El final de un breve camino, un camino de un sólo paso

El hombre no tropieza dos veces con la misma piedra (o eso dicen), y los estudios de videojuegos tampoco pueden, parece ser. Y es que la primera piedra con la que ha tropezado Luminous Productions ha bastado para acabar con ellos, al menos como estudio individual. La piedra tiene nombre propio: Forspoken, pero está hecha de materiales mucho más viejos y comunes que este título. Siendo su primera obra publicada, Forspoken ha sido el principio y el final en la andadura de este estudio, que ya anunciado su cierre como entidad independiente, así como la absorción del equipo por parte de Square Enix. No obstante, han aclarado que seguirán trabajando en Forspoken desde esa nueva posición.

El isekai de mundo abierto del estudio fue anunciado con grandes expectativas, e inicialmente prometía mucho, todo parecía indicar que iba a ser un juego notable. Sin embargo, por el camino, esa apariencia se fue diluyendo, con cada anuncio o cada muestra de contenido surgían más dudas, y hacia la recta final de su prelanzamiento, el hype se había convertido en escepticismo, o cautela en el mejor de los casos. Al final, esos miedos parecieron tener fundamento, y nos encontramos con un título mediocre, con tantas ambiciones como carencias y fallos. Al final sus grandes pretensiones (tal vez demasiadas) jugaron en su contra.La crítica y la comunidad no se posicionaron especialmente de manera favorable a Forspoken, y los resultados demostraron que no estaban equivocados. (Cuando hablo de una opinión desfavorable de la crítica especializada, por favor, entiéndase que me refiero a que muchos medios no le cascaron su habitual 8 de rigor, o más. O que, los que lo hacían dejaban bastantes dudas al acompañar ese tipo de notas numéricas con párrafos enteros de quejas sobre el juego). Aunque a nivel de ventas los resultados no fueron demasiado desastrosos, tampoco fueron, ni mucho menos, sobresalientes. Más bien mediocres. Y eso, en un título que había creado tanto revuelo, y en el que se había invertido tanto esfuerzo de desarrollo, no fue suficiente para contentar al pez gordo.

Con esto, llegamos al momento en el que Square Enix anuncia en su web oficial la disolución de Luminous como estudio independiente. El pasado 28 de febrero, la empresa nipona comunicaba esta decisión, argumentando un intento de focalizar y aunar esfuerzos para mejorar la calidad de los desarrollos en los títulos AAA. Por su parte, Luminous utilizaba su cuenta oficial de Twitter para comunicar la decisión, y afirmaban que el equipo ahora pasaba a formar parte del total de Square Enix. También aprovecharon este comunicado para aclarar que seguirían trabajando en Forspoken para traer el parche destinado a solucionar diversos problemas del juego, y el DLC que ya se había anunciado: In Tanta We Trust.

Lo que podemos extraer en claro de todo esto es algo que ya no sorprende, y que teníamos claro desde hace tiempo. Por mucho que defendamos y valoremos el arte detrás del videojuego, al final es una industria más, y como tal funciona en base al dinero y los resultados. No es tanto la calidad final del juego (qué está claro que en Forspoken no brillaba), sino los números, y si no que se lo pregunten a lo último de Pokémon. Si esos resultados no son los esperados se cierra el chiringuito, ya pasó algo parecido en su momento con EA y Visceral Games. Lo que más sorprende en el caso de Forspoken es el poco margen de trayectoria que se puede intuir en todo esto, porque no olvidemos que Luminuos es, o era, un estudio casi recién nacido. Se había fundado en 2018, y Forspoken fue su primer proyecto como entidad individual, así que era difícil esperar un pelotazo instantáneo con su primera obra. Incluso con personal veterano entre sus filas, los equipos requieren un tiempo de rodaje para aprender a trabajar juntos al máximo rendimiento, y Luminous Productions va a quedarse sin poder descubrir hasta dónde podían llegar.