Contra el modelo de producción actual y futuro

Cada vez más cerca, siento como mis huesos machacados por la edad gritan doloridos ante cada estremecimiento de ilusión. Jamás me habría imaginado que llegaría este momento, durante casi todos estos años mantuve viva la esperanza, pero un monstruo interno acabó devorando hasta el más mínimo resquicio de ella. Pero ya no debo de temer, ya no debo de sentir miedo pues por fin puedo sentir la ilusión llenar estas venas maltratadas, este corazón asistido y estos pulmones, que a duras penas dan la bocanada de alivio más grande que pueden ofrecer. Es el año 2085, y mis 87 no han pasado en balde, quién lo diría, he podido tener descendencia, y esta a su vez me ha hecho abuelo, pero algo que no han podido disfrutar ninguno fue de una nueva entrega de….cómo se llamaba este juego, ¿Halo? Sí, creo que era así. Los ritmos de desarrollo fueron aumentando tanto que, tras casi cincuenta años después, siguen en trabajando la nueva entrega. Equipos enteros han comenzado a trabajar y terminado desde entonces, innumerables desastres, tanto naturales como humanos, han ocurrido, y en los últimos estertores de este mundo que se muere, al igual que yo, por fin sale el juego que llevo esperando toda una vida, literal. Las gafas de realidad aumentada parece que tienen una notificación, el estudio de desarrollo ha subido una imagen a sus redes sociales, ¿qué es este fondo amarillo? Buenos días a todos, hoy hemos decidido apl………..

Desarrollo

Tras el “esperado” No-E3, los nuevos anuncios (si de verdad existen) han opacado los medios, y la novedad siguen siendo los tráilers mostrados, los juegos que irán llegando, o por lo menos eso es lo que esperamos. Sin embargo, algo a lo que no se le ha dado tanta cobertura son las declaraciones de uno de los responsables de Xbox Game Studios, Matt Booty, en el medios Axios Gaming, que decidió entrar en el tema de los tiempos de desarrollo. En esta entrevista insiste en que tanto la industria como los consumidores deben de ir aceptando tiempos de desarrollo mayores acorde a la situación actual de las grandes producciones, y sobre todo los costes de diferente tipo que tienen detrás. Según comenta, debemos de ir olvidándonos de esos juegos con 2 o 3 años de desarrollo, permitiendo a los estudios sacar varios títulos incluso en la misma generación de consolas. En su lugar podemos esperar desarrollos de entre cuatro, cinco o incluso seis años.

¿Y esto por qué? Para adaptarse a los nuevos requerimientos: 4K, SSD y una retahíla de mejoras tecnológicas que, al parecer, de una manera más o menos impuesta socialmente, se deben perseguir.¿Es este el futuro del videojuego? Desiertos infinitos entre grandes lanzamientos, donde la poca agua que aportarían los indies debe de caer entre una tormenta y otra si no quieren verse de nuevo opacados. ¿Acaso siquiera hay un mínimo intento de combatir el problema de los tiempos de desarrollo y cómo afectan a los derechos de los trabajadores? No hay ni una mención al respecto.

Parece que cuando hablamos de mayores tiempos de desarrollo, solo se nos viene a la mente que los juegos se van a ver cada vez más y más realistas, mejores y mejores, siempre más. ¿Es este el enfoque y justificación que utiliza Xbox? No voy a decir la típica de que contraten a más gente, pero si de verdad van a aumentar los desarrollos hasta convertirlos en auténticos infiernos durante 6 años, no estaría de más que mostrasen un mínimo de afecto a sus trabajadores, y demostrar que una de las razones por las que se hace esto es para mejorar sus condiciones, aunque habría que preguntarles si de verdad quieren dedicar tanto tiempo de su vida solo para que el juego se vea increíble, que parece que es lo único que importa. Tal vez el problema de Matt es que solo tiene un modelo de juego en mente, y cruzo los dedos porque, de ser así, su visión carezca de influencia en los desarrollos, porque posiblemente me arrancaría los ojos si a partir de ahora, todos los grandes lanzamientos tuviesen el mismo corte, como parece que ya está ocurriendo. Sin duda alguna, nos espera un futuro desesperanzador.