento de Mario Kart World y Donkey Kong Bananza junto a la Switch 2, por lo que realmente estas subidas de precios no les hacen falta, y no son más que una manera de ahorrarse la subida de precio en costes de fabricación y exportación al hacer que lo paguemos los consumidores. Es cierto que la compañía nipona no es conocida por bajar los precios con el tiempo, pero subir el precio de una consola de 2017 ya es cruzar la línea.
Europa podría ser la siguiente
Es cierto que, de momento, estas subidas de precio no afectan a nadie que viva fuera de América del Norte, pero viendo el aumento de precio en productos de PlayStation y Xbox que sí que han afectado a Europa, no es raro pensar que podríamos ser los siguientes en recibir la mala noticia. Y, por supuesto, si la Nintendo Switch 2 llegase a subir de precio, es muy probable que acabe siendo a nivel mundial.
Con todo esto lo que quiero decir es que no deberíamos interpretar estas subidas de precios en un país en concreto como algo aislado que no nos afecta, ya que se ha demostrado en múltiples ocasiones que todo nos acabará llegando más pronto que tarde. Podría decir que lo mejor en estos casos es comprar los productos de Nintendo lo antes posible para que una posible futura subida de precios no nos afecte, pero eso es una solución a corto plazo y muy corta de miras.
Aunque podamos llegar a pensar que Estados Unidos “se lo ha buscado” por las decisiones de su presidente respecto al mercado internacional, la realidad es que esto es una excusa perfecta para que Nintendo, Sony o Microsoft suban los precios como siempre han querido. Si no fuera por los aranceles o por costes, estas empresas se inventarían cualquier otro motivo para acabar ganando mucho más dinero a nuestra costa, por lo que no podemos relajarnos y dejar que hagan lo que les da la gana. Hay una clara diferencia entre sacar beneficios y reírse en nuestra cara.