La reconquista de Calradia está en nuestras manos

Existen muchos sucesos históricos que aportan ideas para crear videojuegos de diferentes categorías. Desde títulos sobre la segunda o primera guerra mundial, hasta diferentes estrategias en tiempo real ambientadas en la época de los romanos. Así pues, aparecen también juegos donde el argumento se ambienta en la época medieval. Una época llena de transformaciones sociales, económicas, políticas y sobre todo, territoriales. Lo bonito de esos títulos, es que además de pasarlo bien, puedes aprender sobre la historia. Sin embargo, no solo se trata de crear videojuegos puramente basados en hechos reales. Pues existen muchas entregas diferentes donde los personajes o lugares son inventados, pero obviamente indicando similitudes a los hechos reales.

Así pues, como estamos tratando ese tema tan curioso e importante para la historia la época medieval y los videojuegos en sí, no podemos pasar por alto la franquicia Mount & Blade. Esta maravillosa saga comenzó a ser desarrollada por TaleWorlds Entertainment, un estudio independiente turco que podría decirse y que, nunca mejor dicho, hizo historia con la franquicia. Se trata de una serie de simulación medieval de mundo abierto donde el jugador rige su existencia hacía un futuro forjado por este. La serie Mount & Blade no es lineal, por tanto somos nosotros los que elegimos a quién unirse, qué comprar o a quién atacar.

La libertad que nos es dada por la serie se siente increíblemente bien y más aún cuando nos gustan los tiempos en los que están ambientados dichos videojuegos. La franquicia se compone de varios títulos: Mount & Blade, Warband, With Fire & Sword y Mount & Blade II: Bannerlord. También se han desarrollado dos modificaciones standalone para la segunda entrega, la cual también es un mod standalone, pero mejorado: Napoleonic Wars y Viking Conquest. Supongo que los dos dejan bastante claro sobre qué tratan, ¿verdad? Cabe destacar que las únicas entregas de la serie que tratan sobre hechos históricos reales son las entregas With Fire & Sword, NW y VC.

Ahora bien, una vez sabemos de qué trata la saga, podemos pasar al segundo plato del artículo. Se trata de Bannerlord, el título más reciente de TaleWorlds Entertainment, el cual, a la vez, es una precuela de Warband. M&B2: Bannerlord es un título precioso que personalmente diría que añade y remasteriza diferentes elementos de la “experiencia M&B”, un término que me gustaría emplear a la hora de hablar sobre el estilo de juego que ofrece la saga. Pues poquísimos títulos se han atrevido a mezclar de una forma tan intuitiva el juego en un mapa geográfico con elementos RPG en tercera persona y batallas dirigidas con centenares de enemigos en el campo.

Lo primero y lo más importante es que las mecánicas del juego no han cambiado prácticamente en nada y eso es bueno. Básicamente para comenzar nuestra aventura se debe completar primero algunos pasos. Se necesita crear un personaje, elegir su trasfondo personal y hacer unos tutoriales si el jugador así lo requiere. A partir de ahí, nos lanzan al mapa, cerca del reino desde el cual anteriormente elegimos partir y comienza nuestra aventura. Se podría definir este párrafo como ‘Mount & Blade In A Nutshell’ o ‘Mount & Blade en pastilla’ en castellano.



El objetivo principal de nuestra aventura es ir escalando entre las diferentes esferas hasta convertirnos en un noble respetado, con tierras y fortalezas, y una prosperidad total en todos los aspectos posibles. Sin embargo, lo que diferencia este juego de muchos otros, es que en M&B somos nosotros los que marcamos el ritmo y los objetivos. Obviamente debemos tener en cuenta decenas de aspectos; elementos como administrar alimento a tus camaradas o disponer de dinero suficiente para ir reclutando y pagando a tus tropas. Hay tantos elementos que tener en cuenta que realmente se podría elaborar un artículo a parte para nombrarlos todos.

En Mount & Blade 2: Bannerlord, podemos encontrarnos con diferentes novedades. Por ejemplo, podemos crear nuestro propio clan con sus objetivos y sus requisitos. De este modo, podemos tener problemas no solo con otros reinos estando nosotros mismos en uno, sino también tenerlos con otros clanes sin entrar en guerra contra una nación entera. Otro detalle que destaca enormemente, es el sistema de herrería y creación de armas personalizadas. El título nos ofrece, a partir de materias primas, elaborar un artilugio de guerra personalizado, estableciendo el tamaño y las diferentes partes de este. Algo que notablemente le añade puntos positivos al juego.


No obstante, hay más cositas con las que TaleWorlds Entertainment consiguió sorprender a más de uno. Ahora podemos jugar a las damas, un juego popular parecido al ajedrez. También podemos jugar a otros juegos sentándonos en frente de algún organizador de juegos que encontremos en las tabernas. Pero eso no es todo. También seremos capaces de reclutar compañeros a los cuales podremos enviar a hacer misiones por nosotros. De esta forma podremos ir adquiriendo experiencia en mayores cantidades, siempre y cuando nuestros camaradas completen las misiones sin morir. Eso sí, ya que estamos hablando de adquirir experiencia, también es importante pensar en el parné del que dispongamos.

Moverse por Calradia no sale barato y cuando menos dinero tengas, más caro sale. Por eso mismo es importante estar al tanto de los chismes mercantiles. Gracias a estos, podremos saber dónde comprar y/o vender al mejor precio. Sin embargo, si queremos involucrarnos aún más en ganar nuestra fortuna a través del mercado, podemos contratar una caravana (que, a decir la verdad, sale bastante cara-vana…). No obstante, podemos dedicarnos a ser los cazadores más despiadados del continente y labrar nuestro nombre y fortuna a través de saqueos, caza de desertores o bandidos, etc.

Cabe remarcar que ahora, cuando nos adentramos en un escondite de bandidos, una vez nos ocupemos de los guardias; aparecerá el jefe de estos. Acompañado de su guardia personal, podremos elegir entre dos opciones: luchar contra este o hacer que nuestros hombres y nosotros nos peleemos contra el jefe y sus secuaces. Además, por lo que he podido apreciar, parece que las guaridas encontradas se quedan bastante más tiempo en los mapas, lo cual hará más fácil volver a eliminarlas una vez consigamos más tropas si carecemos de estas.

De todas formas, aunque nos atraiga esa opción de ser el más temido, es mejor pensárselo dos veces. Pues cuanto más malos seamos, más difícil será tener buenas relaciones con los reinos a los que afectemos. Por tanto es bueno echar un vistazo a todo el mapa y ver lo bueno y lo malo de cada facción. Para ello, podemos utilizar un registro de relaciones y conflictos que ofrece el juego. Sea como sea, lo principal es tener claro cuál es nuestro estilo de juego, ya que cada cultura ofrece unas mejoras iniciales que orientarán nuestro progreso en cierta dirección. Así pues es importante saber si preferimos movernos más rápidamente a través de terreno nevado o preparar asedios más rápidamente.



El punto de los conflictos armados en los que podemos participar está ligeramente mejorado y empeorado a la vez. Pues dar comandas a nuestros camaradas ahora es bastante más intuitivo, pero por otra parte, se ha eliminado el minimapa de la batalla lo cual dificulta la orientación a la hora de la batalla. Pero bueno, no todo iban a ser de color rosa, siempre tiene que haber algunos matices. De todas formas, puede que muchos elementos que ahora falten en el juego, se incluyan posteriormente. Pues Bannerlord está disponible desde hace apenas un mes y promete ser algo mucho más grande en el futuro.

Uno de los detalles que se ha vuelto a trabajar a fondo son los asedios. Principalmente, estos se utilizan para tomar fortalezas y así ciudades. Además de disponer de decenas de tropas para asaltar, también tenemos máquinas como torres de asedio, escaleras de muralla y ahora, catapultas. Así es, ahora podemos disparar pedruscos de considerables tamaños a las murallas enemigas para dejar sin opciones al enemigo. Y ya que estamos hablando de guerra, ahora en el campo de batalla, los generales aliados a los cuales de unes, pueden darte órdenes.



Es importante saber que cuando nos unimos a una batalla, todas las tropas aliadas son uno. Así pues, si disponemos de cuarenta arqueros y otro señor o señora, dispone de cincuenta; si nos ofrecemos a liderar a los arqueros en una batalla – lideraremos los noventa arqueros nosotros solos. Eso sí, debe estar disponible la posibilidad de tomar a los arqueros, pues cuando hay muchos generales aliados, puede que nos dejen sin nada y deberemos ‘buscarnos faena” siendo el ejército de un solo hombre.

No obstante, Mount & Blade 2: Bannerlord, no es todo batalla y sangre. También podemos casarnos, dirigir nuestra propia ciudad para obtener beneficios y mucho más. Podemos explorar y establecer relaciones por todo el mapa. De todas formas y diciéndolo con mucha pena, además del salto gráfico, mejora de ciertas animaciones y, rediseño y reestructura de los menús e interfaces; no hay otros cambios más notorios que los mencionados. Es cierto que el mérito de haber mejorado tanto y que el juego esté tan bien optimizado, nadie puede quitárselo al estudio desarrollador. El título se ve precioso y da una sensación pacífica y acogedora. Se podría decir que es un rinconcito de batallas y comercio al estilo propio de cada jugador.

M&B2: Bannerlord también dispone de un modo multijugador. Modo, que la verdad es que podría tener algo más de ‘chicha’, pero se agradece igualmente poder batallar con y contra jugadores humanos. Sin embargo, ganaría muchísimo más, si pudieran hacerse cortas campañas entre diferentes jugadores al estilo de la saga Total War. La cuestión es que no sé hasta qué punto sería algo funcional y rentable hacer, pues toda la franquicia se basa en una interacción individual con el entorno manejado por la inteligencia artificial. Vamos, que se trata de una característica más de mi expresión “Experiencia M&B”.

 

Como es de obviar, el título tiene algunos fallos como modelos que sobresalen de las paredes o simplemente las atraviesan. Por suerte no son fallos tan grandes como para ponerle una cruz (aunque sea temporal) como paso en su momento con Assassin’s Creed: Unity. En este caso como mucho habrá algunos nombres que accidentalmente se han dejado con el propio ID a la hora de etiquetarlos y fallos de modelos que no molestan para nada. En este sentido el juego está muy bien elaborado. Ya sería un fastidio si después de ocho años de desarrollo (y más que no sabemos) el título tuviera fallos garrafales o de principiantes.

Denares, ejército y motivación para conquistar Calradia

Personalmente, creo que Mount & Blade 2: Bannerlord proporciona una experiencia única y mejorada, que, sin embargo, aun precisa de alguna que otra actualización para optar a la maestría de su género. Quizá la posibilidad de encontrar mercados de otros jugadores en algunos puntos del mapa, podría ser una gran oportunidad para añadir cierto valor añadido al juego; como cuando encuentras los restos de un jugador en algún nivel en Nioh o ves algunos jugadores por el mundo en la saga Dark Souls. Quizá todas esas ideas que se me vienen a la cabeza podrían ser de utilidad para el estudio en el futuro. Sea como sea, me he vuelto a sentir poderoso y sediento de fortuna, sangre y buenas armaduras. Y eso, a día de hoy, es un tanto a marcar por parte de TaleWorlds Entertainment.


Este análisis ha sido realizado con un código de descarga para Steam cedido por Jaleo PR.