¿Otro metroidvania más?

El género de los metroidvania ha sido uno de los más explotados durante estos últimos años, sin duda una vuelta a la palestra actual cuyo protagonismo se le debe en gran parte a la inmensa cantidad de títulos independientes que han salido. Esto es debido a su relativa facilidad a la hora de diseñar los mundos, ya que suelen estar reducidos a un mapa en el cual podremos movernos cada vez con mayor libertad gracias a los powerups que tendremos que ir consiguiendo, core del género. Sin embargo, este creciente interés por estos desarrollos también ha provocado cierta saturación en el mercado de estos juegos, hundiéndose con cierta tristeza unos a otros en un estanque en el que no cabe casi nadie más, o eso podríamos pensar. Los esfuerzos por lograr destacar en alguno de los apartados dentro de la propuesta jugable parecen ser de los pocos métodos restantes para hacerse un nombre, podríamos hablar del humor y divertido gameplay de Guacamelee!, de la exigencia y universo de Blasphemous, o podemos hablar también de la simpleza y sencillez de hacer las cosas bien, como es el caso de Kunai.

Kunai es el primer juego de Turtle Blaze que llega a Pc y Switch, un metroidvania al uso con ambientación post apocalíptica. Nos encontramos ante un mundo pálido, descolorido, donde los humanos son una rareza y los robots han dominado la faz de la tierra. Dos facciones se enfrentan en pequeñas tácticas de guerrilla, donde la más pequeña, que busca defender la existencia de los humanos, desgasta ataque tras ataque a la malvada IA Lemonkus. En una de esas escaramuzas, los rebeldes logran despertar a Tabby de su letargo, en un desesperado intento de cambiar las tornas a su favor. Tabby es un pequeño robot que cuenta con una peculiar cabeza-tablet, donde podremos ver en tiempo real sus curiosas reacciones, las cuales van desde agacharse hasta golpear. El objetivo de nuestra protagonista es acabar con la guerra y derrotar a la malvada IA que nos perseguirá y mandará hordas de enemigos hasta pararnos los pies.

Durante el desarrollo de la historia, nuestra pequeña se irá haciendo cada vez con más herramientas las cuales le permitirán acceder a aquellos sitios donde primeras le era imposible. Nuestra arma básica y la primera que obtenemos será la katana, la cual nos permitirá hacer movimientos simples con los que atacar a los primeros enemigos, a al par que devolver los proyectiles que estos nos lancen si somos lo suficientemente rápidos. Sin embargo, el principal aliciente de este título es el mismo que le da nombre, el kunai. Nada mas comenzar la historia podremos hacernos con dos de ellos, uno para cada mano, y cuya función no es otra que la de un gancho con el cual podremos desde engancharnos a las paredes hasta movernos con gran fluidez por el mapa, y esto resulta muy importante.

 

Al tener dos de ellos seremos capaces de escalar rápidamente alguna de las muchas paredes verticales que nos encontramos durante la aventura, de la misma manera en la que podremos impulsarnos tensando las cuerdas o avanzando a gran velocidad como si de lianas se trataran. Esta facilidad que encontramos en la movilidad nos permite disfrutar yendo de un sitio a otro, puesto que las misiones que nos mandan nos obligarán a desplazarnos por el amplio mapa que tendremos, todo esto sin opción a teletransporte entre bases, por lo que era de vital importancia que estas herramientas funcionaran debidamente, lo cual se logra con creces.

Aparte de esto, otras armas como son las metralletas también nos permitirán desbloquear zonas y añadir más opciones al combate, opciones que no se desechan una vez se ah desbloqueado una nueva habilidad mejor, sino que se cuadran unas a otras, acompañadas de enemigos variados los cuales nos obligarán a desplegar nuestro arsenal de posibilidades a la hora de nuestro enfrentamiento, sin dejar ninguna habilidad fuera. Sin duda en el apartado del gameplay el juego es redondo y bien pensado, centrado en no aburrirnos ni en obligarnos a centrarnos en una habilidad extremadamente fuerte.

Aún así se pueden llegar a encontrar algunos errores, como en lo que respecta a los kunais, los cuales, al tener tantas opciones de uso dentro del mapa, alguna vez se han quedado pillados o han hecho cosas extrañas, pero apenas llegan a anécdota. También se nota la falta de algunas animaciones, pues los coleccionables son sombreros que podremos ponerle a Tabby, y los cuales no se incluyen en algunas animaciones como el doble salto, pero de la misma manera que lo anterior, no empañan al excelente conjunto jugable de Kunai.

Otro de los principales apartados del juego es el artístico, el que me llamó la atención desde un principio y el cual destaca por la palidez de su paleta, destacando los colores blancos y amarillentos desgastados, los cuales entran en gran contraste con los lásers, munición y espadas del juego, de un rojo brillante. A este apartado se le ha de sumar la excelente banda sonora que nos acompañará en nuestra travesía, con cierto toque retro y que para nada cuesta escuchar. Tal vez se echa en falta alguna canción que nos marque en especial, o que posiblemente si damos muchas vueltas por una zona nos pueda resultar algo repetitiva, pero que sigue siendo un complemento ideal y remarcable.

Completar la historia de Kunai me ha costado unas 6 horas, aunque para conseguir todos los coleccionables, mejorar tus habilidades al máximo y descubrir todos los secretos nos puede dar unas cuantas horas jugables más, lo cual es muy acertado para un título así, el cual se disfruta de cabo a rabo sin pausa, avanzando sin mayor complicación que algunos jefes o enemigos a los que te has de acostumbrar y aprender tus errores, pues pocas situaciones injustas se presentan. Con todo esto también huelga decir que los subtítulos vienen en español, un sin duda importante factor a tener en cuenta, y el cual a pesar de no contar con un gran peso narrativo, facilita la comprensión de las conversaciones y bromas que nos iremos encontrando.

Una sorpresa agradable

Kunai es mucho más de lo que puede aparentar de primeras, pues tras su capa de sencillez aparente hay un grandioso trabajo en el diseño de los niveles, donde deberemos de exprimir y disfrutar de nuestros característicos kunais. No busca la innovación, ni siquiera el protagonismo, se conoce y hace de sus limitaciones una experiencia entrañable. Podéis encontrarlo tanto en Switch (plataforma donde lo he jugado) como en PC y es sin duda uno de los juegos que más he disfrutado en lo que llevamos de 2020, acompañar a nuestra valiente protagonista ha sido la mejor manera para comenzar este año.