Esta vez no es culpa de los creadores

Parte de la comunidad de Super Smash Bros. está en pie de guerra tras la última incorporación al plantel de luchadores del juego. El pasado día 6, el luchador de Fatal Fury, Terry Bogard, fue incluido entre los personajes disponibles de Super Smash Bros. De esta manera, el mítico título de SNK se hacía su hueco entre los personajes de Super Smash, acompañado de una selección de 50 temas musicales de Fatal Fury, así como diversas referencias a SNK. Así mismo se añadió al juego el mapa personal de Terry Bogard, en el que aparecen diversos cameos de otros personajes de Fatal Fury. Sin embargo, muchos jugadores notaron una ausencia importante, la de uno de los personajes más emblemáticos del título en cuestión; la luchadora Mai Shiranui.

El propio director de Super Smash Bros., Masahiro Sakurai, expuso los motivos por los cuales la luchadora había quedado fuera de los elementos añadidos al juego, aludiendo a que se trata de un título destinado a todas las edades. “Mai no está en el juego porque Smash es un título par todas las edades, así que decidimos no incluirla”, declaró Sakurai. Una parte notable del público de Super Smash mostró su descontento ante esta decisión, de las maneras más imaginativas, extrañas y polémicas dentro de las posibilidades del título. Muchos jugadores han buscado la forma de “incluir” a Mai Shiranui en el juego, utilizando las herramientas creativas que ofrece el propio juego. No obstante, muchas de estas ideas para “disfrutar” de Mai en Super Smash no son más que sexualizaciones absurdas que perpetúan el machismo en diseño de los personajes.

Las más llamativas son los escenarios construidos con piezas de madera, y que sirven como plataformas de batalla en el juego. Combinando y moldeando estas piezas, muchos jugadores han convertido a la luchadora en un elemento que ocupa prácticamente toda la pantalla. La llamativa figura de Mai ha sido reproducida al detalle, presentando especial atención por las poses, los gestos y los atributos físicos de la luchadora, lo que deja entrever una obsesión, cuanto menos, extraña. Los jugadores se han recreado especialmente en aquellos elementos del personaje que han llevado a Sakurai a no incluirlo en Smash, es decir, los atributos sexuales.

En algunos de los diseños, los senos de la luchadora estan diseñados en relieve, y se convertían en plataformas y salientes con los que interactuar durante el combate. Esto sigue mostrando un problema que ya viene de largo en el mundo del videojuego, y que parece no remitir; la sexualización de la figura femenina. No lo podemos tener más claro: Terry Bogard muestra una musculatura desmesurada, un atributo que, aunque parece casi inhumano, tiene sentido en un juego de lucha. Sin embargo, Mai Shiranui, luchadora del mismo juego, no llama la atención por su musculatura, sino por sus atributos sexuales.

Por otro lado, los jugadores han tenido otras ideas más inocentes e inofensivas para traer la presencia de Mai a Smash. El editor de personajes Mii ha servido para crear variadas versiones de Mai, con decenas de diseños diferentes. No son tan fieles al personaje original, debido a las limitaciones del editor, pero, al menos son ideas sin cargas sexuales ofensivas o enfermizas. Queda claro que esto denota un problema aun latente en la comunidad gamer; la obsesión por la sexualización femenina. Y no solo eso, sino que algunos portales de prensa del sector las han calificado como “divertidas” o  “atrevidas”, adjetivos que no hacen más que quitar importancia a un problema serio. No nos encontramos ante un caso divertido, sino ante una muestra de machismo y sexualización enfermiza. Y esta vez no es culpa de los creadores, es culpa del público.