Tumbas del Terror, su campaña individual, llegará en septiembre

El pasado 6 de agosto llegó a Hearthstone Salvadores de Uldum, donde Rafaan y su pandilla de villanos viajaron hasta llegar a la tierra de las momias mágicas, tumbas traicioneras y horizontes llenos de dunas. Aunque todavía desconocemos sus objetivos, sus fechorías se han hecho notorias con el paso del tiempo, pues han ido liberando unas plagas devastadoras por toda la región. Afortunadamente, no tenemos de qué preocuparnos, porque Uldum está en manos de La Liga de Expedicionarios.

La nueva expansión del archiconocido título de cartas de Blizzard trae consigo 135 nuevas cartas, en las cuales encontraremos funciones la mar de interesantes para alzarnos con la victoria. Contamos, asimismo, con una nueva palabra clave, Renacer, que nos permitirá devolver del cementerio una carta recién enviada a él, dispuesta a luchar de nuevo, con el inconveniente de que solo volverá con 1 punto de salud. A la hora de mentar dicha habilidad, igualmente, resulta difícil no mencionar al Coloso de la Luna, una nueva carta de 10 de mana, con escudo divino y renacer – añadiendo por si fuese poco 10 de ataque y 10 de defensa -, así como a otras valiosas incorporaciones como el Espectro de huesos, una carta con un valor de 4 de mana, provocar y renacer, además de balance 2 / 5; o la que sin duda para mi es la mejor con esta habilidad, Defensor de Khartut, que contiene además Provocar y Ultimo aliento, restaurando 3p de salud a nuestro héroe, en un balance 3 / 4.

Las plagas, por su parte, son hechizos ancestrales a disposición de las 5 clases de la liga del mal, que afectaran tanto a enemigos como aliados desatando un poder devastador, por lo que deberemos de saber el momento perfecto para jugarlos. Plaga en llamas, sin ir más lejos, es una de esas cartas que tendremos que aprender a utilizar, ya que mandaremos todas las cartas del tablero al cementerio, mientras que Plaga de cólera destruirá solo a los esbirros que hayan sido dañados. En general, su intromisión se percibe como un movimiento premeditado, calculado al milímetro, por lo que a nadie debe de sorprender que, en la práctica, acabe resultado la mar de divertida.

Al margen de lo comentado, resulta de vital importancia destacar las nuevas misiones presentes para cada uno de los aventureros, otorgando poderes de héroe muy determinantes, así como las cartas especiales Leyendas de las Dunas, entre las que Zephrys el Grande destaca por su poder. Si bien a simple vista parece solo un médium, Zephrys es capaz de adivinar y manifestar exactamente la carta que necesitamos en cada situación, dando lugar a situaciones de lo más variadas y a auténticos giros dentro de una partida que, aunque puede llegar a durar decenas de minutos, no se nos antojará como más que un simple rato a poco que hagamos uso de estas características.

Desgraciadamente, de momento únicamente hemos podido disfrutar del ingente mogollón de cartas que contenía el Megapack Salvadores de Uldum, el cual nos facilitó Blizzard días atrás, donde además de encontrar 80 sobres, hallamos a la Heroína druida Elise Buscaestelar, el dorso de carta “Elise Buscaestelar” y, por último, una legendaria dorada aleatoria de la nueva expansión. Quedamos a espera, no obstante, de la que será la hora de poner fin a los planes y plagas de la Liga del Mal, con Tumbas del Terror, la nueva aventura para un solo jugador que llegará el mes que viene, y de la cual encontraréis una respectiva review una vez esté disponible. Ante dicha premisa, bien es cierto que, de momento, Salvadores de Uldum no puede llegar a suponer una razón de peso para volver a una aventura que sigue resultando tan fresca y trepidante como el primer día, pero con lo que disponemos a día de hoy no podría apuntar a mejores maneras, pudiendo ser, con facilidad, una revolución en el mundo Hearthstone una vez desate todo su potencial.


Este análisis ha sido realizado con un código de descarga cedido por Blizzard.